Una localidad italiana podría reservar playas a musulmanas

Riccione tienen cada año una clientela árabe muy rica en sus playas, se bañan al caer el sol y permanecen vestidas de la cabeza a los pies. Situada a unos kilómetros de la célebre localidad de Rimini, Riccione (Emilia-Romagna, centro de Italia), cuenta con 200.000 habitantes en verano contra 35.000 el resto del año, y vive sobre todo del turismo estival y de su litoral, que se extiende por 6,5 kilómetros. Desde hace varios años, los turistas de Emiratos Árabes Unidos o de Arabia Saudita se suman a la tradicional clientela alemana o francesa, y se calcula que acuden entre 1.000 y 1.500 visitantes árabes durante el verano. Silvio Berlusconi y Carlo Giovanardi (UDC, demócrata-cristianos), han pedido que el prefecto de Rimini convoque al alcalde de Riccione para pedirle explicaciones, ya que nadie puede impedir la libre circulación de personas en las playas, ni imaginar los establecimientos públicos transformados en lugares de discriminación por razones étnicas, religiosas o sexuales. Consejero regional en Emilia-Romagna de Forza Italia, el partido de Berlusconi, Andrea Leoni deploró que una colectividad local se pliegue a la voluntad de sus riquísimos huéspedes islámicos y aísle a las mujeres con velo a playas reservadas porque para ellos esté prohibido mezclarse.