El tigre

Surgió un tema en clase de filosofía planteado por el profesor a sus alumnos de enseñanza secundaria obligatoria. Y un dilema.

― ¿Qué haríais si yendo a lomos de un tigre no podéis bajaros porque os comería?

― Yo continuaría subido ― dijo el alumno más nervioso.

― Ya, pero tratándose de un animal no domado, te llevaría a lugares donde no querrías ir ― apuntó el profesor.

― Yo me bajaría sin renunciar a mis principios ― dijo el más osado.

― Sí, pero ¿es necesario perder la vida? ― corrigió el profesor.

― Yo esperaría a que tuviera la panza llena y bajarme al instante ― dijo el alumno inteligente.

― Ya, pero el zarpazo igual te lo llevas ― dijo el profesor.

― Pero, ¿por qué aceptar tal coacción o amenaza? ―dijo el alumno más rellenito―. Antes que él pueda comerme a mí, yo me lo habré comido a él. Y ya pensaré cómo.