“Salga una opción u otra será preciso un proceso de reconciliación”

Jaume Llenas, secretario general de la Alianza Evangélica Española, advierte de la complejidad de las elecciones del próximo 27 de septiembre en Cataluña.

Jonatán Soriano , Redacción PD

BARCELONA · 11 DE SEPTIEMBRE DE 2015 · 07:43

El secretario general de la Alianza Evangélica Española, Jaume Llenas.  / Joel Forster,Jaume Llenas
El secretario general de la Alianza Evangélica Española, Jaume Llenas. / Joel Forster

Las elecciones catalanas del próximo domingo 27 de septiembre son especiales. Han asumido un carácter plebiscitario y los diferentes partidos y listas unitarias que se presentan centran su agenda y sus discursos alrededor del proceso soberanista.

Desde Protestante Digital comenzamos una serie de entrevistas a personas con cargos y responsabilidades dentro del ámbito protestante, con el objetivo de compilar diferentes análisis y puntos de vista al respecto.

El primero de nuestros entrevistados es el secretario general de la Alianza Evangélica Española, Jaume Llenas (Premià de Mar, 1960). Llenas define el debate electoral sobre la cuestión de la independencia de Cataluña como “una situación oscurecida por muchos aspectos” y llama a mantener la unidad cristiana por encima de las ideas políticas.  

 

Pregunta: ¿Crees que el debate y votación sobre la independencia también tiene lugar y sentido en el ámbito protestante español?

Respuesta: El pueblo evangélico forma parte de la sociedad en la que está y por ello, cuando el electorado de Cataluña es consultado, el pueblo evangélico que vive allí también es consultado. Las preguntas a los evangélicos son las mismas que al resto de los ciudadanos, lo que debería ser distinto es el lugar del que provienen las respuestas que damos. Una situación como esta es una situación en la que no es fácil ver con claridad, ya que hay muchos aspectos que oscurecen el debate, es algo parecido a conducir un automóvil en situación de niebla. Afortunadamente los cristianos tenemos el mejor aparato de navegación para situaciones de confusión que es la Palabra de Dios. La Biblia no nos da una indicación de a quien tenemos que votar, pero sí nos da unos principios que nos permiten tener actitudes alternativas y no sólo miméticas del resto de la sociedad.

 

P: ¿Consideras que este asunto político puede generar/está generando divisiones o tensiones en el seno de la comunidad evangélica?

R: Los evangélicos deberíamos tener en cuenta que nuestro punto de unión no reside en que pensamos lo mismo, sino en que tenemos un mismo Padre, ya que hemos sido salvados por Cristo y hemos recibido al Espíritu Santo para guiar nuestras vidas en todas las áreas, incluida el área de lo político. Esto nos hace ciudadanos de un nuevo Reino, el Reino de Dios. Esa es nuestra primera ciudadanía. Basados en nuestra común filiación en el Padre y en nuestra nueva ciudadanía en el Reino, la unidad cristiana no debería verse afectada por ninguna diferencia en cuanto a ideas políticas. El problema viene cuando nos alejamos de la base de la unidad del Espíritu y nos dejamos contagiar por el estilo de conducta de una sociedad dividida por causa del pecado. Hay que recordar las palabras de Santiago 4:1, cuando el texto nos pregunta: “¿De dónde vienen las guerras y los conflictos entre vosotros? ¿No vienen de vuestras pasiones que combaten en vuestros miembros?”. Ese es el origen real de los problemas de relaciones, no las opiniones políticas, sino cómo las sostenemos.

 

P: ¿Crees que las iglesias y entidades protestantes de España deben posicionarse en este asunto dentro y fuera de Cataluña?

R: Definitivamente no. La Iglesia local y las entidades representativas contienen cristianos de todas las percepciones políticas y que tienen la misión de llevar el evangelio a una sociedad donde también hay personas de todas las ideologías más variadas. Si las iglesias tomaran postura política podrían perjudicar ese llamamiento básico que es su razón de ser. La iglesia sí hace política en el sentido de que lucha contra el mal, contra la injusticia y la opresión social y está a favor del desfavorecido y abusado, como lo estuvo Jesús. Pero no tiene color político como tal, no hace política de siglas, aunque hace política con mayúsculas al oponerse al mal. En cambio, son los cristianos individuales los que, dentro de una cosmovisión cristiana que afecta todo su pensar, pueden optar por una u otra postura según sus percepciones personales. Dentro de la Iglesia hay independentistas y hay unionistas conviviendo cada día como hermanos y hermanas en Cristo.

 

P: En caso de que se proclamase la independencia, ¿en qué crees que cambiaría la situación de las iglesias, denominaciones y entidades evangélicas?

R: Aunque las consecuencias de un evento así son difíciles de precisar, he de destacar que la Iglesia cristiana trabaja en una perspectiva más internacional y global que sujeta a fronteras nacionales. Entre el grupo de seguidores de Jesús podemos ver a Mateo, un recaudador de impuestos para los romanos, y a Simón que era un zelote, grupo opuesto radicalmente a la ocupación romana. En vista de esta perspectiva transideológica y transnacional, la Alianza Evangélica Española ya lanzó un comunicado dos años atrás en el que proponía que, fuera el que fuera el escenario político que decidan los ciudadanos, los cristianos sigamos trabajando como una sola iglesia, mostrando así el amor mutuo que existe. Si somos capaces de hacer eso, podemos ser una de las herramientas de restauración de las relaciones. Tanto si la opción elegida por los ciudadanos es una o es otra, se va necesitar un proceso de reconciliación y restauración, puede que los evangélicos estemos llamados a ocupar ese lugar, si somos capaces de reflejar a Cristo, en lugar de dejarnos llevar por las pasiones.

Publicado en: PROTESTANTE DIGITAL - ESPAÑA - “Salga una opción u otra será preciso un proceso de reconciliación”