Bautistas celebraron Convención anual ‘Edificaré mi Iglesia’

‘Edificaré mi iglesia’ fue el lema de la Asamblea General de la Unión Evangélica Bautista de España, celebrada del 23 al 26 de octubre en el Hotel Palace de la Playa de Gandía, con la asistencia de 201 delegados y unos 150 visitantes, a los que se sumaron más de 130 jóvenes a partir del viernes por la tarde, superando en algunos momentos con otras visitas las 500 personas.

La Convención tuvo un carácter especial al tratarse de la última en la que Manuel Sarrias ejercía como secretario general de la UEBE, labor en la que ha trabajado durante los últimos 32 años. Por ello, se realizó un emotivo homenaje a Sarrias y a su esposa Dámaris, en agradecimiento por su labor.

SARRIAS: LLENO DE GRATITUD

Manuel Sarrias expresó en su discurso de despedida su “gratitud” por todos estos años y las personas que le han acompañado en su ministerio. Contó además parte de su testimonio: “Fui escogido en Cristo y me convertí al Señor una tarde de domingo de de febrero de 1965 en la Primera Iglesia Evangélica Bautista de Valencia. En la Convención de Cartagena de 1982, sentía que Dios me estaba llamando para servirle con mayor profundidad y dedicación. Esa convicción tuvo su confirmación en un viaje a Suecia en mayo de 1986 y se plasmó cuando el entonces Presidente de la UEBE, D. Luis Playá, al final de la primavera de 1989, me dijo que tras consultas a diversos niveles solicitaba mi conformidad para proponerme en la Convención que a finales del verano se iba a celebrar en Lleida como el primer Secretario general elegido y sostenido por la UEBE”.

“En estos años -resumía Sarrias- no me he aburrido (…) Cuando te entregas en cuerpo y alma a una tarea es algo que da sentido. Es bueno que te echen de menos, no de más, ni creerte imprescindible. Es sabio y elegante estar dispuesto a ayudar cuando te lo pidan y en lo que de verdad puedas ser útil. Es triste ver personas de muchos años de buen servicio que no han sabido estar al final. Por eso es importante comenzar bien, pero todavía más terminar bien”, expresó.

“La Iglesia, y particularmente UEBE, ha sido mi vida y eso no se puede dejar a un lado, como si no hubiera existido. Pero teniendo claro que Dios tiene personas para cada tiempo y que estaré en disposición de servir en lo que se me pida, pueda y deba ayudar”, concluyó el secretario general de la UEBE.

LA IGLESIA, TEMA CENTRAL

El tema central de la Convención fue “La Iglesia”, el cual se trató en las diferentes plenarias y talleres desarrollados.

El mensaje de apertura estuvo a cargo de Juan Marcos Vázquez (La Iglesia, en cumplimiento de la Misión), el segundo lo presentó Eduardo Delás (La Iglesia, fuerza del Espíritu) y el tercer mensaje lo expuso Manuel Sarrias (La Iglesia, cuerpo de Cristo), compartido dentro del culto dominical de la Iglesia de Denia (hubo más de 700 personas), con motivo de las celebraciones de su Centenario.

Se desarrollaron asimismo cuatro Talleres: Iglesia Misional, una tarea glocal (Xoán Castro y Jorge Pérez), Iglesias saludables (Ruth Giordano y Andreu Dionís, que sustituyeron a última hora a Jorge Pastor por motivo de una complicada operación de su hermana pequeña Dámaris), La Iglesia Edificando en Formación (Antonio Calero) y Cómo gestionar los cambios...JUNTOS (Joaquín Márquez). Todas las exposiciones estarán disponibles en la web de la UEBE.

Julio Díaz Piñeiro fue reelegido por cuatro años como Rector de la Facultad Teología Protestante-Alcobendas, pero las propuestas para Secretario General y Directores de los Ministerios de Obra Social y Juventud no fueron apoyadas por la Asamblea. Si fueron ratificados los Representantes Territoriales que correspondía (Arturo González-Sureste, Francis Guerra-Andalucía y Extremadura y Rafael Hernández “Feluco” – Canarias).

El presidente Andreu Dionís, tras la celebración de la Santa Cena, cerró la Convención al final de la última sesión celebrada en la Iglesia de Denia, con un llamamiento a la búsqueda de la voluntad de Dios, a profundizar en la visión y estrechar nuestras relaciones y comunicación, compartiendo un compromiso de unidad, esperanza y amor fraternal, confiando que el Señor continuará edificando su Iglesia.