La Iglesia católica pierde 30 millones -pero gana contribuyentes- en el IRPF

Hacienda se «quedó corto» en su concesión para los obispos durante el año 2006. Hasta 29,5 millones de diferencia que «perdieron» ese año. El Ministerio les adelantó, mes a mes, en una cuenta de la Conferencia Episcopal Española (CEE), un total de 144,2 millones, pero los contribuyentes asignaron ese año a la iglesia católica algo más de 173,7 millones de euros. La diferencia no será abonada a los obispos a causa del último acuerdo entre la iglesia católica y el Estado.

MADRID · 30 DE NOVIEMBRE DE 2008 · 23:00

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Los casi 30 millones que se les escapan no preocuparon en el seno del obispado, ya que el aumento de contribuyentes y el cambio de la ley, vigente a partir del año 2007, aumentará sensiblemente los ingresos de la iglesia católica. De hecho, se da por sentado que los de 2007 (campaña fiscal de 2008) van a ser mucho más beneficiosos para el episcopado, que se ha gastado en el último año algo más de 2,7 millones de euros en campañas de imagen y publicidad para explicar el nuevo sistema de financiación eclesiástica. Entró en vigor el 1 de enero de 2007 e incrementó un 34% la asignación de cada contribuyente que ponga una equis en su IRPF en favor de la iglesia católica (antes el 0,52 de la cuota íntegra, ahora un 0,7). El artículo 3 de los acuerdos firmados hace un año por el Gobierno socialista y la Conferencia Episcopal dice que «antes del 30 de noviembre de 2008, se efectuará una liquidación provisional de la asignación correspondiente a 2007, practicándose la liquidación definitiva antes del 30 de abril de 2009. En ambas liquidaciones, una vez efectuadas, se procederá por las dos partes a regularizar, en un sentido o en otro, el saldo existente». Lo acordado entonces tiene, además, «carácter indefinido» pese al compromiso de autofinanciarse asumido por los obispos en el Acuerdo entre el Estado Español y la Santa Sede sobre Asuntos Económicos, de 3 de enero de 1979. AUMENTAN LAS «EQUIS» EN MÁS DE 250.000 El 33,45% de los españoles que hicieron en 2007 la declaración de la renta (IRPF) sobre sus ingresos en 2006 asignaron a esta iglesia ese 0,52% de la cuota íntegra del impuesto. Con relación al año fiscal anterior, se incrementó en 268.336 el número de declaraciones a favor de la Iglesia católica (7.750.000 personas, incluidos los contribuyentes de las haciendas forales y las declaraciones conjuntas). En porcentajes, supone «un leve ascenso en relación con el año anterior». Los datos los ofreció el vicesecretario general para Asuntos Económicos del episcopado, Fernando Giménez Barriocanal. También informó de que la Agencia Tributaria aún no les ha notificado la liquidación provisional del IRPF de 2007 (campaña de renta de 2008). Ese año el Estado entregó a cuenta a la CEE, mensualmente, 12.5 millones de euros. Éste explicó que, dado que la cantidad recibida como pago a cuenta del 2006 fue elevada a definitiva en la ley de presupuestos del 2007, la diferencia surgida (casi 30 millones de euros) no será liquidada. LOS OBISPOS APUNTAN ALTO A pesar de la crisis, el denominado Fondo Común Interdiocesano contará en 2009 con algo más de 223 millones de euros, de los que 210 provendrán de la asignación tributaria. Una cantidad que todavía no ha sido fijada por el Gobierno pero que los obispos estiman «moderada, más bien a la baja», sumando el pago a cuenta de los Presupuestos Generales del Estado en 2009 -alrededor de 156 millones- y la previsión de liquidación -lo recaudado de más- en la actual Declaración de la Renta, sobre la que aún no se tienen datos. De la distribución de los fondos, destacan los 136 millones que irán destinados a pagar el sueldo de los sacerdotes. Otros 20 financiarán la Seguridad Social de curas y obispos. El sueldo base de un sacerdote gira en torno a los 600 euros, mientras que el de un obispo supera los 850 (más dietas). VALORACIONES CUALITATIVAS Teniendo en cuenta que el hecho de poner la cruz en la casilla de la declaración de la renta es gratuita para el declarante, el porcentaje de aquellos que no lo hacen supone el de quienes se desmarcan de la Iglesia católica, a la que no quieren dar “ni saliéndole gratis” un céntimo de sus ingresos. Este porcentaje de españoles no simpatizantes con la Conferencia episcopal de la Iglesia católica era en 2007 de más del 66 por ciento.

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