La prevención, clave en la relación entre iglesias y legislación

La AMEC y Ferede han ofrecido un espacio de formación para pastores y líderes de iglesia sobre cómo afectan a los centros de culto los últimos cambios legales en materia de registros oficiales, protección de datos y actividades fiscales. 

Jonatán Soriano

BARCELONA · 26 DE NOVIEMBRE DE 2018 · 12:00

Cerca de 50 pastores y líderes de iglesia se han encontrado en la Iglesia Bíblica Ebenezer para una formación sobre los últimos cambios legales. / Eric Rodríguez,
Cerca de 50 pastores y líderes de iglesia se han encontrado en la Iglesia Bíblica Ebenezer para una formación sobre los últimos cambios legales. / Eric Rodríguez

Iglesias protestantes y legislación estatal están obligados a entenderse. Las primeras, por que no pueden permanecer ajenas a las leyes vigentes en su marco de actuación y convivencia. Eso podría llevar a incurrir en un delito. La segunda, porque sigue evidenciando una gran falta de conocimiento en la gestión de un hecho tan sensible como el ejercicio religioso, con toda su diversidad. 

Con el objetivo de acercar posturas entre pastores, pastoras y líderes de iglesia, y los recientes cambios en los procedimientos de registros oficiales y algunas leyes que afectan a los centros de culto, la Asociación de Ministros del Evangelio de Cataluña (AMEC) ha organizado una jornada de formación en Barcelona, con el secretario ejecutivo de Ferede, Mariano Blázquez, y representantes jurídicos de la entidad. 

“Todavía, los gobiernos mantienen un modelo propio de la Iglesia Católica. Y esto nos afecta”, ha señalado Blázquez ante el medio centenar de personas que ha asistido al acto. 

 

LA CONSTANTE BATALLA DE LOS REGISTROS

El secretario ejecutivo de la federación ha sido el responsable de tratar la cuestión de los registros. La principal novedad que ha destacado Blázquez consiste en la existencia de dos posibilidades de registro para las secciones locales de las iglesias. Por un lado, tener una dependencia absoluta, sin NIF, y por el otro, tener una personalidad jurídica propia pero con dependencia de la iglesia principal. “Es una novedad importante que nos obliga a tener los estatutos de la iglesia madre pero también los propios. Ahora tenemos más opciones. Por ejemplo, la iglesia de Filadelfia se puede estructurar y tener circunscripciones territoriales a partir de una sola iglesia”, ha manifestado. “Para las iglesias pequeñas es importante porque permite un funcionamiento mayor”. 

Blázquez también ha incidido en la importancia de ser rigurosos con el cumplimiento de los plazos estipulados para presentar modificaciones de estatutos o cambios en los representantes legales de la iglesia. Casos para los que tan sólo se dispone de tres meses para informar a la Administración pública. 

La relación con los ayuntamientos e instituciones municipales sigue siendo una piedra en el zapato. Si la gestión de la diversidad religiosas provoca complejidades a nivel general, en el ámbito local los choques entre iglesias y ordenanzas se hacen más evidentes. “Es una lucha constante porque cada uno tiene su normativa. Las iglesias evangélicas están exentas de licencias de apertura pero se nos exigen las de funcionamiento u otras”, ha asegurado Blázquez. 

También la potestad para celebrar bodas y casar es otro de los temas delicados. Según ha dicho el representante de la federación, los ministros de culto que quieran casar a parejas deben inscribirse en Ferede para obtener reconocimiento legal, aunque “ahora no se están realizando inscripciones porque quedan detalles de los que hablar”, ha explicado Blázquez en relación al debate de la sola conformidad con matrimonios heterosexuales. En relación a ello, el secretario ejecutivo de la federación también ha recomendado reflejar en los estatutos el único reconocimiento a parejas del sexo opuesto. “Tal y como avanza la ley, recomendamos protección”, ha insistido. 

 

Las modificaciones afectan, sobre todo, a los registros oficiales, la protección de datos y la prevención de delitos fiscales y contra la transparencia. / Eric Rodríguez

EL PELIGRO DE LOS DATOS

Uno de los aspectos que más señala a las iglesias ante la ley es el de la gestión de datos. Los registros de membresía y la inclusión de las redes sociales y de tecnologías de la comunicación audiovisual en los centros de culto han provocado un gran volumen de datos sobre el que hay responsabilidades concretas. “Muchas veces pensamos que no se hace nada con los datos pero están ahí, en ficheros, y eso también es tratamiento de datos personales”, ha advertido la abogada de protección de datos del servicio jurídico de Ferede, Adela Negriu. 

Según ha explicado Negriu, la principal novedad en la legislación de datos es que el principio de responsabilidad pasa a ser proactivo, es decir, se exige a las iglesias una prevención de cualquier posible falta legal en este sentido. Por ejemplo, tener localizados los datos, saber quién tiene acceso a ellos o para qué sirven. “Hay que hacer una evaluación de los medios que tenemos para hacer frente a esos riesgos”. 

Los otros dos cambios a tener en cuenta son la obligación de crear la figura de un delegado de protección de datos y de obtener consentimientos informados y personales por parte de los miembros y asistentes de la iglesia. Ya no sirven los permisos generales ni de palabra. Prueba de ello es el incremento de las sanciones por incumplimiento de la ley de protección de datos, que pueden llegar hasta los 600.000 euros. 

 

LAS IGLESIAS, TESTIMONIO EN LA TRANSPARENCIA

Otra de las cuestiones que se han analizado en la jornada de formación es la de la prevención de delitos, enfocada sobre todo a la transparencia y al blanqueo de capitales. En palabras de la abogada del servicio jurídico de Ferede, Carolina Bueno, se trata de leyes pensadas para las Administraciones públicas pero que también afectan a entidades privadas, como las iglesias. “Hay una sospecha hacia las entidades religiosas. Pero las iglesias no tenemos nada que esconder. Podemos ser un testimonio en cuanto a la transparencia, incorporar ciertos elementos a nuestra rutina nos puede ayudar a prevenir”, ha reiterado Bueno. 

La abogada también ha hecho énfasis en la prevención de incurrir en posibles delitos fiscales, sobre todo si se tiene en cuenta que la principal fuente de ingresos de las iglesias son los donativos y que, desde 2010, la legislación considera que una persona jurídica puede cometer delito penal. Lo que afecta a los centros de culto por las infracciones cometidas en su seno. Por eso, desde la federación recomiendan establecer medidas de prevención, como registrarlo todo por escrito o elaborar un protocolo contra los abusos. “La iglesia tiene que ser proactiva, informando a la gente”, ha resaltado Bueno. 

 

ENDURECIMIENTO EN CUANTO A LA FIGURA DEL MINISTRO DE CULTO

A pesar de los cambios en la legislación, hay aspectos que se mantienen igual. Por ejemplo, el hecho de que los pastores no tengan derecho a un subsidio de desempleo. “La relación entre el ministro de culto y la iglesia no es laboral, sino religiosa, por lo que se registra por contingentes comunes y no laborales”, ha explicado el abogado del servicio jurídico de Ferede, Álvaro Serrano. 

También se ha recordado que para que el Estado reconozca a un misionero, la persona debe ser antes invitada por una iglesia inscrita en el registro de entidades y que garantice previamente su manutención. El obrero, por su parte, debe resolver su visado desde su país de origen. “Ha comenzado una caza de brujas por parte de la Seguridad Social que acredita sólo a los ministros de culto de las iglesias inscritas en Ferede”, ha matizado Serrano. 

El abogado también ha insistido en la necesidad de las iglesias de obtener el certificado digital para poder comunicarse con la Administración. “Prácticamente todo se hace por ahí. Es posible que nos lleguen comunicaciones de esta forma y sin certificado digital no se pueden recibir”, ha alertado. 

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