Cambio radical del puzzle político en España

Vuelco histórico en las elecciones municipales y autonómicas que anticipa un nuevo escenario político en España: la irrupción de Podemos y de las candidaturas populares que apoya en los ayuntamientos ha alterado definitivamente el mapa político y ha hecho que el bipartidismo sigue cediendo terreno, aunque los dos sigan en cabeza. La suma de los votos de PP y PSOE supera por poco el 50%, cuando habitualmente llega al 80%.

El PP sigue siendo el partido más votado pero sólo con el 26,7% del total y mucho menos poder territorial; y Barcelona podría tener en breve una alcaldesa que ha ganado procedente de movimientos sociales y de izquierdas, según el escrutinio. La candidatura popular que encabezaba Ada Colau ha ganado en votos y protagonizará un cambio histórico con mayoría de izquierdas en la segunda ciudad.

IU cae al 4,78% y UPyD al 1% del global, confirmando su paso hacia la desaparición institucional.

EL PP

El PP se desploma y sufre un descenso notable de votos, y pese a ser el partido que gobierna con mayoría absoluta en España no llega al 28% de los votos. El PP bajaría 11 puntos con respecto a las municipales de 2011, 21 con las generales de ese mismo año e iguala las europeas de 2014.

Perdería votos en unas elecciones nacionales y sufre también una pérdida de poder en ayuntamientos y en comunidades autónomas. Su batacazo electoral facilita el histórico vuelco político en ayuntamientos simbólicos como  Barcelona, Sevilla y Madrid si hay acuerdo entre la izquierda.

Los populares podrían perder todas las mayorías absolutas en autonomías y solo podrían gobernar en  comunidades si son capaces de llegar a acuerdos con Ciudadanos.

El PP gobernaría con acuerdos en Castilla y León, la Rioja Madrid y Murcia.

EL PSOE

El PSOE está a solo un punto del PP en el global, pese a que no llega ni siquiera al resultado de las municipales de 2011 y es el más votado sólo en las comunidades de Asturias y Extremadura.

El PSOE pierde dos puntos con respecto a las anteriores municipales, dos con las generales y sube dos respecto a las europeas de 2014, en las primeras elecciones con Pedro Sánchez como líder. No puede vender que es el más votado en sus primeras elecciones nacionales y se traduce en poco poder territorial.

Recupera poder institucional si es capaz de pactar con Podemos y las candidaturas vinculadas a movimientos sociales.

En los ayuntamientos de Valencia y Valladolid, acuerdos del PSOE con otras dos fuerzas de izquierda pueden arrebatar la alcaldía al PP, pese a ser los populares los más votados.

Acuerdos de la izquierda pueden dar las comunidades de Aragón, Asturias, Cantabria, Castilla-La Mancha, Valencia, y Extremadura.

PODEMOS Y LA COALICIÓN DE IZQUIERDA

El movimiento social que partió del 15-M, que ha unido a grupos políticos de la izquierda, a Podemos y a grupos ciudadanos, ha ganado en votos en Barcelona y estuvo a punto de ser así en Madrid con Manuela Carmena. Las dos principales ciudades de España podrían tener alcaldesas tan simbólicas y estaríamos cerca de un terremoto político para las generales previstas para noviembre.

Por el momento, el control de algunas comunidades y ayuntamientos queda a la espera de negociaciones y pactos, muy lejos del panorama anterior de mayorías absolutas claras del PP.

Con acuerdos de la izquierda (PSOE y Podemos) podría perder el PP más ayuntamientos de capitales de provincia, incluido el simbólico de Madrid donde el PP gana en votos, pero un acuerdo entre Ahora Madrid y PSOE puede arrebatar la alcaldía a los populares.

Sin duda ha irrumpido con enorme fuerza, aunque se ha quedado lejos de la impresión que llegó a producirse de que podría estar a la par del PP y del PSOE, algo que en el futuro va a depender de la actuación de quienes van a gobernar donde los ciudadanos así lo han decidido.

CIUDADANOS

Ciudadanos irrumpe en el panorama político español, con el 6,45% de los votos en municipales (de los cuatro es el partido con menor número de candidaturas) y con capacidad de decisión en  autonomías.

No obstante, en algunos lugares como la ciudad de Madrid no logra cubrir sus expectativas por la polarización entre PP y las candidaturas de izquierda. No son decisivos en ayuntamientos como Madrid o Valencia.

MADRID, BARCELONA, SEVILLA…

Según el 80% escrutado, Esperanza Aguirre, la gran apuesta de Mariano Rajoy, en Madrid está a punto de ser el símbolo del batacazo del PP, tras 24 años de mayoría absoluta popular, si hay acuerdo entre Ahora Madrid y PSOE. Su designación pudo ser un ser un error, porque más que movilizar a votantes del PP ha movido a los de la izquierda frente a Aguirre y agrupados en torno a Carmena. De hecho, en la Comunidad de Madrid, la candidatura de Cristina Cifuentes ha aguantado, es la más votada, aunque sin mayoría absoluta y con pérdida notable de votos pero que podría gobernar si logra pactar con Ciudadanos.

Si no hay acuerdos, la ley electoral prevé que en ayuntamientos si nadie tiene mayoría absoluta gobierne la lista con más votos populares. Si pactan Manuel Carmena y Antonio Carmona podrán arrebatar la alcaldía al PP y habrá alcaldesa de izquierdas.

Ada Colau, que lideró los movimientos contra los desahucios, crea un panorama insólito en Barcelona, superando a CiU, que gobernaba en minoría con Xavier Trías. Este resultado amenaza la hegemonía soberanista de cara a las autonómicas catalanas del 27 de septiembre.

Los populares son los más votados en las comunidades de Aragón, Cantabria, Castilla-La Mancha, Valencia, Madrid, Baleares, Murcia y La Rioja, pero necesita para pactar y sumar a Ciudadanos. No conserva ninguna mayoría absoluta

El partido de Rajoy está en el filo de la navaja en la Comunidad Valenciana aún en el aire un escaño que podría facilitar un acuerdo. Igual le ocurre a María Dolores de Cospedal en Castilla-La Mancha.

El PSOE es el primer partido solo en Asturias y Extremadura, pero también precisa pactos para gobernar. No se aprovecha de la caída del PP y fracasa en la Comunidad Valenciana donde, pese a los escándalos, no es capaz de superar a los populares.