Por eso yo me tallo

Queriendo evitar el descrédito, ella les advirtió que sobre todo no hablaran.

18 DE ENERO DE 2019 · 08:05

la jarra se le cayó al suelo a una de las muchachas, quebrándose al instante. / Flickr. Marisa McClellan. ,
la jarra se le cayó al suelo a una de las muchachas, quebrándose al instante. / Flickr. Marisa McClellan.

Érase una madre que tenía tres hijas en edades casaderas con problemas en el habla.

Un pretendiente quiso visitarlas un día que la madre no podía estar en casa por tener que atender un recado.

Queriendo evitar el descrédito, ella les advirtió que sobre todo no hablaran.

Una vez en casa, el joven tuvo sed y pidió un vaso de agua.

Al coger la jarra se le cayó al suelo a una de las muchachas, quebrándose al instante.

— Se tebó —dijo ella impulsivamente.

Se tebara o no se tebara, ¿no te dijo la mamá que no habaras? —dijo la segunda hermana.

Por eso yo me tallo —remató la tercera.

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