Comiendo avena

Se conocen unas seis mil variedades de avena repartidas por todo el mundo. Es menos resistente al frío, las heladas o la sequía que otros cereales como el trigo o la cebada. 

31 DE ENERO DE 2019 · 18:00

Espigas secas de avena (Avena sativa) durante la estación estival. ,
Espigas secas de avena (Avena sativa) durante la estación estival.

Y tú toma para ti trigo, cebada, habas, lentejas, millo y avena, y ponlos en una vasija, y hazte pan de ellos el número de los días que te acuestes sobre tu lado; trescientos noventa días comerás de él.

(Ez. 4:9)

El término hebreo kussémeth, כֻּסֶּמֵת, que se usa en este versículo para la avena y también en el libro de Isaías (28:25), viene de la raíz ksm, כסם que significa “trasquilar” o “recortar”. Aunque en estos textos los traductores han dudado entre tres posibles especies vegetales, como la avena, la cebada o el centeno, la mayoría, no obstante, coincide en creer que debe tratarse más bien del centeno, que presenta la espiga hirsuta o recortada. Por eso, actualmente muchas versiones de la Biblia prefieren el término “centeno”, en vez de “avena”.

A pesar de todo, la avena (Avena sativa) se clasifica dentro de la familia de las Poáceas y ha sido utilizada desde antaño como alimento o forraje para el ganado. A pesar de que en las llanuras de Asia Central se la cultivaba en grandes extensiones, nunca se consideró de tanta calidad nutricional como el trigo o la cebada. Se sabe que durante la Edad del Bronce ya se criaba en el centro de Europa. También se han encontrado granos de avena en las excavaciones arqueológicas realizadas en Egipto.

La avena es una planta anual que puede alcanzar poco más de un metro de altura, cuando la tierra es rica en nutrientes. Tiene sus hojas planas y sus flores se agrupan de dos en dos en otras tantas espiguillas colgantes. La flor inferior suele tener una arista que es el doble de larga que ella. Florece a finales de la primavera o principios del verano. El grano de avena presenta una composición química compleja. Posee entre un 12% y un 13% de agua, 60% de almidón, de 2% a 5% de azúcares, 5% de lípidos, celulosa, sales minerales de hierro, zinc y manganeso, flavonas, fitoesteroles, así como vitaminas A, B1, B2, PP, E y D. De ahí su valor nutricional tanto para los animales domésticos como para el propio ser humano. La avena tiene efectos beneficiosos demostrados en la reducción del colesterol.1 Se conocen unas seis mil variedades de avena repartidas por todo el mundo. Es menos resistente al frío, las heladas o la sequía que otros cereales como el trigo o la cebada. 

El texto del capítulo cuarto del libro de Ezequiel, que encabeza la presente entrada, forma parte de uno de los símbolos que Dios enseña al profeta, en relación al asedio futuro que sufrirá Jerusalén. En primer lugar, el Señor le ordena a Ezequiel que haga un croquis de la ciudad santa sobre una tablilla de barro como las que usaban los babilonios para escribir, con el fin de mostrarle cómo sería el asedio. Después le habla de los años que duraría semejante castigo sobre el pueblo de Israel (Ez. 4:4-8). Luego se refiere a algunas consecuencias de dicho castigo, como la escasez de comida y agua que experimentarían durante el asedio de las tropas enemigas. En tales circunstancias, deberían racionar las reservas de alimentos y mezclar granos buenos con granos malos, en contra de lo que ordenaba la Ley. Los hebreos estarían en una situación lamentable, a punto de morir de hambre y de sed. Es menester recordar que, efectivamente, todo esto ocurrió durante el sitio de Jerusalén por las tropas de Nabucodonosor, según se puede leer en Jeremías 37:21. ¿Cuál era la lección de todo esto? 

La ausencia de comida les recordaría a los israelitas que cuando estuvieron en el desierto y tuvieron hambre, fueron alimentados por Dios. Sin embargo, ahora, por haber abandonado a Dios, vuelven a tener hambre. El pecado de darle la espalda al creador y volverse hacia el paganismo circundante les producirá consecuencias muy negativas. Eso fue así antaño y continúa siendo así en la actualidad.

 

1. Anne Whitehead, Eleanor J Beck, Susan Tosh, Thomas MS Wolever, 2014,“Cholesterol-lowering effects of oat β-glucan: a meta-analysis of randomized controlled trials”, The American Journal of Clinical Nutrition, Volume 100, Issue 6, 1 December 2014, Pages 1413–1421, https://doi.org/10.3945/ajcn.114.086108

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