“Un héroe es quien está cerca del corazón de Dios”

Sin embargo, la Biblia esconde muchos tesoros en historias quizá más pequeñas, que pueden pasar desapercibidas, y que sin embargo tienen la capacidad de sorprendernos cuando hacemos una lectura más atenta. Es por ello que el libro de Jaime Fernández nos ayuda a abrir los ojos a estas 39 personas que describe, una en cada capítulo, cuyas vidas tuvieron sentido y nos dejan mucho más que una anécdota.

Es “Héroes desconocidos de la Biblia” un libro escrito en el estilo habitual de Jaime Fernández: dinámico, sencillo en su lenguaje pero profundo en su pensamiento, con dosis de humor, emoción y mucha pasión. Los libros de Jaime Fernández tienen siempre un elemento práctico, y este no es una excepción. Cada capítulo confronta al cristiano a repensar algún aspecto de su relación con Dios, con los demás, o incluso con las ideas tergiversadas u olvidadas sobre Dios mismo.

Pero sobre todo, el escritor gallego nos transmite pasión por la Biblia, acercándose a ésta de corazón a corazón. La Biblia, para Fernández, no es un escrito lejano o una colección de historias y leyendas. Jaime Fernández se acerca a la Palabra de Dios sabiendo que esta tiene la capacidad de sorprendernos, de hablar a nuestro corazón y desafiar la vida del cristiano, que en sus personajes puede encontrar no solo veracidad, sino también importantes y profundas lecciones.

Siempre explorando las posibilidades de llevar el libro más allá de las página escrita, al principio de cada capítulo se nos ofrece un código QR desde el que podemos acceder a vídeos cortos que sirven de introducción. Es una herramienta más para adentrarnos en las historias de los personajes bíblicos que, una vez leamos cada capítulo, no volverán a pasar desapercibidos ante nuestros ojos.

Pregunta. ¿Cómo surge la idea de este libro?

Respuesta. La idea surge al leer la Biblia y ver tantas personas de las que no se suele hablar en las predicaciones. Son hombres y mujeres que han sido trascendentales en la historia y con un papel imprescindibile en el entorno que les rodeaba. Ese contraste de ver como la gente adora a los vencedores, a los grandes héroes, pero Dios ve otro tipo de héroes. Las personas que están cerca de su corazón, que están día a día moviendo el mundo. Esa es la idea, que sea cual sea la persona, el lugar donde esté, si está honrando al Señor con lo que hace es un héroe o una heroína para Dios. Las personas deberíamos darle mucho más valor a quien hace el trabajo del día a día.

P. Al pensar en “héroes” a veces nos hacemos la idea del “superhéroe” con algún poder sobrenatural. ¿Qué tipo de héroes son los que nos presentas en el libro?

R. A veces nos da la impresión de que hay personas que tienen muchos dones, y que son estos quienes hacen que la iglesia siga adelante, que crezca o avance. Pero la sorpresa es ver que Dios piensa justo lo contrario. A Dios no le preocupa tanto los dones o el poder que las personas tengan, sino el fruto que dan. Es obvio que en la Biblia se habla del fruto del Espíritu: pues estos son los “superpoderes” que Dios aprecia: el amor, el gozo, la paz, la paciencia… Eso hace que veamos las cosas, y a las personas, de una forma diferente. El héroe es quien está cerca del corazón de Dios, no quien tiene millones de seguidores.

P. “Héroes desconocidos” nos presenta a personajes que a veces pasan desapercibido, ¿crees que a veces nos pasa que leemos la Biblia demasiado deprisa, sin pararnos en detalles que nos dejan valiosas lecciones?

R. Me he ido dando cuenta a lo largo de los años que leemos la Biblia de forma parcial. A veces, algunos solo leen algunos fragmentos, aquellos pasajes que piensan que les pueden ayudar más. No nos damos cuenta que la Palabra de Dios es un todo, toda ella es Palabra de Dios. Lo genial es leerla siempre como si fuera la primera vez. Abres los ojos con admiración y asombro, aunque sea la vez número 100, y descubres cosas que te impresionan. En el libro aparecen héroes que están “escondidos”. Te pongo dos ejemplos: el de la adolescente que le dijo a Naamán el sirio como curarse de la lepra. La clave de su historia, todo lo que ocurre, pasa porque esta chica joven habló con quien sería su enemigo para darle gracia. En el Nuevo Testamento, Pablo escribe a la iglesia de Corinto y pide que envíen la ofrenda para los pobres en Jerusalén. En aquella época era difícil mover una cantidad de dinero, por todos los peligros que había en los caminos. Pero Pablo dice que se envíe por el hermano “por todos conocido”, que es “de toda confianza”. Pablo ni siquiera da el nombre de esta persona. Así que todos sabían quién era, alguien digno de confianza. Este es, para mí, un héroe. Así que hay mucho en la Biblia que a veces pasa desapercibido.

P. Es interesante que en el libro hay también mucho de experiencia personal. Cuentas historias de familia, amigos, referentes en tu vida, también de personas del ámbito evangélico en España que no siempre han sido reconocidos… ¿Es ese estar presente de forma sencilla, confiando en Dios y dejándose guiar por Él, la esencia del heroísmo cristiano que hemos perdido de vista?

R. Desgraciadamente somos un pueblo muy desagradecido. Hay personas que lo han dado todo y parece que nos cuesta agradecer. Deberíamos ser los más agradecidos del mundo, porque Dios es así. Hay tanto que agradecer a hombres y mujeres, no solo de España, sino también héroes particulares de nuestra familia, que nos han bendecido. Contar sus historias es una forma de agradecerles lo que han hecho por el evangelio y de ver que sus vidas tienen fruto. Muchos de ellos ya están con el Señor, pero su fruto sigue aquí. También me sirvió, y espero que así sea para aquellos que lean el libro, para que no tengamos tan espiritualizadas a las personas de la Biblia, que son personas normales a quienes Dios usó, con sus virtudes y defectos. Dios sigue usando a personas así, para que nos ayuden, y así podemos aprender también a ayudar a los demás. Todos en algún momento podemos ser héroes para Dios.