La revolución epigenética

Esta nueva ciencia de la epigenética tiene importantes implicaciones filosóficas

17 DE NOVIEMBRE DE 2016 · 20:40

Foto: Antonio Cruz.,
Foto: Antonio Cruz.

La ciencia ha descubierto recientemente que la idea de que los genes codifican proteínas -algo básico en genética- es tan sólo un punto de partida para entender cómo el ADN ofrece una especie de software de control para el desarrollo de los seres vivos.

El hasta ahora mal llamado “ADN basura” -desde la perspectiva darwinista- tiene en realidad una función importante en la manera en que los genes son activados y desactivados por determinados factores externos del ambiente. Y, desde luego, esto es mucho más que pura genética.

Es lo que se conoce como epigenética. Es decir, el estudio de los factores no genéticos que intervienen en el desarrollo de los organismos, desde la fecundación del óvulo hasta su envejecimiento. Las modificaciones en la expresión de los genes que provocan los factores ambientales sin alterar la secuencia de ADN y que, además, son heredables.

Esta nueva ciencia de la epigenética tiene importantes implicaciones filosóficas ya que constituye un espaldarazo a las antiguas ideas lamarkistas, en el sentido de que heredamos algunas características adquiridas por nuestros antepasados.

En cambio, desmiente el aspecto más simplista del darwinismo social. Si el medio ambiente interviene decisivamente en cómo se expresan nuestros genes, la idea de que el éxito o el fracaso social están genéticamente determinados ya no se puede mantener de forma dogmática.

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