A las puertas de Sión, de la mexicana Margarita Michelena

Para no olvidarla, hacemos conocer a una de las más altas voces líricas del país azteca.

29 DE NOVIEMBRE DE 2019 · 10:40

La poeta Margarita Michelena.,
La poeta Margarita Michelena.

Grata labor de rescate resulta para mí traer a los lectores de P+D esta pieza escrita por Margarita Michelena (1917-1998), poeta, crítica literaria y periodista mexicana, nacida en Pachuca de Soto, Hidalgo, y quien es considerada por muchos como la mejor y más culta escritora mexicana del siglo XX.

Estudió la carrera de letras en la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), así como también trabajó como guionista de la estación radiofónica XEW.

De igual manera, colaboró en las revistas América, Examen, Pájaro Cascabel, en el suplemento México en la Cultura del diario Novedades, en la revista América publicada por la Unión Panamericana de Washington, y en la Casa de la Cultura de Ecuador, entre otros.

En 1980 fundó y dirigió “Cotidiano”, el primer diario a nivel mundial elaborado exclusivamente por mujeres, cuyo lema era “La expresión de la mujer en la noticia”.

Sobre su obra literaria Octavio Paz señaló que “sus poemas son cristalizaciones transparentes, poemas bien plantados en la tierra, pero movidos por una misteriosa voluntad de vuelo”.

La obra poética de Margarita Michelena ha sido publicada en los poemarios: Paraíso y nostalgia (1945); Laurel del ángel (1948); Tres poemas y una nota autobiográfica (1963); La tristeza terrestre (1954); El país más allá de la niebla (1969); y Reunión de imágenes (antología, 1969). Murió en la ciudad de México en 1998.

 

A las puertas de Sión, de la mexicana Margarita Michelena

A las puertas de Sión

Jʼattends une chose inconnue Mallarmé

Ya sólo soy un poco de nostalgia que canta.
Y a tus puertas estoy como una piedra
gris en el lujo nítido de un prado.

No traje nada aquí ni dejo nada.
Tampoco sombra alguna ha descendido
de mis propias tinieblas y mis brazos.
Ninguna flor tomé sobre la tierra
para no encadenarme a su hermosura
ni por gracia mortal ser poseída.
Ni traigo ni el fantasma de un perfume
a tu jardín de límpidas esferas.
La soledad te traigo que me diste.

Óyeme aquí gemir, tu criatura
del exilio y del llanto.
Óyeme aquí, tu ciega enamorada
que su muerte muriendo sin morirse,
tu estrella ve temblando, suspendida,
desde el hundido túnel de su canto.

¿Cuándo enviarás mi sombra a devorarme?
¿Cuándo podré marchar hacia tus prados,
a tus puertas de oro,
cuándo por tus jardines apartados
iré ya sin mi muerte, ya robada
para el ancla vencida de mi polvo?

No más mi cuerpo ver, como un alcázar
de música ruinosa, ni la noche
circundando mi fiesta de amargura.
No más hablar de ti desde mi boca
que es sólo como muerte detenida,
no hablarte con mi voz, que se levanta
demorado desastre. Abre tus puertas
y ciega con la vista mis dos ojos.
Mátame de belleza, ya alcanzado
el gran callar hacia donde navega
la nave de nostalgia que es mi canto.

Deja que en este punto mi ceniza
se caiga desde mí, que me desnude
y me deje a tu orilla, consumada.
Qué con brazos de amor ‒no los que tuve‒
llegue por fin a la sortija de oro
con que al misterio ciñen tus murallas.

 

A las puertas de Sión, de la mexicana Margarita Michelena

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