El Evangelio según Superman, un análisis de José de Segovia

Definitivamente no necesitamos tener ojos con rayos X para ver los toques mesiánicos que se incluyen en la última película, recién estrenada, de la saga de Superman, pues en ella se echa mano de una extensa e interesante similitud entre el regreso del "hombre de hierro" y la historia del "Hijo del Hombre".

MADRID · 17 DE JULIO DE 2006 · 22:00

,
Recién estrenada en los cines españoles, el paralelismo entre Jesús y el superhéroe en "Superman Returns" es tan obvio como lo son las diferencias con la verdad del Código Da Vinci. Y para que no pase desapercibido y a modo de análisis exponemos tan sólo un destello de esta continua metáfora que del Salvador hace la nueva película. Clark Kent es enviado a la Tierra por su padre, cuyo nombre es Jor-El, que por cierto es el nombre hebreo de Dios el Padre. Y para que esto fuese aún más obvio se recupera la figura de Marlon Brando en la escena en que dice: "Por esta razón te he enviado a ellos, mi único hijo". Ahí se podría poner el pasaje de Juan 3:16 a pantalla completa. Para empezar, el momento del regreso (una de las escenas iniciales de la película) muestra a Superman iniciando su “ministerio” de la mano de su madre, y con su padre fallecido. ¿Coincidencias con la Biblia y la “sagrada familia”? Por si esto no fuese suficiente, hay un momento donde el superhombre es severamente castigado por los sicarios de Lutor en una tortura de golpes que recuerda `La pasión´ de Mel Gibson. Para mostrarlo después con una herida de puñalada en su costado, y con una postura como si estuviese crucificado… para revivir (¿resucitar?) tras ascender –literalmente- al cielo y llenarse de la luz y la presencia solar. Definitivamente es una película que hace una continua analogía al Salvador-Jesús y en la que se deberían incluir en los créditos a Marcos, Mateo, Lucas y Juan. UN MUNDO QUE NO NECESITA SALVADOR Una escena que ha conmovido al público, es aquella en la que Loise dice: “El mundo no necesita un Salvador ... ni tampoco yo". Impacta posiblemente por ser el mensaje más subliminal y filosófico de toda la película en referencia a la historia de Cristo. Y es una reflexión directa de lo que opina nuestro mundo de la persona de Jesús. Loise opina que la necesidad de la sociedad de tener un Superman ha sido creada a partir de la debilidad y la inmadurez del género humano, postura que mantiene mientras se siente llena de un falso sentido de seguridad. La conclusión de la película es que, por el contrario, el mundo sí necesita un Salvador, aunque a veces no vea esta necesidad hasta que llega la crisis o la catástrofe… arriesgándose a que sea demasiado tarde. Otra escena que se repite varias veces es aquella en la que Superman le dice a Loise: “Yo estoy siempre cerca”, que recuerda que tenemos un Salvador a quien recurrir en cualquier momento y circunstancia (“Yo estaré con vosotros siempre, hasta el fin de los tiempos”). Una de las grandes diferencias es que Superman es virtual, y Jesús es real, no sólo en la Historia sino también para quienes afirman haberle conocido en su corazón (además, por supuesto, de que Jesús es inmune a la kryptonita).

Publicado en: PROTESTANTE DIGITAL - ESPAÑA - El Evangelio según Superman, un análisis de José de Segovia