“Como evangélicos, participemos en la mejora de la sociedad”

Xesús Manuel Suárez, de la Alianza Evangélica Española, anima a los evangélicos a votar “con criterio, con oración, con reflexión y con decisión”.

Daniel Hofkamp

PONTEVEDRA · 22 DE MAYO DE 2015 · 12:04

Pienso, luego voto. / runrun.es,
Pienso, luego voto. / runrun.es

Este domingo se celebran las elecciones municipales y autonómicas en 13 comunidades en España. Con los últimos coletazos de las campañas electorales de cada partido, nos toca también reflexionar sobre nuestro voto.

Xesús Manuel Suárez es analista político y vicepresidente del grupo de participación en la vida pública de la Alianza Evangélica Española, la cual lanzaba esta semana un comunicado animando al voto responsable, considerándolo “ una buena oportunidad de ejercer nuestra responsabilidad pública como creyentes”.

 

Pregunta. ¿Estamos los evangélicos dispuestos a participar de la vida política local y municipal, o todavía quedan barreras en este aspecto?

Respuesta. Quedan barreras, y por eso la Alianza hace este llamamiento. Todavía hay dudas sobre si esto forma parte de nuestra responsabilidad como hijos del Reino. Y nosotros, sí que tenemos responsabilidad en lo que pasa cada día. No debemos guardar nuestro tesoro para el futuro, sino hacer partícipes a todos de los frutos de paz y de justicia de ese Reino. Creo que hay muchas barreras que romper, falta de responsabilidad, muchos prejuicios.

A la vez, encontramos algunos evangélicos que son demasiado entusiastas de lo que pueda hacerse con respuestas políticas. Estas son respuestas limitadas. Por eso creo que debemos quedarnos en el punto medio: no crearnos expectativas excesivas, pero ejercer nuestra responsabilidad con criterio, con oración, con reflexión y con decisión.

 

P. Muchos cristianos prefieren no votar porque consideran que no hay “ningún partido que les represente” totalmente. ¿Qué dirías ante este argumento?

R. Es normal que no lo encuentren, nadie lo puede encontrar. A ningún cristiano nos representa ningún partido totalmente, somos hijos del Reino. Tenemos un modelo de sociedad que es imposible de alcanzar por medios humanos. Pero esto no significa que nos debamos inhibir.

El propio Jesús iba al meollo de las cuestiones. Que se dieran cuenta que merecía la pena intentar cambiar las cosas. Hay un cambio profundo en las personas que es el nuevo nacimiento, que es absolutamente distinto de los cambios políticos. Pero eso no significa que nos debamos quedar parados ante la evolución de la sociedad y ante la necesaria mejora de la misma.

Un ejemplo: en la Biblia vemos que a veces se opta por el mal menor. Si recordamos cuando a Jesús se le preguntó sobre el divorcio, él contesta que “Moisés, por la dureza de nuestro corazón, permitió dar carta de divorcio, pero al principio no fue así”. Nos está dando una pauta: en el futuro tampoco será así, en el Reino. Pero entre tanto, hay una dureza de corazón en nosotros, y Jesús es realista. Conviene tomar medidas que controlen, que repriman la extensión del mal, y traigan beneficio. Por eso, el voto como mal menor puede justificarse teológicamente.

 

P. Algunos también han planteado – de momento de forma teórica – el formar un partido político de tendencia evangélica. ¿Cómo valorarías esta posibilidad?

R. Hay que pensar primero ¿Somos capaces de conseguir representación parlamentaria, con el número que somos en España? No, no somos suficientes. ¿Podríamos conseguir un concejal? Sí, sin duda. ¿Merece la pena que haya hermanos en la fe que se presenten como concejales, o candidatos a alcalde? Sí, los hay y merece la pena. Ahora, a nivel general, no tenemos una masa crítica suficiente para conseguir representación en ninguna circunscripción. Por lo tanto no deberíamos crear expectativas que nos lleve a la frustración.

Hay además un trabajo previo necesario: debemos reflexionar sobre qué programa vamos a presentar. Nuestro programa no podrá limitarse a decir no al aborto, al matrimonio gay, y defender los derechos de apertura de lugares de culto. Eso no es un programa de un partido político, porque es algo muy restringido.

Creo que merece la pena pensar en cómo sería nuestro programa. ¿Qué ofreceríamos a nuestra sociedad? Eso sí vale la pena preguntárselo.

 

P. En el comunicado, la AEE hace énfasis en que debemos conocer el programa de los partidos porque será el baremo con el que podremos medir y luego reclamar la actuación de los gobiernos. Pero a veces en los programas se encuentran propuestas irrealizables. ¿Cómo separamos, en este caso, la “paja” de lo verdadero?

R. En campaña se prometen muchas cosas. Cuando alguien sabe que no va a llegar al poder, suele prometer el cielo. Pero en los partidos que tienen posibilidades, hay que ver si es realista. Hay que analizar si el presupuesto que tiene el Ayuntamiento es suficiente para cubrir los gastos de lo que se está prometiendo.

 

P. Uno de los temas tratados por casi todos los partidos es el problema de la corrupción. ¿Confías en que esta nueva legislatura sea capaz de generar políticas activas contra la corrupción?

R. En nuestro comunicado decíamos que la próxima legislatura será fantástica porque todos los candidatos se comprometen en la lucha contra la corrupción. Hay que preguntarles cómo piensan hacerlo, sobre todo empezando por su casa. A veces cae algún político. Tengo la convicción que algunos han conseguido dinero no sólo para ellos, sino para sus partidos. Pero debemos esperar mejoras.

Algunas cosas se han hecho ya. La ley de transparencia que se ha aprobado, con todos sus defectos, es un paso importante. Sobre todo vemos que a algunos les ha entrado el miedo.

Corrupción seguirá habiendo, pero hay más miedo a que te cacen. Confío en que se avanzará más, y debemos estar alerta, para recoger cómo van a luchar contra la corrupción, ajena y propia, y en unos meses preguntar si se está llevando a cabo lo prometido.

 

P. La AEE, en su comunicado, pide a la sociedad civil que sea vigilante de los políticos. ¿Qué iniciativas crees que podrían tomarse para que la vigilancia de todos sea más efectiva?

R. No podemos sólo confiar en jueces y fiscales, debemos asumir nuestro protagonismo como sociedad civil. Este es un pensamiento muy protestante, porque sabemos que la corrupción está en el corazón del ser humano, sale de dentro de nosotros. Por eso debemos ser responsables para controlarnos, con una vigilancia de unos a otros. Debemos hacer que las diversas instancias de poder sean independientes y se vigilen unas a otras. Por supuesto, también debe hacerlo la oposición. Y animo a los evangélicos a tomar medidas prácticas. Pongámonos de acuerdo para ejercer nuestro trabajo como parte de la sociedad civil. Pongámonos en contacto, como iglesias, con el próximo alcalde, para decirle que queremos ver como cumple lo que ha prometido, los objetivos comunes que propuso a la sociedad. Y a la vez, contactar con la oposición, para decirles que estamos dispuestos a colaborar en el seguimiento de la política municipal.

 

P. En clave de lectura política, seguramente el día 24 ya tendremos análisis desde una perspectiva nacional. ¿Hasta qué punto son válidos para cuestionar el liderazgo de los partidos a nivel nacional, o modificar programas, o gobiernos actuales, los resultados del 24?

 

X. Manuel Suárez. / Hector Rivas

 R. Los resultados tendrán incidencia. Ya están teniendo influencia. Si hay unos resultados muy escandalosos, podría haber cambios importantes, pero sabemos que las votaciones municipales son distintas. Estas fuerzas emergentes tendrán una incidencia importante.

Algo que puede marcar es lo que pase el día después, cuando seguramente sean necesarios pactos para gobernar, y esto servirá para medir la capacidad de gestión, de negociación de los diferentes partidos. Es bueno que deje de haber mayorías políticas, es bueno que se deje atrás el bipartidismo, que la política se muestre como es la sociedad, que es bastante más plural que los dos grandes bloques principales.

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