Yo no soy ese

“Sí Elías, acepto tu celo contra los sacerdotes de Baal, pero debes saber que prefiero mostrarme en este silbo apacible y delicado”.

31 DE OCTUBRE DE 2019 · 19:00

Foto: Unsplash, CC0,
Foto: Unsplash, CC0

“Sí Moisés, sabes que estoy enojado con mi pueblo salido de Egipto, pero has obviado lo mucho que le amo cuando golpeaste airado la peña con la vara: no entrarás en la tierra prometida”.

“Sí Elías, acepto tu celo contra los sacerdotes de Baal, pero debes saber que prefiero mostrarme en este silbo apacible y delicado”.

“Sí, yo instituí los sacrificios animales agradables y aceptos, pero debéis saber que más que sacrificios prefiero misericordia”.

“Sí Pedro, he venido a redimir a las ovejas perdidas de Israel, pero el evangelio es extensivo a todas las naciones: come de estos animales inmundos”.

“Sí, Pedro, acepto tu celo cortando la oreja del soldado que me apresa, pero aún te falta comprender de qué espíritu eres”.

“Sí Jonás, yo tampoco tolero la impiedad de quienes no son pueblo de Israel, pero quiero hacerte receptor de mi sentir compasivo hacia los gentiles de Nínive”.

“Sí, vuestros pecados son muy negros y merecedores de castigo, pero yo prefiero daros vida mediante el arrepentimiento”.

“Sí Abraham, has superado mi prueba ofreciendo a tu único hijo, pero debes saber que Yahvé no demanda sacrificios humanos”.

Así podría enumerar muchos ejemplos más. Por lo general andamos muy equivocados acerca de cómo es Él. Y casi siempre nos sorprende por el lado de la gracia y la misericordia.

Publicado en: PROTESTANTE DIGITAL - Cuentos - Yo no soy ese