Cuando el púlpito es una Harley Davidson

Carlos Laborda, pastor evangélico, recorre el país montado en su moto junto a otros “hermanos” sin renunciar a su otra pasión: hablar a las personas de su fe.

PALENCIA · 15 DE ABRIL DE 2011 · 22:00

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Carlos Laborda es pastor de una iglesia evangélica en Palencia. Lo peculiar es que parte de su ministerio lo desarrolla montado en una moto de alta cilindrada. Es un 'motero' y suele sumarse a las masivas convocatorias, en las que aprovecha para compartir sus dos pasiones: quemar rueda durante horas y hablar a otros de Jesús. Así lo mostró durante un reportaje que le dedicó el programa 'Vidas Anónimas', emitido regularmente en La Sexta. En él seguían el día a día de Carlos Laborda, que recorre el país a bordo de su Harley Davison acompañado de los ‘Coverbacks in Him’ (‘Espaldas cubiertas en Él’) –“una familia”, dice-. Entre los proyectos inmediatos que tienen los 'Coverbacks in Him' está el participar “como amigos” en la gran concentración nacional que tendrá lugar en Barcelona el próximo 19 de abril. Además, repetirán la experiencia de visitar las cárceles con sus motos. “Dios mediante, volveremos a entrar en Palencia y tenemos el plan de visitar Madrid VII, Extremera, apoyando el extraordinario trabajo de asistencia religiosa evangélica que se realiza allí. ¡Hay 700 solicitudes de internos para asistir a las reuniones!”, recuerda entusiasmado. EL REPORTAJE El reportaje que le dedicó La Sexta muestra a Carlos Laborda en plena acción. Vidriero de profesión y motero por vocación, Laborda tuvo su primera aproximación al evangelio en una iglesia de Asambleas de Hermanos. Luego realizó la prestación social sustitutoria (como objetor) en el centro de rehabilitación cristiano RETO. “Estoy muy agradecido por todo lo que recibí de ellos”, cuenta. “La moto para mí es un hobbie, igual que me gusta leer y me gusta pescar..., y en algún momento Dios me habló y me mostró que podía hacer algo para Él con la moto”, explica Laborda, que heredó la pasión por las dos ruedas de su padre. “En nuestra iglesia hay gente muy normal”, señala, “hay personas de 60 años, padres, niños, etc., pero cuando un chico joven, con pelo largo o ‘look heavy’ viene a nuestra iglesia no se siente incómodo”. De hecho, el reportaje de La Sexta muestra imágenes poco habituales de moteros disfrutando de una comida, escuchando al predicador-motero hablar del amor de Dios, y leyendo ejemplares de la Biblia. “Yo no soy cristiano ni creo en Dios”, aclara uno de ellos, “pero me gusta el lugar libre que hay aquí”. “Yo creo en Cristo”, afirma otro, “pero no creo en la Iglesia ni creo en religión”. Carlos Laborda no pretende ‘convertir’ a nadie. “Queremos cultivar relaciones de amistad con ellos y que tengan la oportunidad de escuchar el mensaje; creemos que así estamos haciendo lo que Dios nos encomendó”, explica. Fuente: Actualidad Evangélica

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