El Defensor del Pueblo dice que la bandera a media asta choca con la aconfesionalidad

Las decisiones polémicas por parte de la Administración se hacen notar, especialmente, en esta época del año. Al nutrido volumen de decisiones que han dado qué hablar durante la Semana Santa, se le suma desde el año pasado un nuevo gesto que se ha repetido este 2018. Las banderas ondeando a media asta en las bases militares y en el edificio del Ministerio de Defensa por orden de su responsable, María Dolores de Cospedal.

En 2017 Cospedal ya justificó su decisión asegurando que el recuerdo de la muerte de Cristo durante esta semana forma parte de la cultura española y que “la celebración de festividades religiosas por las fuerzas armadas no infringe la legislación del país y el carácter aconfesional”.

Algo sobre lo que discrepa el Defensor del Pueblo, Francisco Fernández Marugán, que explica que esta decisión puede colisionar con la aconfesionalidad declarada en el Estado. En este sentido, Marugán ha aconsejado que “es más adecuado a la lógica de un Estado aconfesional prescindir de unos honores fúnebres militares con elementos de marcado significado religioso”.

Según manifiesta el Defensor del Pueblo, el Real Decreto 648/2010, documento que recoge las consideraciones legales en esta cuestión, hace alusión a altas autoridades, militares y personal civil, con una vinculación especial a Defensa y a las Fuerzas Armadas, como los actores susceptibles de este tipo de actos, pero no una imagen religiosa.

Además, los militares de los tres ejércitos participan en 200 actos de carácter religioso durante la Semana Santa, como en la procesión del Cristo de la Buena Muerte en que desfila la Legión.