El Keylor Navas más íntimo: Dios, familia y fútbol

Keylor Navas será el nuevo portero del Real Madrid, aseguran los medios deportivos, aunque aún falta concretar el contrato. Pero mientras tanto, los medios de comunicación se interesan por este hombre que ha pasado del trabajo duro a la fama. La última entrevista-reportaje, en el diario El Mundo, resalta la faceta personal e íntima del arquero costarricense. En ella, recuerdan que Keylor Navas siempre sigue el mismo ritual antes de cada partido: se arrodilla en la línea de cal e su portería, eleva sus brazos y mira al cielo. Navas (27 años) busca a Dios. Él ha sido su fuente de inspiración durante toda su carrera y en sus senderos también encontró al amor de su vida, su esposa Andrea Salas. Navas ya empezaba a despuntar en 2008 como portero del Deportivo Saprissa de San José después de unos comienzos difíciles y similares al que sufrió la estrella colombiana, James Rodríguez. El padre de Navas le había abandonado cuando era un renacuajo (ahora mantienen un cierto contacto) y quedó al cuidado de su madre profesora y de su abuelo, que era el responsable de llevarle a sus primeros entrenamientos. En Valencia el guardameta mantuvo su compromiso con Jesús. Allí comenzó a colaborar en la ONG solidaria Bona Vida y a asistir a la iglesia evangélica del municipio valenciano de Alboraya. Su pastor Tony Selma le acogió entre sus feligreses. «Es una persona fiel a Cristo y viene siempre que se lo permite el fútbol. Le gusta leer la Biblia y hace ofrendas para los más necesitados», comenta Tony, hijo de Antonio Selma, un ex futbolista del Real Madrid que estuvo a las órdenes de Di Stéfano y que compartió vestuario con Del Bosque. La devoción de Navas no ha pasado desapercibida en algunos estadios donde le han llegado a insultar durante su oración al iniciar cada partido. A él le afecta poco. «Así lo haré, aunque haya gente que me diga que soy un gilipollas porque Dios no existe», afirma Navas que pasará de cobrar 250.000 euros al año en el club granota a 2,5 millones de euros en el equipo merengue. Un 'subidón' salarial para una persona acostumbrada a una vida humilde. UN AMOR QUE NACIÓ EN UNA IGLESIA A Andrea Salas la conoció a finales de 2008 en la congregación evangélica Theos de la ciudad costarricense de Santa Ana. Hasta allí acudían los lunes y los martes de cada semana para buscar un remanso espiritual. Sus razones para asistir eran bien distintas. Navas se sentía agradecido a Dios por haberle encontrado de una manera personal después que El le hubiese ayudado a superar una delicada lesión de rodilla. «Yo asisto al estudio bíblico porque Dios tocó mi corazón. He aprendido muchas de sus enseñanzas, me ha ayudado a salir adelante, a pasar las pruebas difíciles», comentó el héroe nacional tico a un medio de su país. Salas, en cambio, ansiaba algo de paz interior tras unos años de vida loca, desengaños y portadas en la prensa rosa. Andrea no se enamoró de Keylor a primera vista. Y no porque el portero fuera poco atractivo. La realidad es que su corazón estaba cerrado a cal y canto tras un divorcio y varios romances fallidos (el último con Roy Valverde, un conductor de rallies). No había espacio para hombres en su vida, sólo para su hija Daniela y para su recién descubierta experiencia espiritual con Jesús. Su amor surgiría en la coincidencia de ambos en su experiencia común espiritual, en Jesús y en la Biblia. En diciembre de 2009 se casaban en una discreta ceremonia celebrada en San José, la capital de Costa Rica. Desde entonces sus caminos no se han separado y han crecido juntos en ese “cordón de tres dobleces” que ilustra la unión de un matrimonio en Cristo. Fue entonces cuando Andrea Salas decidió abandonar su exitosa carrera como modelo (fue Miss Hawaian Tropic en 2006 es) y acompañar a Navas en su aventura española. La joven también rechazaría sin dudarlo una suculenta oferta de la revista Playboy para ser una de sus conejitas. La fe y los valores adquiridos en la iglesia evangélica lz habían alejado totalmente de la cultura de la moda actual y le llevaron a centrarse en el cuidado de la imagen de Navas. Se especializó en diseño de páginas web y comenzó a asesorar a su marido. La primera parada del matrimonio en España sería Albacete, donde la pareja llevó una vida aparentemente tranquila. El temporadón del portero llamó la atención del Levante que decidió hacerse con sus servicios. Y ahora, el Real Madrid (sin olvidar la selección de Costa Rica).