Semblanzas de reformadores/as (VI)

Girolamo Zanchi, Gaspar de Coligny, Anne Askew, Olimpia Morato, Jakob Andreae, Guillermo I de Orange...

09 DE DICIEMBRE DE 2016 · 09:02

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La recopilación ordenada cronológicamente de las vidas de personajes ligados al devenir de la Reforma Protestante muestra un abanico de historias que se entrelazaron inevitablemente para formar un conjunto sólido de protagonistas que, en mayor o menor medida, contribuyeron a delinear el nuevo rostro de la cristiandad europea. Cada énfasis doctrinal y teológico obliga a colocar en su justa dimensión a cada quien, y a considerar su contribución específica sin ánimo de hacer sobresalir a nadie. Aquí conviven los nombres famosos y algunos menos favorecidos por la historia. Esta convivencia puede ayudar a enriquecer la comprensión de sus acciones.

 

Pietro Paolo Vergerio.

75. Pietro Paolo Vergerio, el Menor (1497/8-1565)

Nació en Koper (Eslovenia) y murió en Tubinga. Después de estudiar ambos derechos en Padua, trabajó como jurista en Verona, Padua y Venecia. Se casó en 1526, y luego de enviudar entró al servicio de la iglesia. En 1535-36 viajó a Alemania para hacer propaganda del concilio planeado por Paulo III. En noviembre de 1535 se encontró en Wittenberg con Lutero, a quien caracterizó negativamente. Decepcionado del papa, buscó nuevos promotores y en 1540 estuvo en la corte de Francisco I, en donde conoció a Margarita de Navarra. Tras participar en los coloquios de Worms y Ratisbona regresó en 1541 a su diócesis, que intentó reformar según sus convicciones. En 1545 la Inquisición comenzó un proceso en su contra por difusión de herejías, lo que terminó en su destitución como obispo y excomunión. Antes, había apelado al Concilio de Trento y huido a Suiza, donde abrazó el protestantismo. Entre 1550 y 1553 fue pastor en Vicosoprano, pero después de algunos conflictos con otros pastores suizos, abandonó su cargo y en 1553 pasó a ser consejero del duque Christoph von Württenberg, además de viajar para apoyar la Reforma. Promovió la traducción del Nuevo Testamento al esloveno por Primus Trubar (Alexander Koller).

 

76. Reginald Pole (1500-1558)

Cardenal nacido en Stourton Castle y fallecido en Lambeth. Fue pariente de Enrique VIII. Durante sus estudios en Oxford, entró en contacto con Tomás Moro y otros humanistas, posteriormente con italianos como Flaminio y Bembo. Mantuvo correspondencia con Erasmo. Entre 15209 y 15390 negoció el divorcio de Enrique VIII en París. En 1532 viajó a Padua y Venecia, donde fue influido por algunos representantes del humanismo eclesiástico reformador, y se dedicó a estudiar las Escrituras y los Padres. Tras el cisma en Inglaterra, se negó a volver a su país y en 1536 redactó un documento de apoyo a los derechos de Roma. Paulo III lo llamó para colaborar en la comisión de la reforma de la iglesia y lo envió varias veces como legado pontificio. Medió infructuosamente entre Francisco I y Carlos V. Fue el centro de un grupo de amigos de la reforma eclesiástica en Viterbo y más tarde fungió como legado en el Concilio de Trento, aunque no quedó satisfecho con el debate sobre la justificación, por lo que se desvinculó del cargo. Su candidatura al papado se frustró por sospechas de herejía. Al subir María I al trono inglés, fue legado papal. En 1555 fue nombrado arzobispo de Canterbury y a fines de 1554 concretó la reunificación con Roma. Trató de impedir el matrimonio de María i con Felipe II. Paulo IV lo degradó y lo llamó para iniciar un proceso por herejía, pero murió antes del mismo. Supo asociar a su piedad un carácter noble y una rica experiencia política (Klaus Ganzer).

 

77. Julián Hernández (¿?-1560)

Diseminador de literatura protestante, […] también llamado Julianillo, por su débil aspecto físico, muy delgado y de baja estatura. Originario de Tierra de Campos, en Castilla, emigró a los Países Bajos y más tarde a Alemania. Llegó a ser diácono de una congregación luterana en Frankfurt. Aprendiz de impresor, [ese] oficio le permitió leer lo que se preparaba en las imprentas. Posiblemente hayan pasado por sus manos […] escritos de algunos reformadores españoles […]. Lo cierto es que ya converso […] retornó a España y se asentó en Sevilla, donde fue uno de los integrantes del círculo protestante en esa ciudad. […] decidió ir en búsqueda de literatura que ayudara a educar a sus correligionarios en la fe evangélica. Se dirigió a Alemania [y a] Ginebra, Suiza, donde [pudo] obtener los volúmenes anhelados. Allí conoció a Juan Pérez de Pineda, quien contrató sus servicios. […] Pérez de Pineda trabajaba en su traducción del Nuevo Testamento (1556), la cual se propuso introducir a España de contrabando y con grandes riesgos. […] Entregó su valiosa carga en Sevilla, a los monjes de San Isidro del Campo y en casa de Juan Ponce de León. […] En octubre de 1557 cayó en las garras de la Inquisición; fue torturado bárbaramente, pero guardó silencio y no delató a sus hermanos. […] En el Auto de Fe del 22 de diciembre de 1560 fue quemado. En un mismo día, el autor de la traducción del Nuevo Testamento (Pérez de Pineda, en efigie) y su distribuidor fueron llevados a la hoguera (Carlos Martínez García, “450 años del martirio de Julián Hernández”, en La Jornada, 29 de diciembre de 2010, www.jornada.unam.mx/2010/12/29/opinion/015a1pol; véase: Emilio Monjo Bellido, “Julián Hernández, Julianillo: realidad y mito”, en Protestante Digital, 26 de diciembre de 2010).

 

78. John Frith (1503-1533)

Teólogo protestante inglés, mártir, nacido en Westerham y muerto en Smithfield. Estudió en Eton y Cambridge. A través del cardenal Thomas Wolsey llegó en 1525 a Oxford, donde fue encarcelado en 1528. Huyó a Marburgo y colaboró en la traducción de la Biblia de William Tyndale. Al volver a Inglaterra en 1532 fue encarcelado nuevamente y ajusticiado por su doctrina sobre la Eucaristía, combatida, entre otros, por Tomás Moro. Thomas Cranmer suscribió sus opiniones sobre el purgatorio y publicó los 42 artículos en los que lo negaba explícitamente. Sus obras fueron publicadas en 1573 por John Foxe.

 

79. Girolamo Zanchi (1516-1590)

Teólogo reformado italiano nacido en Alzano y muerto en Heildelberg. A partir de 1531 fue canónigo regular en Bérgamo y desde 1541 en Lucca. Allí se acercó a la Reforma bajo la influencia del prior Pedro Mártir Vermigli, quien lo familiarizó con los escritos de Melanchton, Bullinger y Bucero. Después de huir de la Inquisición, vivió en los Grisones y en Ginebra, para luego ser profesor de filosofía y teología en Estrasburgo (1553-1563). Allí entró en conflicto con Johannes Marbach por la doctrina de la Santa Cena. Luego fue profesor de teología en Heidelberg a partir de 1568, actividad que prosiguió en Neustadt desde 1576. Junto a Bucero y Beza se le considera fundador de la ortodoxia reformada (Willem van’t Spijker).

 

 

Gaspar Coligny.

80. Gaspar de Coligny (1519-1572)

Nacido en el departamento de Loiret, Francia, falleció en 1572 en París. Fue almirante en 1552 y en 1555, gobernador de Picardia. En 1557, después de la batalla de San Quintín, cayó prisionero y llevado a los Países Bajos, donde se convirtió al protestantismo. En 1560 abrazó la fe calvinista y poco después llegó a ser jefe de los hugonotes en las cuatro primeras guerras de religión de su país. Gracias a la Paz de Saint-Germain-en-Laye (1570) obtuvo la libertad de práctica de la religión en cuatro ciudades para los reformados. En 1571 fue aceptado nuevamente como consejero real y obtuvo influencia sobre el rey Carlos IX, pero ganó también la oposición enconada de Catalina de Médicis, quien lo mandó asesinar en la Noche de San Bartolomé (Joseph Jordan).

 

81. Anne Askew (1521-1546)

Nació en Stallingborough y murió en Londres. Hija del terrateniente William Askew. Fue una poeta acusada de ser protestante y de negar la doctrina de la transustanciación durante el reinado de Enrique VIII. Describió todo su juicio en The Examinations, donde denunció que la persecución se inició por causa de su rechazo a la autoridad masculina tradicional, pues fue una de las primeras mujeres divorciadas del ámbito anglosajón (su esposo era un ferviente católico) y escapó de su casa cuando se le prohibió predicar o escribir libremente. Dicha obra es uno de los más importantes documentos autobiográficos del tormentoso siglo XVI con que se cuenta y es una evidencia de su inteligencia y sobresaliente valor. Una edición reciente (1996) es de la Universidad de Oxford.

 

Olimpia Fluvia.

82. Olimpia Morato (1526-1555)

Nacida en Ferrara, Italia, fue un ingenio bastante precoz. Educada por su padre en la cultura clásica y en el calvinismo. A los 13 años conocía el griego, el latín y declamaba a Cicerón. En Vicenza frecuentó una comunidad de anabautistas y, para evitar las persecuciones, se trasladó con su esposo a Suiza. En una carta enviada a Celso Secondo Curione, humanista y reformador piamontés, quien le preguntó si volvería a su país, respondió: “¡Preferiría ir hasta el fin del mundo antes que vivir en un lugar así!”. Como otras exiliadas italianas, dio importancia a las complejas disputas doctrinales que dividían el movimiento protestante. Durante el asedio de Schweinfurt (1554), su casa y su biblioteca fueron quemadas; allí se perdieron también sus escritos. Ella moriría después en Heidelberg. Lo que queda de su obra fue publicado en 1558 por Curione: discursos, diálogos, poemas y cartas (Giulio de Martino y Marina Bruzzese).

 

83. Jakob Andreae (1528-1590)

Teólogo luterano nacido en Waiblingen y muerto en Tubinga. Estudió en esta última ciudad a partir de 1541 y en 1546 ejerció el diaconado en Stuttgart. Fue despedido en 1548 a rapiz del Interim de Augsburgo. En 1552 fue pastor y superintendente especial en Goppingen. En 1553 obtuvo el doctorado en teología. A partir de 1562 y hasta su muerte fue prepósito, canciller y profesor en Tubinga. Desde 1555 se encargó del ordenamiento de la situación eclesiástica de la Reforma en los territorios fuera de Württemberg y participó en numerosas dietas y coloquios. Su más grande logro fue la unión de las iglesias evangélicas del imperio, proceso que llevó a la redacción del Libro de Concordia (1580). Su correspondencia con el patriarca de Constantinopla no tuvo éxito, lo mismo que su acercamiento a la iglesia de Etiopía. Fue sobre todo un hombre de la praxis eclesiástica que supo formular los temas teológicos de manera comprensible (Hermann Ehmer).

 

84. Guillermo I de Orange (1533-1584)

Conde de Nassau y príncipe de Orange, nació en Dillenburgo de una familia luterana y murió asesinado en Delft. En 1544 heredó vastas tierras de en los Países Bajos pero para recibirlas debía convertirse a la fe católica. En 1555 fue nombrado comandante en jefe de las tropas de Carlos V y, el mismo año, Felipe II lo llamó a formar parte del Consejo de los Países Bajos. En 1559 fue gobernador de Holanda, Frisia occidental, Zelanda y Utrecht. No obstante, al lado de otros nobles se opuso a la política absolutista de Felipe II. Su oposición se vio acrecentada por motivos nacionalistas y la sumisión de su país a España. Tras los desórdenes iconoclastas de 1566, reconoció la inutilidad de las meras reformas y se decidió por la vía militar. Hasta 1572 tuvo éxito y pudo imponerse como gobernador. En 1576 se amplió la insurrección a todas las provincias neerlandesas, aunque el país se dividió. En 1581, las provincias del norte proclamaron su independencia de la corona española. La política religiosa de tolerancia seguida por él después de su conversión al calvinismo fracasó. Tras el llamado de Felipe II a eliminarlo como “peste de la cristiandad”, cayó víctima de un católico fanático (Jens Grühn).

 

 

Isabel I

85. Isabel I (1533-1603)

Reina de Inglaterra, nacida en Greenwich y fallecida en Richmond, hija del rey Enrique VIII y de Ana Bolena. Su derecho a la sucesión del trono se basó en el testamento de su padre de 1543. Después de ascender al trono, disolvió el Parlamento y estableció las bases de la Iglesia de Inglaterra. No se nombró “Cabeza” de la iglesia sino Suprema Gobernante, es decir, fiduciaria. Mediante diversos documentos de culto exigió el juramento de los ministros y siguió una política pragmática propicia para el acuerdo. Contra los Estuardo, aliados de los franceses, apoyó el Covenant de los lores escoceses, lo que impuso en Escocia la iglesia presbiteriana (1560). En 1586 reconoció las religiones protestantes de Escocia y Alemania como ramas con idénticos derechos en el árbol de la iglesia cristiana. Tomó prisionera a María Estuardo de Francia a su regreso a Escocia. Ningún católico murió en la hoguera como hereje, pero unos 250 fueron ejecutados por traición. Reinó por poco más de 44 años (Kurt Kluxen).

 

86. Zacharius Ursinus (1534-1583)

Teólogo reformado nacido en Breslau y muerto en Neustadt. Después de estudiar con Melanchton en Wittenberg (1550-1557), y de viajar por Heidelberg, Estrasburgo, Basilea, Zúrich, Ginebra, Lyon y París, enseñó en su ciudad natal, donde fue acusado de criptocalvinista. En 1560 partió a Zúrich y un año después a Heidelberg para dirigir el Collegium Sapientiae. Allí sucedió a Kaspar Oleviano como profesor, cátedra que debió abandonar en 1568 por razones de salud. El Catecismo de Heidelberg (1563), del que se considera autor principal junto con Oleviano (1536-1587), es una síntesis de las doctrinas calvinistas y de Melanchton. La restauración del luteranismo en Heidelberg, en 1576, lo obligó a ir a Neustadt, donde fue profesor. Su pensamiento teológico es tributario de la teología del pacto (Willem van’t Spijker).

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