La caída del dólar está afectando los proyectos misioneros que dependen de EEUU

La crisis económica en Estados Unidos se recrudece. Los mercados bursátiles se están derrumbando, el dólar cae en picado y el precio del petróleo se dispara. La situación afecta en todas las áreas de la sociedad, y entre ellas se encuentra el grupo formado por miles de misioneros evangélicos que trabajan en todo el mundo en proyectos religiosos y de ayuda social.

NUEVA YORK · 18 DE JULIO DE 2008 · 22:00

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El valor del dólar ha caído en espiral durante los últimos años, aunque en los últimos meses ha comenzado a nivelarse, y algunos expertos creen que ya tocó fondo, al menos de momento. Pero la caída brutal de su valor hace que quienes dependen de esta moneda en otros países vean reducidos sus ingresos en capacidad real adquisitiva. Para los misioneros cuyos presupuestos han sido afectados, el camino para la recuperación es una cuesta arriba, especialmente porque a la debilidad del dólar se añade la fuerza del euro respecto al dólar, ya que las monedas de muchos países de Europa, África y Oriente Medio dependen del valor del euro por sus acuerdos o negocios internacionales. De 2000 al 2008 el dólar redujo a la mitad su valor frente al euro, lo que supone que muchos misioneros han perdido proporcionalmente la mitad de sus ingresos en valor real. EEUU Un caso concreto es el que refiere David Steverson, un bautista del Sur de EEUU que maneja un presupuesto de trescientos millones de dólares para misioneros de su denominación en todo el mundo; y que están siendo afectados por el debilitamiento del dólar. "El valor del dólar tiene un tremendo impacto en lo que podemos hacer. Todos nuestros presupuestos, todas nuestras ofrendas son en dólares", dice Steverson. Y no es que la generosidad de las iglesias y creyentes haya disminuido, al contrario, los donativos para misiones aumentaron en EEUU los últimos años, pese a las dificultades económicas. Pero no ha sido suficiente para compensar la caída del dólar. Por ejemplo, los bautistas del sur dieron 300 mil dólares más en 2008 para sus proyectos misioneros, pero habrían necesitado aún otros 18 millones más para compensar la pérdida de valor del dólar. BRASIL Otro caso es el de Curt Kgegness, que publica material para la formación de estudiantes y pastores en un seminario en Brasil. En este último periodo de tiempo está tratando de ajustar su presupuesto. "Estamos comprando lo menos posible para nosotros y ajustándonos a las necesidades básicas". La razón es que actualmente en Brasil el dólar vale un 50 por ciento menos que en 2003. No son sólo palabras: el coche de Kgegness tiene 14 años; y él y su esposa han tenido que sacar fondos de sus ahorros de jubilación y usarlo para pagar gastos de su trabajo ministerial. ÁFRICA Y ORIENTE MEDIO John Brady, otro bautista del Sur señala también su preocupación, ya que "hay mucha inquietud en sus vidas (la de los misioneros) al tener que enfrentar el hecho de que... el dinero ha cambiado su valor". El supervisa a los misioneros bautistas en África y Oriente Medio. Desde 2003 los misioneros de esta zona geográfica han perdido un 35 por ciento de su poder adquisitivo. Para muchos de ellos significa cambiar sus domicilios para comenzar a vivir en casas con precios más baratos. "Eso les quita tiempo, energía emocional, y les interfiere con muchas de las actividades en las que están trabajando". ONGs CRISTIANAS Las ONGs y ministerios cristianos que envían alimento y ayuda a todo el mundo enfrentan nuevos desafíos añadidos, ya que también ha subido mucho el precio de los alimentos. Tanto que ha obligado a Visión Mundial a dejar de enviar ayudas a millón y medio de personas este año, incluidos a uno de los colectivos que más les preocupa: los niños hambrientos. Así lo confirma con sencillez no exento de dramatismo Bob Zachritz, de Visión Mundial, "cuando los niños no tienen suficiente que comer el mayor problema es que dejan de crecer. Hay niños que parecen de cinco años y tienen diez". Esta organización estima que pasarán al menos dos años hasta que la crisis finalice y se estabilice la situación económica, amenazando mientras tanto las vidas humanas que antes recibían ayuda como los medios que se apoyaban como forma de empleo para ganarse la vida. Otro asunto preocupante por su influencia negativa en los proyectos es el alto precio de los combustibles. En el caso de Operación Bendición, otra ONG evangélica, supone un millón de extra de dólares gastados este año para poder enviar comida a los necesitados. Este aspecto de la crisis que afecta a las organizaciones humanitarias y misioneras, en relación con el precio de los combustibles se ve así mismo en que recientemente el ministerio Alas del Socorro anunció un recorte del 10 por ciento en sus actividades. Alas de Socorro es una organización de vuelos que sirve de apoyo a misioneros ubicados en lugares remotos, proveyéndoles transporte aéreo, comunicaciones y tecnología. Mientras la gasolina para vehículos está alcanzando ya los 5 dólares por galón en EEUU, Alas de Socorro debe pagar los vuelos de 13 aviones, por lo que los responsables de la organización han anunciado que parte de su flota de aeronaves tiene que permanecer en tierra sin poder despegar por no poder cubrir el alto coste del combustible. ¿SOLUCIONES? ¿Cuál es la respuesta? Para muchos misioneros es literalmente recortar gastos, así que se esfuerzan en reducir al máximo su presupuesto personal quitando todo aquello que no sea esencial. Algo positivo sale de toda esta situación. Muchos misioneros dicen que su vida espiritual está creciendo de una forma que no imaginaron, ayudándoles a poner su necesidad financiera en una perspectiva espiritual que depende sólo de Dios. "Creo que, más que otra cosa, estas circunstancias han dirigido nuestros pensamientos de vuelta al Señor para recordarnos que dependamos de Él día a día", dice John Brady. Por su parte Curt Kregness, manifiesta que, “Él nos muestra que el dinero no es lo más importante en el ministerio y que Él puede proveer para todas nuestras necesidades”.

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