Canto del Ungido, de Carlos Bonilla Avendaño

Poema leído en Salamanca, el 14 de octubre y durante el XXII Encuentro de Poetas Iberoamericanos.

21 DE NOVIEMBRE DE 2019 · 21:40

Carlos Bonilla leyendo en el Teatro Liceo (foto de José Amador Martín),
Carlos Bonilla leyendo en el Teatro Liceo (foto de José Amador Martín)

Aquí dejo conocer un texto del último libro de Carlos Bonilla Avendaño (Heredia, Costa Rica, 1954).

Estudió Teología y Derecho, y trabajó con comunidades campesinas y con migrantes nicaragüenses, en un acompañamiento legal, organizativo y pastoral. Posteriormente fue diplomático, representando a su país en Nicaragua, hasta su reciente jubilación.

Sus poemarios publicados son: ‘Alguien grita mi nombre y yo me escondo’ (1996), ‘Puerta de los ciegos’ (2000), ‘Tren sin retorno’ (2001), ‘Campanas bajo el mar’ (2019) y ‘Como beso de un ángel’ (2019). Poemas suyos están incluidos en varias antologías latinoamericanas.

‘Como el beso de un ángel’ fue finalista del ‘Premio Rey David de Poesía Iberoamericana’, y se publicó - por Tiberíades y Hebel - para ser presentado en el XXII Encuentro de Poetas Iberoamericanos, celebrado en Salamanca del 14 al 17 de octubre de 2019, en homenaje a San Juan de la Cruz y como recuerdo de la poesía de Eunice Odio.

 

Portada de Como el beso de un ángel.

 

VIII. CANTO DEL UNGIDO

He ahí a mi Ungido,

dice Jehová de los Ejércitos.

Con leche y miel lo alimenté,

con dátiles y hummus fortalecí sus brazos

y puse armonía en su cuerpo;

 

astucia de serpiente y mansedumbre de paloma

forjaron las cisternas de su ánimo,

bebió sabiduría en los pechos de su madre,

en el seno materno recibió conocimiento de mi Ley;

fue llamado a proteger mi Viña,

a pastorear los rebaños del Altísimo,

y una estrella fue la guía de su Nombre.

 

He aquí que mi Ungido será guerrero por mi Mano,

en su debilidad he de mostrar mi fortaleza

y la fuerza de mi brazo causará espanto entre las naciones.

 

¿Dónde está el Leviatán, terror de los Océanos?

¿El Behemot de cola fuerte como tronco de cedro?

 

Así también desaparecerán los impíos,

los opresores de mi pueblo,

los ladrones que asolan los viñedos,

los depredadores que hostigan mis rebaños,

los que adoran al becerro y a la plata,

los que levantan muros y separan naciones,

 

los que invaden hacienda tras hacienda y país tras país

para adueñarse de la tierra y sus confines.

 

Pero el Día vendrá, dice Yahvé Sebaoth,

en que el Valle del Terebinto,

el Elek Ha- Elá,

se verá refulgente bajo el sol,

la ardiente luz reflejada en corazas y lanzas

herirá los ojos de los poderosos

como espada de doble filo,

 

la Palabra/Luz que existía desde el principio,

la que ciega la mirada arrogante,

la que oscurece la astucia de los soberbios;

la Luz/Palabra que libera:

Luz Palabra Poesía;

 

Luzpalabrapoesía,

transformada en piedra

pulida, redonda, honda/mente certera,

piedra de tropiezo,

piedra angular,

piedra de ara,

piedra memorial,

piedra inquebrantable,

piedra destructora de ídolos con pies de barro,

piedra portadora de agua,

piedra Arca que guarda la esencia del Mesías,

piedra viva,

piedra que se incrusta en la frente del Gigante,

 

piedrapalabrapoesíaluzardiente

que quema, consume y aniquila,

 

piedra redentora que salva e incinera.

Como el beso de un Ángel.

 

Carlos Bonilla y los poetas que leyeron el día 15 (foto de José Amador Martín)

Publicado en: PROTESTANTE DIGITAL - Barro del Paraíso - Canto del Ungido, de Carlos Bonilla Avendaño