La televisión

Padre e hijos se confabularon para neutralizar su presencia como objeto impuesto en la intimidad familiar.

14 DE JULIO DE 2017 · 07:20

Foto: Unsplash.,
Foto: Unsplash.

En aquel hogar se produjo una rebelión doméstica. Hartos de toda la basura emitida por el televisor, los anuncios, la violencia, la inmoralidad, la vanidad…, padre e hijos se confabularon para neutralizar su presencia como objeto impuesto en la intimidad familiar por no se sabe qué fuerzas telúricas.

— ¿Qué os parece si le quitamos la voz?, el efecto contaminante se reducirá considerablemente— dijo uno de los hijos.

—Y qué tal si la apagamos definitivamente, así será claramente inofensiva— dijo el otro hijo.

—Pues yo propongo que además la pongamos cara a la pared con la esperanza de que aprenda— dijo el padre.

Y así fue cómo conquistaron el territorio del comedor, dominado hasta entonces por ese trasto presuntuoso.

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