Los giros a la derecha del evangelicalismo latinoamericano: piezas de cambio ideológicas y religiosas

El avance de la derecha en el ámbito evangélico-político es demasiado intenso como para negar su realidad. Pero lo cierto es que, en los próximos años estará por verse el grado de impacto que pueda tener en la conformación de políticas públicas.

21 DE NOVIEMBRE DE 2018 · 17:00

Equipo de la Asociación Educativa Teológica Evangélica.,
Equipo de la Asociación Educativa Teológica Evangélica.

Cátedra Internacional de Teología Juan Stam, Palabra de Dios: Escatología y Política en América Latina, Mesa: Religión y política en el mundo actual, Asociación Educativa Teológica Evangélica-AETE, Lima, Perú, 16 noviembre de 2018.

1. “Derechización”: política, iglesia y sociedad

Se denomina “derechización” aquí al conjunto de procesos que se han venido dando en diversos países de América Latina como parte de una suerte de compensación ideológica ocasionada por el escaso impacto de los beneficios de la globalización entre los sectores medios y bajos de las sociedades de esta región del mundo. Como apuntaba Beatriz Stolowicz desde 1988, “la ‘derechización’ supone aquellos procesos que tienden a excluir toda participación real de los sectores populares (como sujetos y destinatarios, repetimos) en la vida global de la sociedad”.1Esta autora agrega que el fenómeno “reedita conocidas historias de dominación oligárquica en América Latina”2y a continuación hace un largo recuento de los procesos políticos desde lo sucedido en Chile en 1970 con Salvador Allende.

Otra conceptualización más reciente afirma: “Entendemos por derechización un exitoso ciclo de contraofensivas políticas operadas por las élites económicas nacionales y por los partidos que las representan, en contra de gobiernos de centro-izquierda denunciados como radicales, con el fin de restaurar un orden político conservador e implementar medidas de ajuste estructural”.3Desde esta perspectiva se hace un balance cronológico muy necesario:

Este ciclo se inició con el golpe de Estado que en 2009 derrocó al presidente de Honduras Manuel Zelaya, sancionado desde su propio partido por su giro izquierdista y por convocar al pueblo a una asamblea constituyente. En 2010, Chile eligió como presidente a Sebastián Piñera, saliendo derrotado el centro-izquierda por primera vez desde el fin de la dictadura en 1990. En 2012, un golpe legislativo destituyó al presidente paraguayo Fernando Lugo por atreverse a cuestionar la desigual repartición de tierras en su país. En 2015, Mauricio Macri ganó las elecciones presidenciales en Argentina, poniendo fin a 13 años de kirchnerismo, y en 2016, en medio de una crisis política desatada por escándalos de corrupción que dividieron hasta la misma izquierda, el Congreso brasileño destituyó a la presidenta Dilma Rousseff, en lo que fue catalogado como un golpe legislativo. En 2017, vuelve por segunda vez la derecha al poder en Chile, y el mismo día de la reelección de Sebastián Piñera, el Tribunal Electoral de Honduras proclama presidente reelecto a Juan Orlando Hernández, tras un mes de protestas masivas por acusaciones de fraude electoral.4

 

Cartel de la cátedra.

Si el análisis de refiere específicamente a lo acontecido en las llamadas “iglesias evangélicas” o a los “protestantismos” latinoamericanos, las observaciones que se reúnen aquí apuntan al hecho de que, en las últimas dos décadas este proceso de derechización ha adquirido características propias, aun cuando la ubicación de estos movimientos se ha considerado continuo en esta parte del espectro político. Los casos en que estas comunidades han llevado a cabo virajes hacia el centro ideológico o a la izquierda han sido más bien aislados. Múltiples son los abordajes del tema, desde los apresurados resúmenes periodísticos que muestran un gran desconocimiento acerca de la dinámica histórica de las iglesias no católicas, hasta las lecturas triunfalistas al interior de algunas comunidades, unas rotundamente apocalípticas, y otras extremadamente optimistas.5Se mencionan aquí tres de las más recientes, pues la ecuación “evangélicos + política = conservadurismo” se ha vuelto un lugar común casi automático para muchas personas. Una de ellas es del estadounidense Andrew Chesnut, profesor de la Universidad Commonwealth, de Virginia: “Incluso en la izquierda, [el presidente electo de México Andrés Manuel] López Obrador evaluó que debía aliarse con un pequeño partido conservador, fundado por un pastor pentecostal, para asegurar su triunfo”.6

La segunda corresponde a El País, de España, algunos de cuyos analistas han observado con detenimiento estos procesos en el ámbito religioso. Jorge Zepeda Patterson, mexicano, escribió acerca del Partido Encuentro Social (PES), que se alió con el centro-izquierdista Movimiento de Regeneración Nacional (Morena) para las elecciones del 1 de julio pasado: “En el arca de Noé que ha construido alberga a exdirigentes del PAN de corte conservador, a un partido evangélico de derecha, a empresarios de diversa índole, a una multitud de exfuncionarios priístas y a algunos luchadores y activistas de la izquierda tradicional. Una mezcla variopinta que dice muy poco sobre el régimen que nos espera”.7La tercera referencia procede de la edición en español de The New York Times, que también ha dedicado varias páginas al asunto. Javier Corrales, profesor de Ciencias Políticas en el Amherts College, escribió:

El ascenso de los grupos evangélicos es políticamente inquietante porque están alimentando una nueva forma de populismo. A los partidos conservadores les están dando votantes que no pertenecen a la élite, lo cual es bueno para la democracia, pero estos electores suelen ser intransigentes en asuntos relacionados con la sexualidad, lo que genera polarización cultural. La inclusión intolerante, que constituye la fórmula populista clásica en América Latina, está siendo reinventada por los pastores protestantes.8

Este texto se centrará, sobre todo, en los antecedentes y en las consecuencias de la experiencia mexicana derivada de las últimas elecciones presidenciales en las que, precisamente, un partido político de corte confesional influyó decididamente en la derechización de la agenda político-moral del candidato triunfante. Se trató de un proceso bastante sui generis, sobre todo porque dicha agrupación obtuvo un importante acceso a las cámaras legislativas aun cuando, paradójicamente, perdió su registro electoral. Se utilizarán como punto de partida para el diálogo y el análisis tres afirmaciones procedentes del número monográfico de la revista mexicana Letras Libres (dirigida por el historiador liberal Enrique Krauze, quien bautizó a López Obrador como “el mesías tropical”, antes de las elecciones presidenciales de 2006) de 2018: “La derecha nos rebasa por la izquierda”, “La derecha llegó para quedarse” y “La derecha crecerá más en los próximos años”.9

 

2. “La derecha nos rebasa por la izquierda”

No se suponía que esto iba a suceder. El guion histórico de la modernidad pronosticaba que la religión iría retrocediendo a paso lento pero inexorable. […]

¿Quién de nosotros, al menos en el centro y el norte del país, iba a imaginarse que la oleada pentecostal ya había cruzado la frontera del sur y que reproducía sus templos –como les gusta decir a los científicos sociales– a tasas geométricas, exponenciales? […]

El protestantismo era hasta hace poco una amenaza extranjera y hostil —explica Virginia Garrard-Burnett—, sus incursiones, aunque loables por sus esfuerzos de alfabetización y salud, fueron un fracaso. […]

Los pentecostales, pese a sus diferencias con el Vaticano, comparten la misma estrategia (con una salvedad, mientras que la ultraderecha católica funciona como grupo de interés, negocia con legisladores y se manifiesta en las calles como lo hacen las feministas y los activistas LGBT+, un grupo de pentecostales tiene su propio partido).10

Nunca los evangélicos se han caracterizado por posturas que puedan considerarse o caracterizarse como propiamente de “izquierda”, aunque ahora no cause tanto escándalo que algún militante o pastor se radicalice y opte por esa tendencia política. Un caso, en los años 70 fue el de Raúl Macín Andrade, pastor metodista y militante activo del movimiento Iglesia y Sociedad en América Latina (ISAL), quien renunció a su membresía eclesial y se afilió al Partido Comunista Mexicano a fin de ser candidato a una diputación.11Asimismo, siempre se dijo que la zona adonde el cristianismo evangélico latinoamericano era más proclive a esa corriente era en el Río de la Plata y en Bolivia, principalmente. Prueba de ello es el reciente documental Fe en la resistencia, de Nicolás Iglesias Schneider, que muestra la manera en que varias comunidades apoyaron a presos políticos, hombres y mujeres, así como a familiares de desaparecidos por la dictadura militar uruguaya.12La militancia guerrillera de alguien como Hiber Conteris, figura primordial de ISAL (preso durante ocho años) parecería, ya con tanta distancia temporal, que sigue siendo una muy notable excepción.13

Ya en el ámbito académico, Pablo Barrera, en un ensayo de 2006 sobre la política electoral de las iglesias evangélicas y, estudió comparativamente los casos de Brasil y Perú (no podía ser de otra manera) y encontró que los vaticinios de autores como Jean-Pierre Bastian y José Míguez Bonino se cumplieron sólo parcialmente.14Su distinción básica al abordar ambos países es muy útil para ir centrando el objeto de estas observaciones: “El primero, sin duda alguna, el país en donde los evangélicos realizan prácticas políticas más complejas y más dinámicas que en el resto de América Latina; además de ser uno de los países de mayor crecimiento evangélico. El segundo, país de crecimiento evangélico más modesto y de incursión evangélica en la política mucho más reciente”.15En una de sus conclusiones sobre su país de origen, que coincide plenamente con lo sucedido en países como México desde varios años atrás, afirma:

Se percibe claramente un cambio en el comportamiento de los evangélicos frente al voto y la tendencia es de mayor participación en los evangélicos carismáticos, en detrimento de iglesias protestantes históricas y pentecostales. El dato es importante si recordamos que en 1990 las iglesias evangélicas carismáticas no participaban en política. En aquella época el argumento utilizado era que la tarea primordial de los evangélicos era la evangelización y no la política. El argumento utilizado ahora, para explicar la participación política, es que la iglesia está pasando en el mundo entero por un nuevo “despertar espiritual”, siendo uno de sus efectos la “revisión de su papel en el mundo”. Hoy esos evangélicos se lamentan de haber dejado por tanto tiempo el espacio de la política en manos de personas “no regeneradas”. Es evidente en ello un convencimiento de que los evangélicos por razones “espirituales” son más capaces de conducir un país. De hecho, el discurso de campaña de los evangélicos suele incluir siempre una fuerte dosis de mesianismo.16

Este discurso se acerca al de “el retorno de Dios” a la vida política, asumido por dirigentes como Hugo Éric Flores en su primera participación al ingresar a la Cámara de Diputados en septiembre de 2015: “…no nos dimos cuenta [de] que sacando a Dios de la vida política de nuestro país nos hacíamos una sociedad con gobernantes insensibles, ambiciosos, y por qué no decirlo, algunos de ellos sin escrúpulos por su falta de valores y de conciencia humana”.17Hay que agregar que, debido a la inexistencia de cuadros políticos de donde echar mano para ocupar cargos públicos, el PES llevó a las elecciones de 2018 a ex deportistas (como el famoso futbolista Cuauhtémoc Blanco), actores y personajes de la “farándula” a ocupar puestos legislativos. El caso más sonado es el del actor Sergio Mayer, quien presidirá nada menos que la Comisión de Cultura de la Cámara de Diputados.18

 

Leopoldo Cervantes-Ortiz, a la izquierda, con Juan Stam, su esposa Doris y su hija Rebeca.

Rosi Orozco y su esposo, son ejemplos de religiosos implicados en el desarrollo de políticas públicas inspiradas en principios religiosos durante el sexenio de Felipe Calderón (2006-2012).19Se trataba de tutelar tales políticas en su carácter de personajes supuestamente “incorruptibles”.

Quien piense que la ultraderecha sigue siendo primitiva y corta de argumentos, se equivoca. Se ha deshermeneutizado. Ya no son los grupos cerrados, recalcitrantes y secretistas; ahora utilizan el discurso de la democracia moderna, usan con soltura los términos y técnicas de las grandes empresas; sin empacho parafrasean los conceptos de la sicología moderna y de la superación personal. Los nuevos grupos conservadores tampoco son monopolio de los católicos; en América Latina se han extendido con fuerza en América Central, Brasil y en Colombia, de donde se inspira Casa sobre la Roca; recomiendan a sus adherentes que se introduzcan en el servicio público, escalen puestos y cargos en gobiernos e incidan en las políticas públicas. Que se posicionen en agrupaciones de la sociedad civil, asociaciones civiles, en organismos de asistencia social, de filantropía y en los medios de comunicación.20

Esto confluye con lo observado desde 1995, así como sus actualizaciones posteriores.21

 

3. “La derecha llegó para quedarse…”

Una primera impresión preside este punto de la exposición: la derechización del proceso electoral mexicano tomó por asalto a buena parte de las formaciones políticas en camino a los comicios presidenciales: “A juicio de numerosos analistas, la “derechización” de la oferta política es uno de los rasgos distintivos de la temporada electoral en curso: salvo casos excepcionales a nivel local, prácticamente todos los competidores han buscado el apoyo de organizaciones que se distinguen por su discurso confesional y por su conservadurismo en temas de género y sexualidad”.22La estrategia de cada partido consideró seriamente y de manera muy oportunista el factor religioso para incorporarlo a su campaña. El candidato oficialista, por ejemplo, no dudó en aprovechar la temporada de fin de año para hacer gala de su amor por la Navidad. López Obrador no dejó pasar la oportunidad de anunciar una “constitución moral” para agregarla a las leyes formales, lo que no dejó de ser criticado como la injerencia de aspectos semi-religiosos, innecesarios para el debate electoral, pues en ello se percibieron las consabidas tendencias espiritualizantes del candidato de Morena.23

El presidente que elegiremos este año habrá concluido su mandato en 2024, pero la derecha religiosa llegó para quedarse y su influencia no podrá contenerse con la mera invocación del Estado laico. Sus simpatizantes saben que el reloj demográfico corre en su contra —las generaciones jóvenes son cada vez más secularizadas— y por lo mismo harán lo posible para revertir esta tendencia con el apoyo gubernamental. Quienes más tienen que perder con el ascenso de la derecha religiosa deben seguir su ejemplo y organizarse políticamente, pues las libertades conquistadas durante las últimas décadas podrían ser revocadas por un régimen adverso.24

“…Pero es que nunca se ha ido”, podríamos completar desde cualquier país latinoamericano. Aquí entra en juego uno de los factores más importantes para el debate político: la fortaleza o debilidad de los Estados laicos en la región. Las fuerzas conservadoras nunca han estado a gusto con las legislaciones más agresivas procedentes de la herencia liberal de nuestros países y han luchado continuamente por revertir esa situación. Además, el carácter conservador tantas veces negado por el PES ha saltado a la vista en múltiples oportunidades:

Después de todo, los neopentecostales están convencidos, como Andrés Manuel López Obrador, de que México requiere una renovación moral y, de cierta manera, el liderazgo popular del candidato presidencial coincide con el compromiso por los marginados del que presumen los políticos del pes—y que le ha ganado adeptos a las iglesias evangélicas—. […] El pes, y los votantes-feligreses que simpatizan con el partido, no solo está en contra de la despenalización del aborto, el matrimonio igualitario y la adopción de menores por parejas de la comunidadlgbt+. En comparación con los católicos, son más conservadores en estos temas, y muchos de ellos rechazan la educación sexual en las escuelas —prefieren que se enseñen “los valores universales de la Biblia”—.25

 

Cervantes-Ortiz en un momento de la ponencia.

El denominado lobby gay se ha convertido en blanco favorito de movimientos y grupos que intentan revertir algunos avances en la legislación sobre derechos sexuales y reproductivos. La revista Evangélico Digital es uno de sus espacios más visibles. El martirologio de tipo paranoico que están manejando en los días recientes acerca de la supuesta persecución de que son objeto los defensores de la reorientación psicológica de personas con tendencias hacia la homosexualidad. Como señala la nota aparecida en ese portal para el caso de México: “Para las organizaciones evangélicas ‘estos proyectos de ley pretenden criminalizar todo propósito de orientación sobre la sexualidad de niños, adolescentes y jóvenes como si cualquier tipo de enseñanza, especialmente proviniendo de los padres y desde la experiencia espiritual, fuera nociva’”.26

Todas estas expresiones de conservadurismo y derechización religiosa han alertado sobre los riesgos en que puede estar el Estado laico. En México, y en otras épocas, el escritor Martín Luis Guzmán (1887-1976) fue de los pocos intelectuales mexicanos que lo afirmó a la luz de las persecuciones contra las iglesias evangélicas.27Uno de los adalides de la defensa de la laicidad del Estado mexicano fue el escritor de origen protestante Carlos Monsiváis (1938-2010). Roberto Blancarte es uno de los más duros críticos de los embates contra la laicidad de los últimos 20 años. Previamente a las elecciones del 1 de julio pasado, hizo ver algunas características originarias del PES que explicaría ciertos excesos (como su orientación corporativista) y el tipo de exigencias ideológicas que puso en juego al momento de aliarse con López Obrador:

Blancarte […] explica que durante las últimas décadas en nuestro país se ha dado un crecimiento de los grupos evangélicos, lo que les otorgó una visibilidad que antes no tenían y convirtió a los creyentes de esas comunidades religiosas en una potencial clientela codiciada por los partidos. El pes, explica, no escapa de la idea de que los liderazgos religiosos se asemejan a los cacicazgos políticos, quienes controlan el voto de sus agremiados al atribuir a los pastores y ministros una representatividad que en realidad no tienen. Encuentro Social —acota Blancarte— no es el partido de todos los evangélicos. “Hay muchísimas iglesias que no se sienten ni quieren estar representadas políticamente por un partido; muchas ni siquiera consideran adecuado que exista un partido que los identifique, y tampoco están de acuerdo con las posturas del pes”.28

Bernardo Barranco, por su parte, hizo notar las semejanzas y las diferencias en la participación evangélica en los procesos políticos recientes en América Latina, y planteó severos interrogantes:

¿La religión es una cuestión pública que ha dejado de ser asunto privado? Se presentan conflictos normativos y nuevos debates en torno a la moralidad de iniciativas legislativas y de la política. La irrupción política de los evangélicos en México también abre nuevas preguntas. ¿El fundamentalismo evangélico se aliará con el conservadurismo católico en algunos frentes, como ocurrió en las marchas contra los matrimonios igualitarios en septiembre de 2016? ¿Las minorías evangélicas contra las minorías LGBTI? ¿Se enfrentará el evangelismo fundamentalista con los evangélicos protestantes históricamente laicos y juaristas?.29

 

4. “La derecha crecerá más en los próximos años”

No necesariamente proferida como una profecía con la cual deba estarse de acuerdo, esta afirmación permea buena parte del ambiente neo-evangelical en la región. La sensación de avance incontenible sintoniza muy bien con la certeza del crecimiento numérico de las iglesias en la región. Es decir que se trata, a diferencia de otros tiempos, de la creencia en que el crecimiento estadístico de estas iglesias implica o lleva adjunto el crecimiento político de su presencia. Esto nos lleva, inevitablemente, al tema del clientelismo y el corporativismo, tan negado por los liderazgos, pero que en la práctica sigue siendo una realidad innegable. Tal como lo ha expresado Barranco en varias ocasiones: es precisamente el fenómeno del voto “hermano por hermano”:

Mediante la intercambiabilidad del voto religioso cautivo, estos actores entablan una relación clientelar con el Estado y actores políticos que buscan ante todo desalojar a la Iglesia católica de su relación privilegiada con el aparato estatal. Así, “hermano vota hermano” la multiplicación de actores político-religiosos en competencia podría quebrar la lógica al introducir nuevos diseños de electores compactos con incidencia societal capaz de estimular una transición ypactos corporativos de nuevo cuño que posicionen agendas de las iglesias cristianas como nuevos actores con gravitación política propia.30

Ciertamente, no se dejó de observar la división del voto evangélico, que algunos incluso negaron.31El avance de la derecha en el ámbito evangélico-político es demasiado intenso como para negar su realidad. Pero lo cierto es que, en los próximos años estará por verse el grado de impacto que pueda tener en la conformación de políticas públicas. Para el caso de México, existe cierta esperanza en que las fuerzas triunfantes, al instalarse en la presidencia el 1 de diciembre, actuarán conforme al mandato que han recibido, esto es, de llevar a cabo acciones de cambio auténtico en todas las áreas y que la laicidad del Estado sea respetada y aplicada en donde sea necesario.

 

Notas

1B. Stolowicz W., “Los procesos de derechización en América Latina: una realidad que demanda respuestas”, en Estudios Latinoamericanos, CELA, Facultad de Ciencias Políticas y Sociales, UNAM, vol. 3, núm. 4, 1988, p. 22,www.revistas.unam.mx/index.php/rel/article/download/47140/42421.

2Ídem.

3 Manuel Fabien-Aliana, “La derechización de América Latina, una constante reversible”,enLa Marea, 4 de febrero de 2018,www.lamarea.com/2018/02/04/derechizacion-america-latina-2/.

4Ídem.

5Cf. Talita Bedinelli, “La fe evangélica abraza las urnas en América Latina”, en El País,13 de abril de 2018,https://elpais.com/internacional/2018/04/13/america/1523653238_321594.html; Camilo Villa J., “Evangélicos en Latinoamérica: El nuevo eje político ultraconservador”, 13 de septiembre de 2018, enhttps://radio.uchile.cl/2018/09/13/evangelicos-en-latinoamerica-el-nuevo-eje-politico-ultraconservador/; Javier Calderón, “Iglesias evangélicas y el poder conservador en Latinoamérica”, en Centro Estratégico Latinoamericano de Geopolítica, 8 de noviembre de 2017,www.celag.org/iglesias-evangelicas-poder-conservador-latinoamerica/; Danny Brenes, “Conquista evangélica: de la fe al poder”, enRevista Dominical deLa Nación, San José, 10 de febrero de 2018,www.nacion.com/revista-dominical/conquista-evangelica-de-la-fe-al-poder/ERK6Z6LL6ZA6VKA52ODO2G7KMM/story/; Alfonso Yurrita, “Fundamentalismo militar, política y los evangélicos”, en Prensa Libre, Guatemala, 4 de junio de 2018,www.prensalibre.com/opinion/opinion/fundamentalismo-militar-politica-y-los-evangelicos; y Rodolfo Borges, “La agenda evangélica se eleva al poder con Bolsonaro”, en El País, 30 de octubre de 2018,https://elpais.com/internacional/2018/10/30/america/1540915888_923008.html?id_externo_rsoc=FB_CC&fbclid=IwAR2iSdeLOaWEyE3xYL_s3PA3GLVFGaapvre-Kf5ipfrL28TBnc2xGttLSew.

6 A. Chesnut,“¿Cómo y por qué los evangélicos aumentan su poder en la política de América Latina?”, en RPP Noticias, 6 de octubre de 2018,https://rpp.pe/mundo/latinoamerica/como-y-por-que-los-evangelicos-aumentan-su-poder-en-la-politica-de-america-latina-noticia-1154799.Chesnut es autor de los libros: Born Again in Brazil: The Pentecostal Boom and the Pathogens of Poverty(Rutgers University Press, 1997), Competitive Spirits: Latin America’s New Religious Economy(Oxford, 2003 y 2007) y Devoted to Death: Santa Muerte, the Skeleton Saint (Oxford, 2012).

7J. Zepeda Patterson, “López Obrador o el peronismo mexicano”, en El País, 20 de junio de 2018,https://elpais.com/internacional/2018/06/20/mexico/1529515100_719249.html. Cf. Ídem, “PES, la multiplicación del escándalo”, en El País, 26 de septiembre de 2018,https://elpais.com/internacional/2018/09/26/mexico/1537980153_897007.html.

8J. Corrales, “Un matrimonio perfecto: evangélicos y conservadores en América Latina”, en The New York Times, 19 de enero de 2018,www.nytimes.com/es/2018/01/19/opinion-evangelicos-conservadores-america-latina-corrales/

9Letras Libres, México, núm. 233, mayo de 2018, “Vientos de derecha. Los partidos contra las libertades”,www.letraslibres.com/mexico/revista/vientos-derecha-los-partidos-contra-las-libertades.

10Sandra Barba, “La derecha nos rebasa por la izquierda”, enLetras Libres, núm. 233, mayo de 2018, pp. 24-25,www.letraslibres.com/mexico/revista/la-derecha-nos-rebasa-por-la-izquierda.

11Cf. Maritza Macín, “Apunte biográfico”, 25 de agosto de 2016, en https://raulmacin.wordpress.com/2016/08/25/first-blog-post/.

12Cf. Dahiana Barrales, “Cristianos durante la última dictadura cívico-militar uruguaya”, en Prensa Ecuménica-Ecupres, 12 de noviembre de 2018,https://ecupres.com/2018/11/12/cristianos-durante-la-ultima-dictadura-civico-militar-uruguaya/.El avance del documental puede verse en: https://www.youtube.com/watch?time_continue=17&v=rcEKrxV8Bbo.

13Débora Quiring, “Narrador protagonista”, en La Diaria, 26 de diciembre de 2014,https://ladiaria.com.uy/articulo/2014/12/narrador-protagonista/El momento más impactante de esta entrevista, entre varios, es el momento en que recuerda cómo, a su salida de la prisión, en 1984, lo esperaba el pastor metodista que lo había visitado varias veces. Cf. Nicolás Iglesias Schneider, “Hiber Conteris: diálogos cristianos y marxistas”, en Los dioses están locos,15 de diciembre de 2016,http://dioseslocos.org/hiber-conteris-dialogo-cristianos-y-marxistas/Al final de este texto aparece el audio de una entrevista con Plaza Independencia.

14Cf. J.-P. Bastian, “Los nuevos partidos políticos confesionales evangélicos y su relación con el Estado en América Latina”, enEstudios Sociológicos, El Colegio de México, vol. XVII, núm. 49, enero-abril, 1999, pp. 153-173,http://estudiossociologicos.colmex.mx/index.php/es/article/view/668/668;y J. Míguez Bonino, Poder del evangelio y poder político. La participación de los evangélicos en la vida política en América Latina. Buenos Aires, Kairós, 1999.

15P. Barrera, en Si somos americanos. Revista de Estudios Transfronterizos, Universidad Arturo Prat, Chile, vol. VIII, núm. 1, 2006, p. 64,www.redalyc.org/pdf/3379/337930324004.pdf.

16Ibíd., pp. 79-80. Énfasis agregado.

17Cf. L. Cervantes-O., “Hugo Éric Flores habla de Dios en la Cámara de Diputados”, en Protestante Digital, 3 de septiembre de 2015,http://protestantedigital.com/cultural/37204/Hugo_Eric_Flores_habla_de_Dios_en_la_Camara_de_los_diputados.

18Cf. J. Zepeda Patterson, “PES, la multiplicación del escándalo”,op. cit.

19Cf. Rodolfo Montes, La cruzada de Calderón. Su herencia católica, Casa Sobre la Roca y el nuevo mapa religioso de México. Introd. de Bernardo Barranco V. México, Grijalbo, 2011.

20Cf. Bernardo Barranco, “Casa Sobre la Roca en Gobernación”, enLa Jornada, 7 de diciembre de 2011,www.jornada.com.mx/2011/12/07/opinion/027a1pol.

21Cf. L. Cervantes-O., “Política y nuevo régimen constitucional de las iglesias” [1995], en Lupa Protestante, 19 de junio de 2013,www.lupaprotestante.com/blog/politica-y-nuevo-regimen-constitucional-de-las-iglesias-mentalidades-discursos-acciones-1995/; e Ídem, La mirada heterodoxa. Política y religión en México: tres décadas de seguimiento y análisis. México, 2018, https://issuu.com/lcervortiz/docs/la-mirada-heterodoxa-2018.

22Pablo Mijangos y González, “La derecha religiosa en las elecciones mexicanas de 2018”, en Letras Libres, núm. 233, mayo de 2018, p. 8,www.letraslibres.com/mexico/revista/la-derecha-religiosa-en-las-elecciones-mexicanas-2018.

23Véase Mauro González Luna, “Constitución moral: romanticismo político-religioso dañino”, en Proceso,22 de febrero de 2018 (“Sacralizar la política en horas de desazón por la realidad, es romanticismo político, imaginería que suple a la prudencia deliberativa que gira en torno a la resolución de los apremiantes problemas particulares de la comunidad ampliada, no a utopías mesiánicas, sentimentales”); y Javier Sicilia, “Las contradicciones de una Constitución Moral”, en Proceso,29 de septiembre de 2018,www.proceso.com.mx/552932/las-contradicciones-de-una-constitucion-moral.

24P. Mijangos y González, op. cit.

25S. Barba, op. cit., p. 26.

26“Entidades evangélicas mexicanas denuncian ataque religioso ante presidente López Obrador”, en Evangélico Digital, 12 de noviembre de 2018,https://evangelicodigital.com/latinoamerica/3899/entidades-evangalicas-mexicanas-denuncian-ataque-religioso-ante-presidente-lopez-obrador. La nota añade: “En dicho proyecto de ley presentado en el Congreso, se plantean reformas al Código Penal de la Ciudad de México para condenar de uno a tres años de prisión a padres, parientes, profesores, médicos e incluso ministros de culto que ‘atenten contra la dignidad, integridad y seguridad de las personas que no se identifiquen con la heterosexualidad’. Además, se pide de 100 a 300 días de multa para quienes incurran en estas prácticas.”. El comunicado original apareció en Milenio,Véase el sitio del Congreso Iberoamericano por la Vida y la Familia:http://congresoiberoamericanoporlavidaylafamilia.org/

27Cf. M.L. Guzmán, “1958: Necesidad de cumplir las leyes de reforma”, 17 de diciembre de 1958, enwww.memoriapoliticademexico.org/Textos/6Revolucion/1958NCR.html.

28Juan Carlos Romero Puga, “¿Qué haría Jesús? El voto provida y profamilia”, en Letras Libres, núm. 233, mayo de 2018, p. 14,www.letraslibres.com/mexico/revista/que-haria-jesus-el-voto-provida-y-profamilia.

29B. Barranco, “La repolitización de la religión”, en La Jornada, 13 de junio de 2018, www.jornada.com.mx/2018/06/13/opinion/019a2pol. Cf. Ídem,“Instrumentalización de la fe, pentecostalismo y elecciones en Brasil”, en La Jornada, 23 de octubre de 2018, www.jornada.com.mx/2018/10/17/opinion/024a1pol.

30B. Barranco, “Elecciones e irrupción de evangélicos en 2015”, en Milenio, : . Cf. Ídem,“La falacia del voto religioso”, en La Jornada, 8 de agosto de 2018, www.jornada.com.mx/2018/08/08/opinion/019a2pol#

31Cf. Mariana Recamier, “Voto evangélico dividido”, en Reporte Índigo, 8 de junio de 2018,www.reporteindigo.com/reporte/voto-evangelico-dividido-iglesiaevangelica-pes-representatividad-valores/

Publicado en: PROTESTANTE DIGITAL - Ginebra viva - Los giros a la derecha del evangelicalismo latinoamericano: piezas de cambio ideológicas y religiosas