Cinco en la cama

  · Traducido por Milena Gagnebin

21 DE SEPTIEMBRE DE 2018 · 05:00

Ilustración: Alain Auderset,
Ilustración: Alain Auderset

Las 3:11 de la mañana

- ¡Aaaah! ¡Pero somos tres en mi cama!

Mi mujer, yo y un desafío (no, no fantasee, no escribí «chicas»). Sí, una preocupación está tan presente que es como si hubiera una tercera persona (¡y que ronca además!)

Las 3:32: ¡Otro más!  ¡Una pesadilla echó a mi niño de su cama y reclama el asilo político!

Las 3:46: Ya no es una cama, ¡sino una ensalada rusa!

¡Estoy harto! Me voy a orar al bosque... Afuera hace frío, pero sé que caminando... 

¡el calor vendrá!

 

El dueño del camino

Las calles están totalmente desiertas (¿soy el único que tiene preocupaciones en este país?). Caminar en medio de la calle principal vaciada de su circulación amenazadora... ¡Fantástico!

- ¡Oh! ¿calle? Ves, ¡no te tengo miedo (la piso, ¡se la buscò!)

¡Wow, estoy en otra dimensión!

 

En las puertas del Reino

Al borde del oscuro bosque, los grandes árboles revestidos por la luminosidad extraña de la luna me miran. Estos gigantes me miran por encima del hombro, observando de un silencio religioso al pequeño hombre a sus pies. ¿Quién se atreve a perturbar su noche?  Tengo la impresión de rodear el ejército de Jehová, en pie y firmes: ángeles enormes, poderosos, impasibles… y un poco curioso.

Ningún ruido, justo mis pasos que advierten de mi intrusión en este universo. Hasta las aves emigraron al país de los sueños.

Me hundo en las tinieblas espesas del bosque profundo. Es impresionante, todos los paisajes habituales desaparecieron (pero bueno, imagino que existen todavía) ...

Mientras pienso ser tragado por la oscuridad más opaca, percibo siempre el próximo paso (¡como muy menudo en mi vida!). Lo más terrible, es que ya no tengo miedo (así que ya crecí)...

Justo encima mío: ¡Wooooow! Terrible, el universo creado por Papá (no, no es que me crea más, es Jesús quien dijo que podíamos llamarlo así) ...

¡Dios es realmente más grande que todas las preocupaciones que podemos encontrar! ¡Es a él a quién quiero mirar! La dulzura de mi voz cuando le hablo me llega el corazón (no busque a comprender...) …

Ya no tengo frío.

A lo lejos, veo mi taller de cómics; diríamos una vieja nave naval cansada... ¡Pero tiene al menos el mérito de existir!

De pie delante de mi cama, comprendo que ya no es más una ensalada rusa … ¡sino los seres que más amo en el mundo! Y hasta “el problema” se me volvió simpático (sí, está todavía ahí).

¿No fue él quien me llevo a orar?

Jesús me dio lo más precioso esta noche. Mucho más grande que realizar mi oración... ¡Un momento de eternidad en su presencia !

Publicado en: PROTESTANTE DIGITAL - Cita con Dios - Cinco en la cama