Muchos crucifijos que venden en EEUU están hechos por esclavos chinos

Junxingye es uno de los muchos seres humanos que subsisten en China en condiciones de esclavitud. Cuando ya llevaba 19 horas seguidas trabajando en la fábrica china dijo la siguiente frase: "Jesús, apiádate de mí. Voy a morir de cansancio".

N. YORK · 02 DE DICIEMBRE DE 2007 · 23:00

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Está, junto a varias adolescentes de apenas 15 y 16 años, en una cadena de montaje. Fabrican crucifijos que más tarde se exportan a templos norteamericanos tan conocidos como la Catedral de San Patricio o la Trinity Church. El precio de venta de las cruces ronda los 17.99 dólares (unos 10 euros), aunque quienes las fabrican cobran menos de medio euro cada hora. La entidad que controla la parte comercial de este negocio espiritual, Association for Christian Retail, facturó 2.500 millones de euros el año pasado. ACEITE INDUSTRIAL EN LA COMIDA Esta lamentable situación la ha denunciado The National Labor Comitee, una organización norteamericana que se dedica a denunciar la explotación laboral de algunos países. En su informe denuncian la situación que viven algunos trabajadores en una fábrica del país asiático, indicando que no sólo se enfrentan a jornadas laborales interminables, horas extra que duran días y una total carencia de días de vacaciones sino que manejan productos químicos que pueden ser tóxicos. La empresa se ha negado a darles detalles sobre estos productos a los trabajadores, así como a ofrecerles algún tipo de protección. Denuncian, además, que duermen en habitaciones comunes, con colchones apilados y en condiciones de salud infrahumanas. La comida que les ofrecen es agua con hojas de vegetales y manchas de aceite industrial flotando junto a ellas. Detrás de toda esta red está la Association for Christian Retail, una organización que se dedica al comercio de productos cristianos que, según el informe, facturó 4.630 millones de dólares durante el año pasado (unos 2.500 millones de euros).

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