Contigo pan y cebolla

Las cebollas figuran en algunos monumentos egipcios en relación con las cosechas, los mercados, las mesas de las ofrendas a los dioses y en las tumbas.

07 DE MARZO DE 2019 · 20:20

Foto: Antonio Cruz.,
Foto: Antonio Cruz.

Nos acordamos del pescado que comíamos en Egipto de balde, de los pepinos, los melones, los puerros, las cebollas y los ajos. (Nm. 11:5)

Este versículo del libro de Números es el único de toda la Biblia en que aparece el término “cebollas”.

Pertenece a las quejas del pueblo de Israel, junto con los extranjeros que probablemente le acompañaban en su peregrinación por el desierto, en torno al cansancio de la dieta cotidiana a base de maná.

Estaban aburridos de ella y anhelaban los alimentos de Egipto. En lugar de pensar en el esperanzador futuro que les esperaba, según las promesas de Dios, prefieren mirar hacia atrás, dudar de las mismas y rebelarse contra los planes divinos.

Las cebollas figuran en algunos monumentos egipcios en relación con las cosechas, los mercados, las mesas de las ofrendas a los dioses y en las tumbas.

Al parecer, los egipcios tenían la costumbre de jurar por los ajos y las cebollas, colocando tales vegetales como si fueran testigos de sus juramentos, con lo cual éstos eran considerados poco menos que divinidades.[1]

En la lengua de Moisés, la palabra “cebolla” en singular es bétsel, בֶּצֶל, mientras que en plural es betsalim, בְּצָלִים, que viene de la raíz batsal, בצל, cuyo significado es “pelar”. Se tradujo a la Septuaginta griega como krómmyon, κρόμμυον, y a la Vulgata latina por caepe.

Como es bien sabido, la cebolla es una planta bulbosa capaz de alcanzar el metro y medio de altura. Pertenece a la familia de las Amarilidáceas y es cultivada por el hombre desde la más remota antigüedad ya que su bulbo o disco caulinar es comestible.

Éste es muy grande, de forma ovoide o esférica, constituido por numerosas capas o cascos escamados, de él salen numerosas raicillas fasciculadas, desprende un fuerte olor acre y su sabor es picante. Es originaria del Asia Central, aunque se ha extendido por todo el mundo.

La cebolla (Allium cepa) es la especie más cultivada del género Allium, pero se conocen otras especies de cebollas pertenecientes a este mismo género. Casi todas producen una sustancia (óxido de tiopropionaldehido) que es la responsable de la irritación ocular y el lagrimeo.

Como alimento se caracteriza por su bajo valor calórico y alto contenido en fibra. Contiene potasio, calcio, azufre y algunas vitaminas como la C, varias del grupo B y la E.

Aunque tradicionalmente se le han atribuido a la cebolla numerosas virtudes y propiedades beneficiosas para la salud, no hay pruebas científicas de que tales supuestos efectos sean reales.

Las cebollas (Allium cepa) han ocupado un lugar de honor en la farmacología y terapéutica tradicional. Durante siglos se han usado para tratar dolencias como el asma, diabetes, hipertensión, jaqueca, reumatismo, tuberculosis, fiebres tifoides, etc.

No obstante, no existen datos científicos que corroboren tales supuestos efectos beneficiosos.

Se ha comentado antes que los hebreos, y los extranjeros que les acompañaban en su largo periplo por el desierto, se quejaron de comer siempre el mismo alimento: el maná. Matthew Henry, en su famoso Comentario Bíblico escribió al respecto:

“Ensalzaron la abundancia y, según ellos, exquisitez de las viandas que comían en Egipto, como si Dios les hubiese perjudicado al sacarles de allí. Se acordaron de los pepinos, los melones, los puerros, las cebollas y los ajos (¡vaya golosinas, para estar añorándolas!), pero no se acordaban de los ladrillales ni de los duros capataces, ni de las voces del opresor ni del restallar del látigo.”[2]

[1] Ropero, A. 2013, Gran Diccionario Enciclopédico de la Biblia, CLIE, p. 430.

[2] Comentario Bíblico de Matthew Henry, 1999, CLIE, p. 150.

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