Suave y tiernamente

El himno invita a la gente a convertirse y acudir a Dios. Jesús llama a todos y lo hace de una manera dulce y amorosa.

01 DE MARZO DE 2018 · 21:10

Foto: Juan Pablo Serrano.,
Foto: Juan Pablo Serrano.

Will Lamartine Thompson nació en 1847 en Pennsylvania, pero cuando aún era casi un niño su familia se trasladó a Ohio.

El padre de Will era un comerciante de éxito e incluso fue elegido al congreso estatal de Ohio, pero Will se sentía atraído por otras cuestiones.

De hecho, antes de acabar sus estudios de bachillerato, ya había compuesto varias canciones. Quizá un intento de conjugar su vocación con los deseos paternos fue lo que lo impulsó a graduarse en empresariales en una de las universidades de Ohio, pero también a graduarse en el conservatorio de Nueva Inglaterra y a estudiar música en Leipzig, Alemania.

Siendo joven, Will envió un paquete con cuatro canciones a un editor solicitando un pago de cien dólares – el equivalente a 1.200 euros actuales – pero cuando la contraoferta fue de veinticinco dólares, decidió iniciarse en el negocio musical por su cuenta.

Así, abrió una tienda de música en East Liverpool y otra en Chicago. No existían todavía las grabaciones – el fonógrafo fue inventado en 1877 – pero Will vendía partituras y libros de música.

El éxito lo acompañó de manera sobresaliente hasta el punto de que comenzó a ser conocido con el sobrenombre de el Bardo de Ohio. Pero la composición musical seguía atrayéndolo. Si no era un genio, se acercaba.

Por ejemplo, su canción Gathering Sea Shells on the Sea Shore fue compuesta en tan sólo diez minutos. Vendió 246.000 copias.

Por esa época, la vida de Will experimentó un vuelco radical. Hasta entonces había sido cristiano, pero ese año, tras acudir a una reunión evangelística de Dwight L. Moody, decidió dedicarse a la composición de música cristiana.

En 1880, Will escribió una canción titulada Softly and Tenderly Jesus is Calling (Suave y tiernamente, Jesús está llamando).

La canción se hizo tan popular que muy pronto saltó de las canciones evangelísticas a los himnarios.

Curiosamente, cuando Moody estaba muriendo, Will fue a visitarlo.Sorprendido, escuchó que Moody le decía que habría preferido haber sido el compositor de Softly and Tenderly que haber hecho cualquiera de las cosas que había realizado a lo largo de su vida.

Se trataba de un extraordinario elogio procedente de alguien de una extraordinaria relevancia.

Will tuvo un éxito con la música cristiana no menor que con la secular. A pesar de todo, vivió siempre de manera sencilla y servicial. Sostenía con sus ganancias numerosas entidades espirituales y humanitarias e incluso se dedicó a recorrer pueblos alejados de Ohio para dar conciertos gratuitos de piano que permitieran a gente humilde disfrutar de la buena música.

En 1909, cuando viajaba por Europa, cayó enfermo y falleció.

Sin aceptar totalmente el juicio de Moody, debe reconocerse que la canción de Will es extraordinaria. El tema, tan suave y tierno como su título, constituye un llamamiento a los pecadores, a los cansados, a los que han pecado para que acudan a Jesús.

Poco más dice y no es poco. Como había hecho Jesús, el himno invita a la gente a convertirse y acudir a Dios. Jesús llama a todos y lo hace de una manera dulce y amorosa.

Les dice – como en la canción – que son pecadores, pero que se les invita a venir a casa. A decir verdad, no estarán en casa hasta el momento en que se reúnan con él. Tuve esa experiencia ya hace algunas décadas. Sé que, en aquel entonces, a solas con Jesús regresé a la casa del Padre y que en ella acabaré entrando en un día futuro.

Para aquellos que no han acudido todavía, hago mías las palabras del himno: “Tierna y suavemente, Jesús está llamando… Vosotros que estáis agotados, ¡venid a casa!”. No se me ocurre mayor dicha para nadie. ¡Que Dios los bendiga!

No conozco ninguna versión en español, pero les acompaño una versión en inglés de Alan Jackson. A mi me parece verdaderamente magnífica.

Aquí va la versión de Alan Jackson. Como incluye la letra, espero que algunos puedan apreciar la profunda sencillez – o la sencilla profundidad – de la misma:

Tomada con permiso de CesarVidal.com

Publicado en: PROTESTANTE DIGITAL - Camino del Sur - Suave y tiernamente