Moisés Campos, el niño secuestrado en 1955 por el tribunal eclesiástico a una familia evangélica, presenta su biografía

El próximo día 7 de marzo a las 20.30 tendrá lugar en la Antigua Iglesia de Santa María en Andujar (Jaén), la presentación del nuevo libro de Moisés Campos Pérez: “Secuestrado”. Es la vida de un menor secuestrado y arrebatado a su familia por la Iglesia católica entre 1955 y 1967.

JAEN · 03 DE MARZO DE 2008 · 23:00

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“Secuestrado” es una mini biografía de Moisés Campos Pérez, que fue secuestrado por el tribunal tutelar de menores y el tribunal eclesiástico entre 1955 y 1967. Campos Pérez nació en marzo de 1946 en La Carolina, Jaén. Su abuela, Rosa Pérez Martínez, y su tía Irene Pérez Martínez, miembros de la Iglesia Evangélica; se responsabilizaron de su alimento, custodia y educación, nombrando además un Consejo de Familia y un Tutor (el pastor evangélico D. José Casado Cabrera). Su tía Irene, le cuidó en la Casa Evangélica de Huérfanos, que dirigía; primero en La Carolina (Jaén) y luego en Valdepeñas (Ciudad Real). Para que contara con mejores condiciones para su formación, le trasladaron a la Residencia de Alumnos del Colegio Evangélico "El Porvenir", de Madrid, dirigido por el matrimonio Jorge y Elfriede Fliedner, en la calle Bravo Murillo, 85. El 4 de octubre de 1955, diecinueve días después de su llegada a Madrid, nos cuenta en su autobiografía, "el Tribunal Tutelar de Menores, se apoderaba de mí. Bajo la protección del Tribunal de Menores, mi primera noche, fue terrible. Me sacaron del calabozo, donde me habían dejado solo, en la calle Lista, 32". El Secretario del Juez del Tribunal Tutelar de Menores, sin presentar ninguna documentación, reclamaba al niño, por la denuncia hecha por su padre para evitarle los "ejemplos corruptores". Así se anotó en la ficha del Expediente 1.109, incoado el 5 de octubre de 1.955. Inmediatamente, se le trasladó al "Colegio Porta-Celi. Asilo y Escuela para Golfos", en la calle García de Paredes, 32. Donde una monja se encargó de que aprendiera el Catecismo. El 7 de julio del año siguiente, le bautizaron en la Parroquia de Nuestra Señora de los Ángeles. Curiosamente, en la misma calle y cera, y sólo separada unos metros, del Colegio protestante del que había sido "secuestrado", o como dice un documento oficial, "sustraído". De Madrid, también lo llevaron al Colegio de la "Congregación de Esclavas del Amor Misericordioso", en la calle Francisco de Sales. Luego, lo trasladaron a Valladolid, al Colegio de Cristo Rey; y finalmente a Valencia, para que estudiara en el "Colegio de San José", de los jesuitas, en Gran Vía Fernando el Católico, 72. Siguiendo el relato del propio Moisés, nos enteramos de que pasaron “casi dos años y no tenía noticia de mi familia, no quería creer que realmente me hubiesen abandonado". La realidad era muy distinta. Su familia lo reclamaba y buscaba. Sus tutores, el pastor evangélico, D. José Casado Cabrera, primero, y luego, D. Joaquín Casado Aguilera; no cesaban de contratar abogados y difundir internacionalmente el atropello. Pero el Tribunal Tutelar de menores y su aliado el Tribunal Eclesiástico de Madrid; en un fallo, del 14 de abril de 1956, suspendió "los derechos de guarda y educación del menor, a la madre del mismo por su incapacidad mental y al tutor que se le había designado D. José Casado Cabrera" y al que le sucede, "D. Joaquín Casado Aguilera, adscrito también a la religión evangélica". OTROS INTERESADOS POR MOISÉS Teodoro Fliedner y Elfriede Fliedner, que lo tuvieron como "ahijado" en El Porvenir, Colegio/Internado del que eran Directores. La esposa, quien poco antes de su muerte, fue condecorado por el Rey Juan Carlos I, con el Lazo Azul. Anotó en su diario todos los detalles del "secuestro" y sus numerosas acciones para que Moisés alcanzara la "libertad". Ernesto Vellvé, abogado y poeta, también desde Madrid. Puso su profesionalidad e influencia para acompañar al matrimonio Fliedner, los familiares de Moisés y a los Pastores que actuaron como tutores. Tanto Irene Pérez, como José Casado Cabrera y Joaquín Casado Aguilera, formaban parte del equipo de la Misión Evangélica Española. Fundada por Percy J. Buffard (1874 + 1958), un inglés "enviado por Dios a la tierra de la Inquisición" Y que, a través de un Boletín trimestral en inglés, titulado "Tidings from Spain", divulgó la vida de Moisés, con fotos, editoriales y notas informativas; desde 1950 a 1963. Así encontramos las firmas de Irene Pérez, Ernesto Brown, Carlos Bufffard y Joaquín Casado. Juan Antonio Monroy, escritor y periodista, desde Tánger, Marruecos. Resumió el caso y la sentencia. Por cierto, ésta, para castigo de los que aman la libertad y la república, se dictó en un 14 de abril. FRAGMENTO El siguiente es un fragmento de "Defensa de los Protestantes Españoles" (de Monroy): “El hecho constituye, a nuestro juicio, un palpable ejemplo del extremo a que lleva la intolerancia religiosa en nuestro país. Por el solo delito de ser protestante, se niega a una humilde mujer el derecho de educar a quien ha criado desde su nacimiento dentro de sus propias convicciones religiosas, y se declara incompetente a un tutor por el único motivo de pertenecer a la religión protestante. Pasándose por alto todos los derechos y todas las reglas de la humanidad, un niño está siendo educado contra la voluntad de los suyos y contra su propia voluntad en un sistema religioso que les es de todo indiferente. Y no hay medio de evitarlo”. “La suerte del niño evangélico queda, pues, por ahora, sometida a la jurisdicción de un Tribunal dependiente de la Iglesia Católica, el cual ha conferido al Tribunal Tutelar de Menores el derecho a la custodia del niño. El tutor ha vuelto a apelar ante el referido Tribunal de Apelación, pero, humanamente hablando, se tienen pocas esperanzas de salir con éxito. Sólo la intervención divina puede resolver el caso a favor de los familiares del pequeño". También varios escritores extranjeros, escandalizados de tan monstruoso y fanático atropello, escribieron sobre éste y otros resultados de la unión de la Iglesia y el Estado en España. Y aunque la lista podemos alargarla, recordemos al francés Jacques Delpech, con su "Los protestantes oprimidos en España" (que se publicó también en francés e inglés); el sueco Björn Hallström, en "Viaje Secreto por España" (México, 1951); Y los ingleses Winifred M. Pearce, con "Don Percy" (Valdepeñas, 2007) y Ernesto Brown, en su "Why Spain?" (Inglaterra). Su prima Rosy, le identificó cuando le hacían desfilar vestido de cruzado en una procesión por las calles de Valencia. Como él mismo escribe, a los tres años, “¡habían conseguido localizarme!". Pero todavía tendría que esperar para ser "libre" y vivir con su familia. El año de 1960, nos dice: Me concedieron "pasar las primeras Vacaciones de Verano, junto a mi familia, después de casi cinco años de SECUESTRO". La prensa franquista y la poca "independiente", protestante o no, no se ocupó del caso en sus "Crónicas de Tribunales". También le permitieron vivir y estudiar en Jaén, desde que cumplió los catorce años. Aunque hasta 1967, que no tuvo los 21, no alcanzó la plena libertad para tomar decisiones. Con lo que pudo casarse, salir de España y no tenía que ir a los Campamentos de Falange, ni al los Santuarios de Loyola y Lourdes, ni ir a Misa, de lo que informaba la Guardia Civil. Hoy, con sesenta años, y cuatro después de "dirigir carta certificada al Obispado de Madrid, solicitando la anulación de mi nombre y vinculación de mi persona, en las listas de fieles de la Iglesia Católica Apostólica y Romana, ya que bajo ningún concepto quiero pertenecer a una comunidad en la cual fui maltratado, no he recibido contestación alguna". FUERO DE LOS ESPAÑOLES 1945-CONSTITUCIÓN 1978 Las injusticias contra la libertad y conciencia de Moisés, no fueran las únicas durante el Franquismo. Resulta grotesco y vil que a partir de 1945, se afirmara en el Fuero de los Españoles que "Nadie será molestado por sus creencias religiosas, ni el ejercicio privado de su culto. No se permitirán otras ceremonias ni manifestaciones externas que las de la religión católica". Ahí están las Actas de la Comisión Evangélica de Defensa y las de la Federación de Entidades Religiosas Evangélicas de España. Donde se puede tomar el pulso a los funestos Concordato con el Vaticano, en 1953, y de los Cuatro Acuerdos que lo substituyeron, en 1979. Felizmente, la Libertad Religiosa, en su doble implicación de Libertad de conciencia y libertad de culto, fundamento de todas las libertades, está reconocida en la Constitución actualmente en vigor. Y, esperamos que terminen todas las discriminaciones religiosas por parte del Ejecutivo, el Legislativo, el Judicial y los diferentes Medios de Comunicación Social. Para que historias como las de Moisés Campos Pérez, nunca se repitan ni olviden.

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