Representantes de las `minorías religiosas´ piden desarrollar la actual ley de Libertad Religiosa

El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, ha afirmado el pasado miércoles que no hay ´urgencia´ ni ´necesidad imperiosa´ para reformar la Ley Orgánica de Libertad Religiosa (LOLR) porque, aunque la vigente “exige una actualización”, en España “la libertad religiosa se ejerce sin ningún problema y no hay discriminación alguna por razón religiosa”. Ya lo adelantó la semana pasada el ministro de Presidencia, Ramón Jáuregui. En este sentido, las confesiones han señalado que no existe una “voluntad real” por parte del Gobierno para solventar los problemas de las religiones minoritarias “de notorio arraigo” en España, es decir, musulmanes, judíos y protestantes. LAS FEDERACIONES HABLAN Además, el portavoz de la Federación de Entidades Religiosas Evangélicas de España (FEREDE), Mariano Blázquez, ha apuntado a Europa Press que las minorías religiosas están “cada vez más desatendidas” por las entidades públicas e, incluso, ha asegurado que, a veces, se sienten “acosadas” por las corporaciones locales con cierres de lugares de culto. En cualquier caso, Blázquez ha explicado que la igualdad entre las confesiones no depende de una nueva ley sino de gestos y ha puntualizado que hay “muchos asuntos pendientes”. “Que las minorías seamos tratadas con normalidad, que también tenemos derecho”, ha reclamado. Por su parte, el presidente de la Federación de Comunidades Judías en España (Fcje), Jacobo Israel, ha señalado, en declaraciones a Europa Press, que, dada la “difícil situación actual” para encontrar un consenso, lo importante es “desarrollar la anterior ley” mediante la promoción de convenios como los firmados con las minorías religiosas en 1992. Además, el presidente de la Federación Española de Entidades Religiosas Islámicas (Feeri), Mohamed Hamed Alí, ha remarcado que para que se apruebe una nueva Ley de Libertad Religiosa es necesario buscar un ´consenso´ no sólo entre los partidos políticos sino también con las propias confesiones religiosas. Por ello, Hamed no ve mal un aplazamiento de la normativa hasta que se les facilite a las minorías confesionales un borrador del proyecto para conocer “a fondo” los objetivos del mismo, así como para dar su opinión sobre la ley. A su parecer, si no se cuenta con su visión, el proyecto sería ´más político que religioso´.