Enseñanzas para toda la vida, de Jill Masters

Estas lecciones presentan con toda claridad las grandes doctrinas de la fe.

28 DE JULIO DE 2017 · 05:20

Portadas de los 4 libros de la serie.,
Portadas de los 4 libros de la serie.

Un fragmento de Enseñanzas para toda la vida, de Jill Masters (2017, Peregrino). Puede saber más sobre el libro aquí.

LA OBRA DE LOS NIÑOS: NUESTRO FUNDAMENTO BÍBLICO

Un mandato evangélico: “Harás congregar al pueblo, varones y mujeres y niños, y tus extranjeros que estuvieren en tus ciudades, para que oigan y aprendan, y teman a Jehová vuestro Dios, y cuiden de cumplir todas las palabras de esta ley; y los hijos de ellos que no supieron, oigan, y aprendan a temer a Jehová vuestro Dios todos los días que viviereis sobre la tierra [...]” Deuteronomio 31:12-13).

Jesús dijo: “Mirad que no menospreciéis a uno de estos pequeños [...]” (Mateo 18:10).

“Y cualquiera que reciba en mi nombre a un niño como este, a mí me recibe” (Mateo 18:5).

“Y cualquiera que haga tropezar a alguno de estos pequeños que creen en mí, mejor le fuera que se le colgase al cuello una piedra de molino de asno, y que se le hundiese en lo profundo del mar” (Mateo 18:6).

“Dejad a los niños venir a mí, y no se lo impidáis; porque de los tales es el reino de los cielos” (Mateo 19:14).

“Pero los principales sacerdotes y los escribas, viendo [...] y a los muchachos aclamando en el templo y diciendo: ¡Hosanna el Hijo de David! se indignaron y le dijeron: ¿Oyes lo que éstos dicen? Y Jesús les dijo: Sí; ¿nunca leísteis: De la boca de los niños y de los que aman perfeccionaste la alabanza?” (Mateo 21:15-16).

Jesús dijo a Pedro: “Apacienta mis corderos” (Juan 21:15).

“Y les dijo: Id por todo el mundo y predicad el evangelio a toda criatura” (Marcos 16:15). (Como comentó C.H. Spurgeon acerca de este versículo: “¿Acaso no son criaturas los niños?”).

Del Antiguo Testamento: “Y cuando os dijeren vuestros hijos: ¿Qué es este rito vuestro?, vosotros responderéis [...]” (Éxodo 12:26-27).

“Instruye al niño en su camino, y aun cuando fuere viejo no se apartará de él” (Proverbios 22:6).

Y de las Epístolas: “Y vosotros padres [...] criadlos [a vuestros hijos] en disciplina y amonestación del Señor” (Efesios 6:4).

“Hijos, obedeced en el Señor a vuestros padres, porque esto es justo” (Efesios 6:1).

“Y que desde la niñez has sabido las Sagradas Escrituras, las cuales te pueden hacer sabio para la salvación por la fe que es en Cristo Jesús” (2 Timoteo 3:15).

[…]

PRIMERA SERIE

EL EVANGELIO SEGÚN S. MARCOS (PRIMERA PARTE)

Los milagros que demuestran el PODER DE JESÚS

Introducción al Evangelio según S. Marcos. El Evangelio según S. Marcos está dividido en tres secciones, las dos primeras aparecen en este libro. Se titulan:

I.— El Poder de Jesús: Cinco lecciones sobre los milagros y su enseñanza.

II.— Oposición a Jesús: Incidentes que muestran la amarga hostilidad a la que se enfrentó el Salvador. Advertencias de cómo evitar tener nosotros mismos esas terribles actitudes.

III.— Beneficios y pérdidas por seguir a Jesús: Ejemplos y enseñanza del relato evangélico que nos desafían a considerar seriamente este asunto.

LECCIONES SOBRE EL PODER DE JESÚS

1.— El poder de Jesús sobre la Naturaleza

“¿Quién es éste, que aun el viento y el mar le obedecen?” (4:41), preguntaron los conmocionados testigos de este asombroso acontecimiento. Único en la Historia de este mundo, este gran milagro también debería hacernos pensar.

2.— El poder de Jesús sobre la muerte

Desde el nacimiento de la civilización el hombre se ha dedicado a luchar contra ella en cuerpo y alma. Los individuos y las comunidades han tenido muy poco éxito en el intento de retrasarla o impedir que ocurra. Hoy aprendemos de un hombre que en un momento, con una palabra, pudo ordenar a la muerte que renunciara a su víctima con un éxito instantáneo. Este mismo Jesús está a la espera de rescatarnos de nuestra muerte espiritual.

3.— El poder de Jesús sobre el diablo

Un hombre atormentado y poseído por el diablo parecía un caso perdido, pero una vez más el poder de Jesús fue eficaz y le liberó de inmediato. Todos nosotros estamos tiranizados en mayor o menor medida por el enemigo de nuestras almas, y solo Jesús puede liberarnos.

4.— El poder de Jesús sobre nuestras necesidades

Todos nosotros sufrimos durante toda la vida la lucha por el dinero y la satisfacción de las necesidades básicas. La multitud comprendió rápidamente el significado de este suceso único y extraordinario. Pero en lugar de permitir que esto revelara a la persona y poder del Señor, lo desperdiciaron en la avaricia y en el provecho personal y egoísta. ¿Cuáles son nuestras razones para acudir a Él?

5.— El poder de Jesús sobre la enfermedad

Aun los niños más pequeños han experimentado alguna dolencia física que ha bastado para hacerles sensibles hacia aquellos que sufren gravemente. El Salvador fue capaz de aliviar a quienes soportaban todo tipo de enfermedades y discapacidades. A una orden suya muchas personas experimentaron un restablecimiento inmediato y total. Él tiene la misma autoridad para curarnos de la enfermedad del pecado. ¿Hemos acudido alguna vez a Él en busca de curación?

Introducción a la serie para los maestros

La mayoría de los niños tiene al menos un ligero conocimiento de estos milagros. Por desgracia, muchos los encuadran en la misma categoría que los cuentos de hadas. Para ellos los milagros están en el terreno de fantasía y de la ficción.

Nuestro primer objetivo será, pues, convencer a la clase de que estamos hablando de la Historia y de hechos, y no de meros cuentos. Desde esta perspectiva, estos acontecimientos son asombrosos y extraordinarios. Graban en la memoria el poder divino del Señor. Hemos de proponernos que los niños pregunten como los discípulos: “¿Quién es éste?”

 

Portada del  primer libro.

Las señales. En Juan 20:30-31 se nos dice que los milagros eran “señales”. No solo nos enseñan quién es el Señor, sino cómo obra. Nuestros antepasados los consideraban “representaciones de las parábolas”, señales de lo que su amor y su poder pueden hacer espiritualmente.

Esta idea añadirá una nueva dimensión a la lección. Podemos mostrar a los niños que ya piensan conocer estos sucesos que tienen todo un nuevo matiz por descubrir, lo cual les desafiará e influirá de forma muy personal.

Complemento visual CV 1 (cf. p. 19) está concebido para ser utilizado en toda esta serie.

EL PODER DE JESÚS SOBRE LA NATURALEZA (1)

La tormenta apaciguada Marcos 4:35-41 Propósito: Mostrar a los niños por qué deberían confiar en el Señor, y cómo pueden confiar en Él.

Bosquejo de la lección

Haz ver a los niños el tremendo significado de este acontecimiento único y asombroso. Háblales de la utilización de los símbolos y de las señales en la vida cotidiana. Al presionar un signo o una tecla en el ordenador obtenemos una gran cantidad de información.

Cuando viajamos por el campo un solo nombre en una señal puede indicar un gran cambio en el paisaje a la llegada a una gran ciudad. Explícales que cuando el Señor Jesús hacía alguno de sus imponentes milagros era también un símbolo que informaba de cosas grandes e importantes. La forma en que Jesús calmó la tormenta en el mar de Galilea pertenece a este tipo de símbolo.

Símbolo A.— Empieza el viaje. Describe cómo el mismísimo Jesús mismo propuso que Él y los discípulos cruzaran el mar. Otros barcos les siguieron y se vieron implicados en todo lo que ocurrió.

La vida misma es como un gran viaje en un mar imprevisible. Zarpamos como marineros inexpertos. ¿Nos parecen innecesarios una carta de navegación, una brújula y un piloto? ¿Está el Señor con nosotros?

Símbolo B.— Una embarcación frágil. Mientras los discí- pulos estaban de pie en la orilla su nave parecía sólida y segura, pero una vez que empezó a soplar la tormenta, fue sacudida como si fuera una caja de cerillas, y llegaron a temer ser aplastados por las olas.

Nosotros viajamos por el mar de la vida en una frágil nave. Podemos suponer que nuestros cuerpos son sanos y fuertes, pero en realidad solo existe una latido de corazón entre nosotros y la muerte, y las fuerzas con que nos vamos a encontrar serán mucho más poderosas que nosotros.

Símbolo C.— ¡Peligro! Describe la súbita aparición de una pequeña nube en el cielo nocturno, el viento soplaba y en breves momentos el tranquilo mar nocturno se transformó en una masa embravecida. Aun los pescadores veteranos estaban aterrorizados. El viaje por la vida es mucho más peligroso de lo que la mayoría de las personas cree.

Pregunta a los niños si han estado alguna vez realmente asustados. Ayúdales a imaginar cómo ha de ser estar en una nave aérea que cae en picado sin control. Recuerda a la clase que las tormentas inesperadas de la vida traen temores e inquietudes que a menudo se llevan consigo nuestra felicidad y determinan lo que hacemos.

En cierto momento estamos esperando con interés, por ejemplo, unas vacaciones, o un nuevo juguete o algún cachivache, cuando de repente nos golpea el desastre. Quizá el desempleo golpea a la familia, o una pelea terrible rompe la familia, o quizá uno de los padres cae enfermo.

¿Podríamos hacer frente al problema? ¿Mientras crezcamos y pasemos por la juventud resistiremos el pecado y la tentación, o temeremos el desprecio de aquellos que se rinden a él y nos uniremos a ellos? La vida está llena de estos temores y estas inquietudes.

Símbolo D.— Nuestra confianza puesta a prueba. Los discípulos creían que estaban siguiendo al Señor, pero Él les puso a prueba quedándose dormido durante la terrible tormenta. ¿Creyeron en Él? ¿Creyeron de veras que, dormido o despierto, Él era el Señor y que, por tanto, estarían a salvo? En tierra firme creían que confiaban en Él, pero ahora Él ponía su fe a prueba. Nadie es verdaderamente convertido sin confiar en Cristo.

Símbolo E.— El enorme poder de Jesús. Los seres humanos no comprenden fácilmente el poder espiritual del Señor Jesús. Los discípulos, unos marineros experimentados, sintieron pánico.

¡Aunque Jesús estaba a bordo, estaban seguros de que iban a morir! ¡En su estado de desesperación, demostraron que no creían que Jesús podía salvarles si estaba dormido! ¡Como cualquier otro hombre normal, tenía que estar despierto para hacer cualquier cosa que les ayudara! Si hubieran entendido realmente que Él era Dios, se habrían dado cuenta de que no podía ahogarse en un accidente.

¿Somos nosotros mejores? ¿Comprendemos que el Señor Jesús, a pesar de que está fuera de la vista en el Cielo, posee el poder espiritual para cambiar nuestros propios corazones con una sola mirada? Puede cambiar nuestro carácter, capacitarnos para comprender el Evangelio, fortalecernos y bendecirnos sin estar presente físicamente.

Símbolo F.— Su poder hacia nosotros. La voluntad del Señor es todopoderosa, aun sobre cosas que parecen incontrolables. De la misma forma que dio órdenes al mar, puede transformar a la persona más rebelde y hacer que le conozca y le ame.

Cuando oramos a Él pidiendo ayuda, aunque hayamos pecado contra Él, acude inmediatamente en nuestra ayuda y nos salva con una palabra.

Hemos oído de otros que afirman ser capaces de sanar a las personas, pero nadie ha pretendido jamás ser capaz de controlar el tiempo atmosférico. Sin embargo, el Señor Jesús, en presencia de muchos hombres completamente despiertos, dirigió tan solo dos palabras a las olas y al mar, y el resultado fue inmediato.

Aun en la era de los satélites, las naves espaciales, los ordenadores que analizan el tiempo, etc., no podemos predecir el tiempo con exactitud, ni mucho menos controlarlo con palabras.

Di a los niños que el Señor cambió completamente no solo el tiempo, sino también las vidas de millones de personas. Él también les ha revelado su gran poder día tras día, respondiendo a sus oraciones y ayudándoles, especialmente en su servicio y su obra para Él. Recuerda a los niños que el Señor Jesús no ha cambiado. Sigue siendo el Señor del universo y Soberano de todas las cosas.

Símbolo G.— Nuestra incredulidad pecaminosa. El Señor reprenderá a todos aquellos que rechazan confiar en Él. Afirma que Jesús expresó su decepción a sus discípulos. El viento y el mar “conocieron” y obedecieron a su Creador, sin embargo, a sus propios discípulos les entró pánico y se comportaron como si Él fuese tan solo un ser humano desvalido. (cf. Isaías 1:3).

Termina la lección mostrando a la clase que podemos apenar al Señor cuando rehusamos creer en Él. Vino de los atrios celestiales a hacer el milagro más grande de todos los que se han hecho: morir en la Cruz, para que tuviera el derecho y el poder de salvar a muchos, muchísimos niños y adultos de sus pecados.

¡Cuán trágico es separarse del Salvador y depositar nuestra confianza en alguna cosa o en alguien en su lugar! Anima a los niños a que consideren las evidencias y fijen su mirada con admiración y asombro en el Hijo de Dios —Señor del mar— que vino a este mundo para rescatar a todos aquellos que, al comprender que sin Él perecerán, claman a Él para recibir su ayuda.

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