La iglesia que aceptó la poligamia

Cuento de una noche de invierno.

16 DE MARZO DE 2017 · 22:00

,despertador, sueño

Este es un cuento que soñé hace poco, en medio de una noche de invierno. No guardaba ninguna relación con la realidad, y todo parecido con la misma les adelanto que es pura coincidencia.

Un grupo de iglesias que nunca ha existido decidió ver la poligamia como aceptable dentro de su concepto de ética cristiana. En mi sueño se llamaban las Iglesias del Amor Amplio (la IAA).

Argumentaban que la orientación heterosexual surge de forma innata, llevando al ser humano a tener múltiples parejas.

También entendieron que sólo la represión y la censura religiosa es la que había llevado a imponer la monogamia como forma única de matrimonio y familia tradicional.

Es más, decían, “los patriarcas bíblicos eran polígamos. Y Jesús nunca condenó expresamente la poligamia. Incluso cuando el apóstol Pablo pone el requisito de una única esposa sólo lo expresa para los obispos, pero nunca dice que la poligamia sea pecado”.

“Sólo un fundamentalismo literalista, dijeron, podría llevar a tener la mente estrecha de censurar una forma de amor como es la poligamia, porque al fin y al cabo la Biblia es amor”.

Decidieron en su Congreso debatirlo, y lo aprobaron. A quienes argumentaron en su contra les expulsaron con discreción en nombre de la tolerancia (aunque todos se enteraron).

La Federación Universal Cristiana (FUC), una federación de iglesias de la que formaba parte la IAA con otros muchos grupos e iglesias, aunque no estaba de acuerdo con ellos, lo respetaron conviviendo con esta práctica.

“Al fin y al cabo, dijeron, ¿quiénes somos nosotros para decirle a las iglesias cómo aplican la ética sexual, algo que no tiene nada que ver con la doctrina? ¡Su credo en lo básico coincide con el nuestro, y lo comparten! ¡Seamos moderados, no radicales!”

Más voces apoyaron en la FUC esta convivencia: “si callamos ante otras prácticas que no nos gustan y sabemos que se producen como la avaricia, el egoísmo, la superstición, o el abuso espiritual, ¿por qué vamos a tener un doble rasero y enfrentarnos con la IAA por este tema? ¿Sería legal hacerlo?”

Incluso, añadieron otros, “el amor es la medida de la fe, no impidamos que quienes se llaman cristianos y aman de una forma diferente a la nuestra sean por eso discriminados o rechazados”.

¡Ah! Y la unidad. También mencionaron en la FUC que la unidad es esencial, no romper el vínculo ecuménico, fomentar la tolerancia con el diferente.

La sociedad y los políticos aplaudieron esta idea original de la IAA que “rompía la rigidez religiosa estricta, el rancio fundamentalismo”.

Les gustó tanto que lo enseñaron en las escuelas: debes descubrir si existe en tu interior un yo polígamo, probar experiencias, no cerrarte a posibilidades que favorecen tu libertad personal y tu desarrollo como individuo. Se impartió en los colegios de forma obligatoria, quisieran o no los padres de los alumnos.

Y a quienes disentían, les multaron, les amenazaron con la publicación de una Ley anti Poligamofobia.

¿Qué pasó después? Me desperté. Y la realidad es la misma que todos ustedes conocen.

Por si acaso, antes de que disparen al pianista (aunque seguro que lo harán), dos cosas.

Una, no soy poligamófobo, todo mi respeto para sus ideas aunque discrepe. Y dos, defiendo la monogamia y la fidelidad en el matrimonio. Espero que no me multen ni insulten demasiado por esto. Muchas gracias.

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