El programa 'religioso' de Rajoy y Rubalcaba

Más que una defensa de la libertad religiosa hay un choque con la Iglesia católica (en la izquierda), y un silencio del PP que mantiene igual su vinculación al catolicismo.

MADRID · 07 DE NOVIEMBRE DE 2011 · 23:00

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El debate entre los dos principales candidatos a ser Presidentes del Gobierno en España trató muchas cuestiones, pero ninguna sobre la libertad religiosa o la relación Iglesia(s)-Estado. Este mismo desinterés se plasma en los programas electorales de los principales partidos. Lo único que los partidos del abanico de la izquierda, IU y PSOE, tratan directamente es el recortar derechos relativos a la Iglesia católica en una teórica defensa del laicismo; mientras que el PP evita tocar este tema, que le puede generar más de un quebradero de cabeza. Dan por hecho que el voto católico va para ellos por lo que sus derroteros van más centrados en la búsqueda de votantes menos ‘conservadores’. Es por ello que otros asuntos como la familia, y los distintos tipos que se proponen, el aborto o los derechos de los homosexuales tienen si cabe más importancia en los programas de las principales formaciones, y bsí tuvieron presencia en el debate entre Rubalcaba y Rajoy. EL PSOE El Gobierno de Rodríguez Zapatero no ha ocultado durante estas dos legislaturas su laicismo militante manifestado en confrontación con la jerarquía católica. Y con Pérez Rubalcaba la cosa no cambia. En su programa electoral los socialistas apuestan por profundizar en lo que llaman la "laicidad positiva", aunque desde la perspectiva de que "la inmensa mayoría de los ciudadanos ama la libertad personal frente a imposiciones religiosas". Es decir, quieren que la expresión pública de la fe se restrinja, algo que aunque no se diga afecta al resto de colectivos religiosos. En otra serie de puntos con leyes que afectan a la moral, el PSOE dará espaldarazo a la mal llamada ley de muerte digna y se felicita por convertir el aborto en un derecho y en una conquista de la mujer. Igualmente dice que "es parte fundamental de las políticas preventivas y del derecho a la salud pública". NEUTRALIDAD RELIGIOSA Un aspecto del programa electoral del PSOE es que se compromete, si gana las elecciones generales del próximo 20 de noviembre, a la neutralidad religiosa en los espacios y actos públicos en un apartado dedicado a 'Reformas para profundizar en la aconfesionalidad del Estado español'. Así, el programa afirma que la formación garantizará que en los espacios tutelados por los poderes públicos "no exista confusión entre lo público y lo religioso", algo que, según indica, es "un deber" del Estado. "La separación entre Estado y confesiones religiosas, es una medida positiva de fomento del pluralismo religioso y de la libertad de no profesar religión alguna", apunta el texto. ELIMINAR PRIVILEGIOS CATÓLICOS Asimismo, el programa del PSOE se compromete a modificar el artículo 206 de la Ley Hipotecaria y 340 de su Reglamento que, a su juicio, otorga "privilegios" hipotecarios a la Iglesia Católica al equipararla a las administraciones territoriales y corporaciones de derecho público, facultándola para emitir sus propios certificados de dominio en ausencia de título escrito de dominio. "La Ley Hipotecaria arrastra un privilegio en favor de la Iglesia Católica, tributario de épocas pasadas y carente de justificación", indica el documento que, al mismo tiempo, apunta que "resulta contrario a su naturaleza jurídica y al principio de aconfesionalidad del Estado". IZQUIERDA UNIDA (IU) Los comunistas, ecosocialistas y demás corrientes que forman Izquierda Unida están crecidos por las encuestas que le dan unos buenos resultados de cara al 20-N. Llevan un apartado entero dedicado al laicismo. Muchas y muy diversas son las propuestas en esta materia aunque su denominador común es su confrontación con la Iglesia católica. Por ejemplo, los comunistas quieren reformar la Constitución para suprimir lo que ellos tildan de privilegios confesionales, reforzando el carácter laico del Estado. Igualmente, apuestan por derogar los Acuerdos con la Santa Sede de 1976 y 1979 así como el Concordato de 1953. Puestos a eliminar piden derogar la Ley Orgánica de Libertad Religiosa de 1980 y elaborar otra de Libertad de Conciencia. Sus propuestas no se quedan ahí y van a por otra de sus reivindicaciones preferidas: "eliminar cualquier tipo de financiación pública, exención fiscal o administrativa, donación de suelo o subvención directa a instituciones religiosas". Aquí entra también la supresión del IRPF de la financiación de la Iglesia Católica y de las confesiones de notorio araigo con Acuerdos con el Estado (judíos, musulmanes y evangélicos). Ahora tocan los actos públicos. Exigen suprimir "todo tipo de simbología religiosa de los actos oficiales y espacios de titularidad pública" así como la obligación para que "los actos confesionales no tengan carácter oficial". Y en los colegios quieren prohibir "el adoctrinamiento religioso o la exhibición de símbolos confesionales". Del mismo modo, en su programa aparece también la obligación de velar por la laicidad de las enseñanzas que se impartan en colegios públicos, privados y concertados. En este sentido, aclara que "no existirá financiación pública para los centros educativos con ideario religioso". Una de las medidas más llamativas del programa de IU pide "incorporar conmemoraciones civiles al calendario laboral y escolar, nombres de personas ilustres de todas las tradiciones al callejero municipal, denominación neutra de las vacaciones escolares, igual acceso a los medios de comunicación públicos, eliminando el privilegio de trato concedido a sectores confesionales". PARTIDO POPULAR (PP) Por su parte, el Partido Popular evita en su programa hablar de aspectos que afecten a lo religioso a pesar de ser el partido que más voto aglutina en cuanto a católicos practicantes. La inerpretación de los expertos es que Mariano Rajoy se ve ganador de las elecciones y evita pronunciarse en temas que puedan generar una polémica mediática. Además se ve como el destinatario del voto católico y su objetivo pasa por buscar sufragios en otros caladeros que puedan tirar más al centro o centro-izquierda. En su programa, los populares sí intentan ser el valedor de la familia y asegura que apoyar a este colectivo "es la mejor inversión en los tiempos difíciles que estamos viviendo". En este sentido, anuncia un "plan integral de apoyo a las familias" para compatibilizar vida profesional y familiar. Agrega que "la maternidad debe estar protegida y apoyada". Consiste en lo siguiente: "promoveremos una ley de protección de la maternidad con medidas de apoyo a las mujeres embarazadas, especialmente a las que se encuentran en situaciones de dificultad. Impulsaremos redes de apoyo a la maternidad. Cambiaremos el modelo de la actual regulación sobre el aborto para reforzar la protección del derecho a la vida, así como de las menores". Otro asunto mediático corresponde a Educación para la Ciudadanía. Con decenas de miles de objetores a esta materia y el caso ya en el tribunal de Estrasburgo, el PP quiere cortar por lo sano y para contentar a una buena parte de su electorado anuncia la supresión de una asignatura que ha sido acusada de adoctrinadora al fomentar una radical política de género y ocupar el papel educador de la familia en temas morales. Será sustituida por "otra cuyo contenido esté basado en el aprendizaje de los valores constitucionales y en el conocimiento de las instituciones españolas y europeas". Siguiendo con política educativa, el programa popular dice querer reforzar la libertad de los padres de elegir la educación de sus hijos. VOTA SABIAMENTE 2011 (OCI) "Vota sabiamente", el informe del OCI (Observatorio Cívico Independiente, vinculado a la Alianza Evangélica Española ) trata en su apartado de libertad religiosa los programas y actuaciones del PP y PSOE. Su conclusión es pesimista. Sobre la izquierda política entiende que se ha radicalizado en sus posturas morales, entendiendo y legislando que debe existir una moral pública única, en muchos casos sin necesidad social que lo requiriese y sin ningún consenso social. Al margen de lo inadecuado de que lo político entre en el terreno de legislar lo moral que recuerda al nacional-catolicismo pero aplicado desde ideas de la actual izquierda española (especialmente en aspectos que sólo conciernen a la familia). También entende que, en su lucha por una separación Iglesias-Estado, se hace una lectura extrema que lleva a expulsar a los colectivos religiosos de la vida pública. "Las confesiones, entidades y personalidades religiosas tienen el derecho de participar como una fuerza social más en el debate y la vida pública. Llevar al ostracismo o marginar esta posibilidad es negar el derecho que una democracia concede a cualquier colectivo o persona, y creemos que es una tendencia grave y preocupante". En cuanto al PP, se valora un pequeño pero significativo acercamiento al colectivo de las “otras confesiones”, con un diálogo abierto que antes nunca había existido. Pero sin llegar a concretar este acercamiento en una actuación y propuestas concretas que manifiesten con claridad su apuesta por la pluralidad; manteniendo la confesionalidad central del partido en torno a la jerarquía católica. UPyD (ROSA DÍEZ) La formación presidida por Rosa Díez lleva un pequeño apartado denominado "estado laico" y piden una reforma de la Constitución Española. De hecho, su programa ya aporta cómo debería quedar el artículo 16 de la Carta Magna. Así sería, según UPyD: "Ninguna confesión tendrá carácter estatal". Además, est partido dice que "impulsará la laicidad del Estado, garantizando la libertad de conciencia y de prácticas religiosas legítimas -que no atenten contra los principios básicos de la Constitución-, así como la autofinanciación de las confesiones religiosas y la total separación de preceptos religiosos e instituciones del Estado". En otros aspectos, UPyD apuesta por la adopción por parte de parejas homosexuales así como una "igualdad en la asistencia integral a las personas con trastornos de identidad de género (transexualidad) en la sanidad pública de toda España".

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