¿Qué tipo de Dios?, de Michael Ots

¿Cómo puede ser Dios bueno, si autoriza guerras, permite el sufrimiento, reprime la sexualidad, castiga a su propio Hijo y excluye a las personas en base a sus creencias? Michael Ots responde a 10 objeciones habituales.

02 DE JUNIO DE 2017 · 05:00

Detalle de la portada del libro.,michael ots, qué tipo de dios
Detalle de la portada del libro.

Un fragmento de “¿Qué tipo de Dios?”, de Michael Ots (2014, Andamio). Puedes saber más sobre el libro aquí.

 

“El Dios del Antiguo Testamento es posiblemente el personaje más molesto de toda la ficción: celoso y orgulloso de serlo; un mezquino, injusto e implacable monstruo; un ser vengativo, sediento de sangre y limpiador étnico; un misógino, homófobo, racista, infanticida, genocida, filicida, pestilente, megalómano, sadomasoquista; un matón caprichosamente malévolo”. Así empieza Richard Dawkins una lectura pública de su libro El espejismo de Dios. Los espectadores gritan animándole, y le aplauden.

“La idea de un Dios omnisciente ha dañado profundamente a la humanidad... El mundo iría mucho mejor sin ‘él’”. Eso dice la publicidad de otro libro sobre el mismo tema. Las acusaciones no tienen tanto que ver con la existencia de Dios, sino con el tipo de Dios que es. Frank Zappa lo explicaba de esta forma en su canción “Dumb All Over”: “Eh, pongámonos serios... Dios sabe lo que está haciendo... Escribió este libro... Y el libro dice: ‘Nos hizo a todos para ser como Él’, así que... Si somos estúpidos... Entonces Dios es estúpido... (Y quizá un poco feo también)”.

La mayor parte del tiempo lo paso en las universidades explicando el mensaje de la Biblia y respondiendo preguntas. Lo que he descubierto durante los últimos dos años es que la mayoría de las preguntas que los estudiantes me hacen son sobre Dios mismo. No preguntan tanto sobre su existencia, sino sobre su carácter. ¿Cómo puede ser bueno, si autoriza guerras, permite el sufrimiento, reprime la sexualidad, castiga a su propio Hijo y excluye a las personas en base a sus creencias, condenándolas al infierno? ¿Qué tipo de Dios dejaría que le representaran iglesias hipócritas y movimientos fundamentalistas? ¿Por qué permite que el medio ambiente se arruine? ¿Cómo va a ser relevante para mí un concepto tan anticuado?

 

Michael Ots.

Seas quien seas, estas preguntas tienen una importancia enorme. La pregunta sobre la bondad de Dios no es solo una pregunta intelectual. También es una pregunta con una profunda carga emocional. La conclusión a la que lleguemos tendrá un impacto enorme en todas las áreas de nuestra vida. Si Dios no es bueno y sí existe, no querremos confiar en él. Sin embargo, si es bueno, entonces cambiará nuestra forma de pensar no solo sobre él, sino sobre nosotros mismos.

Como cristiano, para mí estas preguntas son un gran desafío. El tipo de Dios que Dawkins describe es muy diferente del Dios en el que creí y en el que confié cuando era un chaval, criado en Leicester, Inglaterra. Había llegado a la conclusión de que Dios era bueno, y que no solo amaba a todo el mundo en general, sino que también me amaba a mí, de forma personal. Estaba convencido de que era totalmente justo y completamente fiable.

No obstante, no tardé mucho en darme cuenta de que no todo el mundo pensaba como yo. De adolescente, en el colegio de chicos al que iba, descubrí que para mucha gente el concepto de Dios era tanto ridículo como restrictivo. Tenía que tomar una decisión. Podía ignorar las acusaciones y seguir creyendo en Dios. O enfrentarme a las preguntas y averiguar si eran válidas.

Al final, escogí la segunda opción. Si el cristianismo es verdad y no tan solo una creencia personal, se puede someter a todo tipo de debate e interrogatorio razonados. Así que junto a otros dos cristianos de la escuela, organizamos una actividad llamada “Interroga a un cristiano”: un tiempo de preguntas durante la hora de la comida, en el que la gente podía preguntar lo que quisiera sobre Dios y la fe. Le pedimos a un miembro de nuestra iglesia local que viniera a responder las preguntas.

En los días previos llenamos la escuela de pósters, y cuando llegó el día, no se hablaba de otra cosa. El aula ya estaba llena cuando llegamos. Aquello era un caos. Plátanos y sándwiches a medias volando por las aires. Algunos compañeros se habían puesto a fumar al lado de la ventana abierta. Estaba nervioso. No sabía cómo se las iba a arreglar un granjero de mi iglesia ante las preguntas de 60 estudiantes cabreados.

No sé si esa siguiente hora tuvo algún tipo de impacto sobre los presentes. Pero lo que sí sé es que a mí me impactó enormemente. Mientras escuchaba las respuestas que daba, de una forma sencilla y sensible, me di cuenta de algo: lo que siempre había creído que era verdad, era verdad. Había resistido al interrogatorio. Hubo respuestas para cada una de las acusaciones, y las respuestas eran convincentes.

 

Portada del libro de Michael Ots.

Desde aquella actividad, he intentado adoptar esa actitud cuando me hacen preguntas. Me gusta reflexionar sobre ellas, ponerme en la piel de los que las hacen, e intentar contestar lo mejor que sé basándome en la Biblia. Y eso es lo que he intentado hacer en este libro. Obviamente, las respuestas no son una reflexión exhaustiva. Sin embargo, he añadido una lista de lecturas recomendadas en caso de que queráis profundizar en alguno de los temas.

Tú decides si quieres empezar a leer este libro. Quizá hay algún capítulo que te interesa de forma especial. Puedes empezar por ese; y luego, seguir por el que más te llame. (A veces, las ideas se repiten si el tema lo requiere). No tienes por qué leer todos los capítulos, pero te animo a leer el último antes de dejar el libro. Y siempre puedes leerlo al estilo convencional, empezando por el principio y acabando por el final. La verdad es que me da igual cómo lo hagas. Pero por favor, ¡léelo!

Publicado en: PROTESTANTE DIGITAL - Fragmentos - ¿Qué tipo de Dios?, de Michael Ots