El ramo

― ¡Qué ramo tan feo llevas! ― le dijo el conejo.

20 DE JUNIO DE 2019 · 20:40

Foto: Annie Spratt. Unsplash (CC0).,
Foto: Annie Spratt. Unsplash (CC0).

Iba paseando Lucita por el bosque hacia casa de su abuela. Con intención de llevarle algún presente, recogía las plantas que encontraba por los bordes del camino.

― ¡Qué ramo tan feo llevas! ― le dijo el conejo.

― Tu abuela te lo tirará por la cabeza ― le dijo la ardilla.

― ¿Eso es lo mejor que puedes ofrecerle? ― le dijo el zorro.

Desanimada por esos comentarios, Lucita dejó su denostado ramo sobre la chimenea, una vez llegó a casa de la abuela.

El caso es que la encontró en cama muy enferma.

― Me encontraré mejor si me haces una infusión de hierbas ―dijo la anciana.

Lucita buscó y rebuscó por la cocina sin encontrar hierba alguna. Lanzó una mirada a aquel antipático ramo y ni corta ni perezosa lo metió en agua hirviendo.

Le ofreció la infusión a la abuela sin dar explicaciones.

― ¿Qué remedio me has dado que me he puesto bien al instante?

― No sé, abuela, un ramo muy feo.

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