Servir a la iglesia, alcanzar al mundo, editado por Richard Cunningham

Aunque la mayoría de la sociedad considere ahora de mala educación tratar de convertir a otras personas a tu sistema de creencias, en la universidad esto es esencialmente lo que todos tratan de hacer con determinación con otras personas.

22 DE NOVIEMBRE DE 2018 · 12:24

Detalle de la portada del libro.,
Detalle de la portada del libro.

 

Richard Cunningham, editor del libro.

Un fragmento sobre “Servir a la iglesia, alcanzar al mundo”, editado por Richard Cunningham (Andamio editorial, 2018). Puede saber más sobre el libro aquí.

 

 

Tim Keller y Michael Keller

¿Por qué la evangelización entre estudiantes universitarios es fundamental? Una de las razones es la apertura única que la experiencia universitaria crea en la vida de los estudiantes. Durante los años de carrera, los jóvenes adultos experimentan, en general, un nuevo nivel de independencia de la familia y otras conexiones de la infancia. Para muchos, es la primera vez que salen de casa y son del todo responsables de sus decisiones y actividades diarias. La mayoría de los estudiantes no van a la universidad para seguir igual, sino para empezar su propio camino en la vida, por lo que están abiertos a las grandes preguntas y a ideas diferentes, incluso a las que son radicalmente nuevas. Los jóvenes adultos en esta etapa de la vida siempre se han planteado por lo menos cuatro preguntas claves: ¿Quién soy yo (mirando hacia dentro)? ¿Cuál es el sentido de las cosas (mirando hacia afuera)? ¿Con quién debería estar y amar (mirar hacia los lados)? Y, a la luz de las primeras tres respuestas, ¿qué debería hacer con mi vida (mirando hacia adelante)? Aquellos que no van a la universidad aceptan con frecuencia las respuestas a estos problemas que sus familias y comunidades de origen les asignan. Sin duda, los estudiantes universitarios sienten la presión social de su contexto, pero tienen mucho más espacio y más oportunidades para realizar cambios significativos.

Mientras que los estudiantes siempre han lidiado con alguna forma de estas preguntas básicas, esta cultura secular moderna ha intensificado la dinámica. Fíjate en la Universidad de Amherst en Massachusetts, que explica su misión de esta manera: “Desde 1821, hemos ayudado a nuestros estudiantes a encontrar sus propias voces, descubrir sus propias verdades y forjar sus propios caminos en el mundo”. Sería difícil encontrar una expresión más evidente de lo que se ha denominado “individualismo expresivo”. (¡Y dudamos mucho de que los fundadores de la universidad en 1821 pensaran que estaban ayudando a los estudiantes a descubrir sus propias verdades!). Sin embargo, esto demuestra que, ahora más que nunca, las universidades crean entornos que animan a los estudiantes a reconsiderar las creencias con las que les educaron, incluyendo su sentido en la vida, sus valores e identidad. Por supuesto, es un desafío para aquellos estudiantes que llegan a sus carreras universitarias con una fe cristiana. Sin embargo, también significa que los estudiantes con otros trasfondos y comunidades se han desprendido de ellos y tienen más libertad para reflexionar sobre las verdades del cristianismo que si hubiesen estado en casa.

Además, aunque la mayoría de la sociedad considere de mala educación tratar de convertir a otras personas a tu sistema de creencias, en la universidad esto es esencialmente lo que todos tratan de hacer con determinación con otras personas. El libre mercado de ideas y los debates que se producen dentro y fuera de la sala de conferencias no son intercambios neutrales, sino lugares de persuasión en los que los individuos debaten y aceptan explicaciones diferentes sobre lo bueno, lo verdadero y lo bello. La evangelización encaja aquí a la perfección.

 

Portada del libro.

Hay otra razón por la cual la evangelización es crucial durante los años universitarios que no debemos pasar por alto. Se trata del tiempo. El ritmo de vida de los estudiantes universitarios les deja tiempo para debatir, preguntar, estudiar e investigar, un lujo que la mayoría de la gente no tiene. Los estudiantes insistirán en que están tremendamente ocupados, pero todo hombre o mujer que se gradúa de la universidad y entra al mercado laboral mira hacia atrás y se da cuenta de que su horario era en realidad más flexible de lo que lo que nunca volverá a ser. Entonces, a hierro candente, golpear al instante; es decir, aprovechemos el momento. Los estudiantes universitarios tienen la libertad y la amplitud de banda necesarias para plantearse abandonar un conjunto integral de creencias sobre la vida y adoptar uno nuevo. Más adelante en sus vidas, su visión del mundo se “asienta” a través de las opciones profesionales, las amistades a largo plazo y los nuevos lazos familiares. Esto provoca que sea mucho más difícil obtener la atención y la energía concentradas necesarias para examinar los cimientos de la vida de uno mismo.

Por tanto, la universidad es en muchas maneras idónea para la evangelización. No hay otro lugar en nuestra cultura donde se proporcione a los oyentes el espacio y la libertad, el tiempo y la actitud, para hablar del significado de todo.

Hay una última razón por la cual debemos darle una gran prioridad a la evangelización universitaria. En la actualidad hay un gran número de estudiantes internacionales que están viniendo en tropel para recibir una educación occidental. Ya hemos mencionado antes una razón por la que deberíamos alcanzarlos. Lejos de sus culturas y comunidades de origen, es más fácil acercarse a ellos y están más abiertos a considerar las verdaderas del cristianismo de lo que lo han estado nunca o de lo que lo estarán. De hecho, muchos estudiantes que optan por una educación occidental tienen toda la intención de sopesar las opciones de cosmovisiones y otras religiones. Y hay otra cosa a tener en cuenta. Un porcentaje importante de estudiantes internacionales regresa a sus países y consigue puestos de influencia. Las universidades siempre hablan de “formar futuros líderes”, pero en este caso es, en gran parte, cierto. Los estudiantes que quieren evangelizar pueden participar en las campañas en docenas de países sin ni siquiera necesitar un pasaporte. No hay mejor manera de “hacer discípulos de todas las naciones” que alcanzando a los estudiantes internacionales en nuestras universidades.

Publicado en: PROTESTANTE DIGITAL - Fragmentos - Servir a la iglesia, alcanzar al mundo, editado por Richard Cunningham