Barcelona, con Vida y Esperanza

Muchos otros eventos evangélicos lo han intentado, algunos con buena organización y contenido, y no han logrado un resultado parecido.

BARCELONA · 04 DE MAYO DE 2015 · 21:00

,Festival Esperanza, Barcelona 2015

Les hemos informado del buen desarrollo del Festival de la Esperanza en Barcelona estos pasados 1 y 2 de mayo.

Pero para valorar el resultado obtenido, hay que entender que en España llenar un local de 27.000 personas (15.000 el primer día, algo más de 12.000 el segundo) es poco frecuente (grandes encuentros deportivos o conciertos-festivales de música de máximo tirón mediático aparte).

Si hablamos de un encuentro de contenido espiritual (olvidando las visitas del Papa y procesiones de enorme arraigo) ya se trata de algo insólito.

Añadiendo que además el acto está organizado por evangélicos, y que se celebró en un lugar periférico en cuanto a comunicaciones ya no es sólo excepcional, sino que roza el milagro.

Muchos otros eventos evangélicos lo han intentado, y no han logrado un resultado parecido.

¿Por qué ha ocurrido ahora y en este evento? Desde la subjetividad del análisis esbozamos algunas respuestas, que sabemos que serán incompletas y siempre mejorables, pero es un acercamiento.

1.- El acto ha tenido un contenido y organización de una gran calidad y variedad. Mucho trabajo responsable, bien coordinado y teniendo en cuenta todos los detalles.

2.- Ninguna persona o entidad ha acaparado o centralizado el encuentro (aunque hayan estado presentes), sino que el centro ha sido verdaderamente expresar a través del arte, los testimonios y la Palabra la vida y el mensaje del Evangelio de Jesús.

3.- Quizás por los dos puntos anteriores, las iglesias locales se han involucrado completamente. Y al decir iglesias queremos decir personas, sin distinción de categorías.

Hay que entender que si cerca de dos mil asistentes (1711, según datos oficiales) dieron un paso al frente aceptando públicamente a Jesús (sabiendo que esto es un símbolo), es porque amigos, compañeros de trabajo, vecinos o familiares cristianos les han testificado con su vida, con el mensaje del Evangelio, y les han invitado. Eran los otros dieciocho mil que allí estaban.

4.- Se ha hecho una difusión adecuada, en medios evangélicos y no evangélicos (estos últimos especialmente en Barcelona), con una cartelería de diseño magnífico, así como videos y audios.

5.- Se ha orado de manera constante y persistente. A menudo se olvida que la mejor organización no sustituye la excelencia de la oración.

6.- En todo lo realizado, de una forma u otra, se ha expuesto de manera clara la muerte y resurrección de Jesús, su obra y la necesidad inmensa del hombre de recibirla en su vida como único camino a ser salvos de esta vida vacía y de una eternidad aún peor. Y se ha expresado que esta nueva vida no es de sufrimiento sino de plenitud y gozo (no hay más que ver las fotos).

Quizás más de uno pueda decir que de una forma u otra los seis puntos anteriores se han cumplido en otras ocasiones, y es cierto.

Por eso, lo más importante es el último aspecto: 7.- Dios actúa cuando, como y de la forma que Él quiere. A veces en el momento o de la manera más inesperadas.

Lo importante es que nos ocurra como a Picasso, que decía que él creía en la inspiración, pero que ésta siempre le encontraba trabajando.

En nuestro caso, que creamos en la unción que Dios derrama con su poder que sobrepasa todo entendimiento. Pero que cuando esto ocurra nos encuentre también cavando, sembrando y esperando que esto ocurra.

Damos gracias a Dios por los que han trabajado para que el Festival de la Esperanza haya sido posible, desde los organizadores y entidades que lo han respaldado hasta cada persona que ha puesto su grano de arena, unos de una forma, otros de otra.

Y que Dios nos siga sorprendiendo, sin dejar nosotros de ocuparnos.

Publicado en: PROTESTANTE DIGITAL - Editorial - Barcelona, con Vida y Esperanza