El ramo
― ¡Qué ramo tan feo llevas! ― le dijo el conejo.
20 DE JUNIO DE 2019 · 20:40
Iba paseando Lucita por el bosque hacia casa de su abuela. Con intención de llevarle algún presente, recogía las plantas que encontraba por los bordes del camino.
― ¡Qué ramo tan feo llevas! ― le dijo el conejo.
― Tu abuela te lo tirará por la cabeza ― le dijo la ardilla.
― ¿Eso es lo mejor que puedes ofrecerle? ― le dijo el zorro.
Desanimada por esos comentarios, Lucita dejó su denostado ramo sobre la chimenea, una vez llegó a casa de la abuela.
El caso es que la encontró en cama muy enferma.
― Me encontraré mejor si me haces una infusión de hierbas ―dijo la anciana.
Lucita buscó y rebuscó por la cocina sin encontrar hierba alguna. Lanzó una mirada a aquel antipático ramo y ni corta ni perezosa lo metió en agua hirviendo.
Le ofreció la infusión a la abuela sin dar explicaciones.
― ¿Qué remedio me has dado que me he puesto bien al instante?
― No sé, abuela, un ramo muy feo.
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