La Iglesia Evangélica Filadelfia organiza una vigilia en Huelva para reclamar la vuelta de Mariluz

El padre de la pequeña, Juan José Cortés, invitó a la vigilia a toda la sociedad onubense. Comenzó a las 22.00 horas en la citada avenida de Huelva y en ella los participantes encendieron velas por el regreso de Mari Luz. Del mismo modo, el domingo también hubo una concentración de motos en el nuevo estadio Colombino, desde donde marcharon hasta la residencia de la desaparecida, en la Plaza de la Rosa. Por otro lado, el padre de la pequeña informó de que el lunes pasado tenía previsto desplazarse a Portugal para mantener una reunión con el cónsul español en el país vecino, una visita que, según dijo, tiene como objetivo solicitar una reunión con las primeras autoridades lusas. CUANDO LAS LUCES SE APAGAN El paso del tiempo ha enfriado el caso de Mari Luz Cortés: la investigación está atascada y la desesperación mina el ánimo de sus familiares, que ya no saben qué hacer para encontrarla. El hecho de que aún no se haya podido aclarar qué pasó con la pequeña en la tarde del 13 de enero ni cuál es su paradero a día de hoy desanima (y mucho) no sólo a los familiares de Mari Luz, sino también a la propia Policía, que no encuentra un saliente del que agarrarse en la investigación del caso. El asunto ha perdido fuelle (esta es una realidad incuestionable) y, para que no caiga en el olvido, los familiares de la menor se afanan en recoger firmas con el objetivo de que se siga investigando. Incluso los padres de Mari Luz contratarán la próxima semana a detectives privados que puedan arrojar algo de luz al estancado caso. Pero para eso hace falta dinero y en la cuenta abierta (0182 3274 07 0201540352) para tal fin apenas se contabilizan 24.000 euros "que no nos llegan ni para pipas". Mucho han cambiado las cosas desde los primeros días de la desaparición de El Torrejón. Por aquel entonces, la posibilidad de que pudiera tener alguna conexión con el caso de la niña inglesa Madeleine McCann atrajo hasta la modesta barriada capitalina la mirada de los medios de comunicación de medio mundo. Una vez descartada esta hipótesis y ante la ausencia de nuevos datos que pudieran esclarecer qué pasó con la menor, las ruedas de prensa diarias de la familia en la Plaza Rosa, el masivo reparto de carteles, las constantes reuniones de los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado en la Subdelegación del Gobierno (que contaban con la presencia del Delegado del Gobierno en Andalucía, Juan José López Garzón), las manifestaciones y batidas multitudinarias..., todo parece haberse perdido con el transcurso de los días. El paso del tiempo también ha hecho mella en las convocatorias ciudadanas. Poco quedaba de las diez mil personas que se echaban a la calle en Huelva el pasado 22 de enero en la otra protesta convocada para el 13 de febrero, cuando se cumplía un mes sin la presencia de Mari Luz, en la que apenas unos centenares de persona mostraban su cariño y apoyo a la familia. Tampoco se han repetido las imágenes de decenas de voluntarios organizándose en batidas, registrando cada palmo de la ciudad y de sus alrededores, rastreos complementarios a los realizados por la Guardia Civil, Policía Nacional, Bomberos y Policía Local por tierra, mar y aire -en diez kilómetros a la redonda desde el punto cero de la desaparición y hasta en el vertedero de Villarrasa-, todos sin resultados. No cuesta entender entonces el dolor de esta familia, la desesperación que les ha llevado a recorrer media España en busca de algo de información, "a hablar incluso con videntes", a ofrecer dos recompensas -una de 150.00 euros primero y otra de 300.000 euros la semana pasada- por una pista certera que les lleve hasta Mari Luz. "Lo peor es no saber", explicaba el abuelo de la menor. Hace sólo cuatro días se descartaba definitivamente una de las hipótesis abiertas en la investigación: la de que se había visto a Mari Luz acompañada de dos niñas en la tarde de su desaparición mientras caminaba por la calle Margarita (aunque ésta era una pista escasamente fiable). "La Policía nos ha dicho que estas dos crías podrían ser dos primitas de mi hija que la andaban buscando al poco tiempo de ella desaparecer, cuando se la echó de menos en casa", explicó su padre. Una de las bifurcaciones de la investigación, la del posible caso de pederastia, hacía recaer las sospechas sobre un vecino de la menor, interrogado por la Policía en otra capital andaluza días después del fatídico 13 de enero. Es comprensible que Juan José Cortés sospechara desde el principio de S.D.G., con antecedentes de pederastia y otros tantos delitos de naturaleza sexual, "que llevaba unos tres meses en El Torrejón y venía huyendo de Oviedo, donde presuntamente había abusado de una muchacha", explicó. El hombre vive justo en la esquina por donde pasó la niña al ir a comprar al quiosco de Las Carrasco. Además, salió de su casa acompañado por su esposa el mismo domingo de la desaparición y a las 16.45 horas, según varios testimonios con los que cuenta la Policía Nacional, la hora estimada en la que se esfumó Mari Luz. No regresaría a su casa hasta cerca de las ocho de la tarde. Y la cosa no queda ahí: el día 14 de enero, a primera hora de la mañana, S.D.G. huía de Huelva en el primer tren con rumbo a Andalucía Oriental, tal y como asegura una hermana del sospechoso, que lo acompañó a la estación ferroviaria de la capital. Aunque todavía no se le ha descartado totalmente, "sí ha empezado a tomar más fuerza la otra línea de investigación, la del secuestro", anunciaba Cortés el pasado miércoles a este periódico. Y es que los registros en la casa del vecino no han dado resultado alguno y, además, tiene coartada. El testimonio de un testigo clave (aportado por Huelva Información a la Policía), que apuntaba que vio a Mari Luz hablando con un hombre que, tras un forcejeo, la introdujo en una furgoneta blanca en la que aguardaban otras dos personas, centra ahora las pesquisas policiales. "Pero están dando palos de ciego, como todos nosotros", manifestó ayer el abuelo de la niña, Juan Cortés. Bien es cierto que la esperanza es lo último que se pierde, pero cada paso imparable de las manecillas del reloj rumbo al futuro es una pesada losa sobre los hombros de sus seres más queridos. Mari Luz no es la simple imagen de la niña sonriente de los carteles de los escaparates de los comercios onubenses o de las lunas traseras de los vehículos. Es una chiquilla alegre y cariñosa a la que le gusta salir a la calle a jugar con su hermano Daniel, ver dibujitos animados, ayudar a su madre a poner la mesa o pedir a su padre que le diga que la quiere mucho. Sólo tiene cinco años pero es una niña "despierta, con mucha personalidad, un poco mandona a veces y con mucho arte", destacó su padre, Juan José Cortés, que sigue sin explicarse qué ha podido pasar con la pequeña. Mari Luz es una niña inquieta que ha dejado un vacío inmenso no sólo en el corazón y en la casa de sus padres, sino también los de todos los onubenses que, como su familia, esperan impacientes el regreso de la cría a El Torrejón mientras sueñan con las lágrimas de felicidad que derramarán el día en que esta pesadilla termine. MULTIMEDIA DOS NOTICIAS - España: la niña gitana desaparecida en Huelva es hija de un pastor evangélico - Apoyo masivo de toda España en veintidós manifestaciones para que vuelva Mariluz AUDIO: También pueden escuchar una emotiva entrevista en audio (3.4 Mb) realizada a Luis Molina -pastor, familiar y portavoz de la familia- realizada por Esperanza Suárez en eMision el viernes 18 de enero de 2007. DOS VIDEOS Les ofrecemos un reportaje en video de la desaparición de la niña (24 Mb), resultado de la edición varios medios. Incluye una entrevista a los padres y al abuelo de Mari Luz. Puede ver aquí un completo reportaje de las manifestaciones de Huelva y Madrid (7´14 Mb).