Luz de cielo

― Por poco me persuades a ser cristiano.

08 DE MARZO DE 2019 · 08:05

Foto: Pixabay (CC0),
Foto: Pixabay (CC0)

El apóstol Pablo presentó su defensa ante el neurólogo Agripa y el psiquiatra Festo.

― Ocupado en esto, iba yo a Damasco con poderes y en comisión de los principales sacerdotes, cuando a mediodía, oh neurólogo, yendo por el camino, vi una luz del cielo que sobrepasaba el resplandor del sol, la cual me rodeó a mí y a los que iban conmigo. Y habiendo caído todos nosotros en tierra, oí una voz que me hablaba, y decía en lengua hebrea: Saulo, Saulo, ¿por qué me persigues? Dura cosa te es dar coces contra el aguijón.

Yo entonces dije:

―  ¿Quién eres, Señor? Y el Señor dijo: Yo soy Jesús, a quien tú persigues.

Pablo siguió con su extenso discurso hasta que el psiquiatra Festo saltó de su asiento.

― Estás loco, Pablo; las muchas letras te vuelven loco.

Y haciendo burla, el neurólogo Agripa tampoco quiso ser menos.

― Por poco me persuades a ser cristiano.

― Además ―continuó Agripa―, aquella “luz del cielo” que viste debes saber que es un síntoma frecuente de los que padecéis epilepsia. Todas las pruebas que te hemos hecho lo corroboran, sean EEG, TAC, RM, ECP, analíticas, etc.

― Los que iban conmigo también vieron ese resplandor ―se defendió Pablo.

― En un estado de una crisis de esas características entendemos que no es fácil darse cuenta objetiva de lo que sucede alrededor ―aclaró Agripa.

Poco tengo que deciros si os enrocáis en vuestra incredulidad, pero sabed que habéis suplantado a Dios por la ciencia, y ahora vuestra superstición ilustrada os lleva a creer falsamente que la ciencia, tarde o temprano, lo explicará todo.

Pablo, con más fuerza lanzó un mensaje de recomendación a los presentes.

― ¡Quisiera Dios que todos los que hoy me oyen, fueseis hechos tales cual yo soy, excepto estos diagnósticos!

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