“No me quieras tanto y quiéreme mejor”

Este fue el lema de la pancarta de un grupo de mujeres de distintas iglesias evangélicas de Valencia participando en la manifestación de la huelga del 8M en las calles de la ciudad.

Jonatán Soriano

VALENCIA · 09 DE MARZO DE 2018 · 08:15

El grupo sosteniendo la pancarta en la manifestación de Valencia. / Elisa Mañez,
El grupo sosteniendo la pancarta en la manifestación de Valencia. / Elisa Mañez

Seis millones de personas. Es el seguimiento que los sindicatos de Comisiones Obreras y UGT han confirmado de la huelga feminista organizada con motivo del 8 de marzo, Día Internacional de la Mujer. De las diferentes capitales en las que se han producido concentraciones y movilizaciones, Protestante Digital ha seguido de cerca la presencia de un grupo de mujeres de diferentes iglesias evangélicas en la manifestación de Valencia. “Ha sido impresionante. Había muchísima gente, tanto hombres como mujeres y el ambiente ha sido increíble”, explica Elisa Mañez, una de las asistentes.

Con una pancarta en la que se podía leer “No me quieras tanto y quiéreme mejor. Marcha contra la violencia de género”, además de indicar la pertinencia a una iglesia evangélica, esta decena de mujeres ha encontrado su lugar entre las cerca de cien mil personas que han recorrido las calles de la capital valenciana a lo largo del día. “Todas pensamos que la iglesia tiene que salir más y organizarse mejor porque saliendo estamos dando testimonio. Creemos que hay muchos temas sociales que tenemos y debemos defender. Por eso hemos escogido un lema que podemos defender. Tenemos un mensaje extraordinario y para poder contar nuestra historia tenemos que establecer puentes”, asegura Mañez, que dice que la pancarta ha llamado la atención de muchas personas y han podido tener tiempo para hablar con ellas en mitad del ir y venir del ambiente.

 

Un selfie de las manifestantes con la pancarta. / E. Mañez

 

EN DEFENSA DE LA HUELGA

“En los países en desarrollo la mujer trae dinero o alimentos a casa, cría y cuida a los niños, a los enfermos y ancianos y, por supuesto, se encarga de la casa. Lo he visto con mis propios ojos. Aquí hemos mejorado, pero en muchos hogares sigue siendo así. En la huelga se ha puesto de manifiesto que si la mujer no trabaja, el mundo se para”, defiende la cantante y enfermera de profesión, Eva Betoret.

Ese ha sido el leitmotiv de las movilizaciones en muchas ciudades. Una reivindicación del papel imprescindible que tiene la mujer con tintes no sólo enfocados al ámbito laboral, sino a todas las esferas de la sociedad. Así ha sido, también, el caso de la representación por parte de la iglesia, como ésta en Valencia. “Ya que la iglesia no tiene iniciativas, por lo menos que se hagan visibles las mujeres cristianas”, manifiesta la pastora de la iglesia de Benimaclet, Ana Domínguez.

“No veo a Jesús metido en la sinagoga toda su vida, o en sus años de ministerio, sino que lo veo compasivo, defendiendo a una adúltera, hablando con una samaritana de dudosa reputación. Y cada minuto de Jesús con la gente se convertía en cambios radicales en las vida que tocaba”, señala Abigail Castillo, por su parte. “Decimos que somos cristianos, embajadores de Dios en la Tierra, ¿pero hay cambios radicales en aquellos que nos rodean?”, se plantea. Castillo también se ha manifestado pero no ha podido hacer huelga porque asegura serle imposible encontrar trabajo. “Me manifiesto porque quiero estar al lado de los colectivos más desfavorecidos, que en este caso suelen ser las mujeres que han dedicado su vida a educar a sus hijos y ahora se plantan en los 50 sin carrera y sin experiencia y son apartadas del mercado laboral habiendo ‘producido’ los actuales ingenieros, médicos, músicos, investigadores y demás profesionales”, añade.

 

Según explican las asistentes a la concentración, la pancarta ha despertado curiosidad entre los manifestantes. / E. Mañez

NO HA SIDO UN ACTO PUNTUAL

El mensaje escenificado en la histórica concentración está ahora en la mesa de las instituciones políticas y de los principales poderes del mercado. Serán las decisiones políticas y empresariales las que rubriquen, o dejen en una jornada de protestas, el clamor expresado este 8 de marzo. “Las fuerzas políticas desvirtuarán la esencia de esta huelga y la utilizarán para su propio beneficio, por eso creo que hay que despolitizarla para expresar bien todo lo que hemos reivindicado”, señala Betoret.

En la misma línea, de no crear demasiadas esperanzas sobre los efectos que tendrán estos acontecimientos, Castillo lamenta que quede en otro episodio más. “Ha sido una demostración más de que las cosas no funcionan bien  y que hay que cambiar el sistema desde abajo, pero como a los políticos no les toca directamente seguiremos más o menos igual”, considera. “Queremos ser Europa y en Europa no hay que poner foto ni fecha de nacimiento en los currículums, sino que valoran íntegramente a la persona por lo que puede y sabe hacer”, reitera.

También la pastora Domínguez cree que la huelga “no será determinante y no generará cambios reales”. “Hacen falta más acciones prácticas”, dice.

La demostración ha quedado retratada en las calles del país. La reclamación por la igualdad es clara. Una parte de la iglesia la ha reconocido y se adherido a la protesta en representación, como ejemplifica el caso de este grupo en Valencia. Es tiempo, ahora, de reflexión y decisión por parte de los elementos y organismos que tienen la capacidad de hacerlo.

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