La flor del madroño

Las personas maduramos también, más o menos, en función de las circunstancias que hemos vivido.

03 DE NOVIEMBRE DE 2016 · 20:40

Foto: Antonio Cruz.,
Foto: Antonio Cruz.

Y comió los frutos del campo (Dt. 32: 13).

El madroño (Arbutus unedo) (arboç en catalán) es un arbusto de dos a tres metros de altura con tendencia a convertirse en árbol cuando se le deja crecer a sus anchas.Si la tierra es substanciosa y hay agua abundante es capaz de alcanzar tamaños respetables en los torrentes umbríos del litoral mediterráneo. A finales del verano o con las primeras lluvias del otoño, florece generando pequeños ramilletes de florecillas blanquecinas que parecen pequeñas ollitas invertidas.

Los frutos maduran al año siguiente y son esferas rojizas de dos a dos centímetros y medio de diámetro cubiertas de verruguitas puntiagudas. Al partirlas, muestran su carne amarillenta comestible aunque no demasiado grata al paladar.

Llamar unedo a esta especie es más bien una amonestación. Si se comen muchos de sus frutos, pueden llegar a emborrachar y producir dolor de cabeza. De ahí que lo mejor será no comer más de uno (unedo).

El hecho de que el madroño sea un arbusto capaz de transformarse en árbol puede sugerirnos que las personas maduramos también, más o menos, en función de las circunstancias que hemos vivido.

Aunque todos estamos llamados a la madurez espiritual. Tal como se dice en Hebreos: Porque debiendo ser ya maestros, después de tanto tiempo, tenéis necesidad de que se os vuelva a enseñar cuáles son los primeros rudimentos de las palabras de Dios; y habéis llegado a ser tales que tenéis necesidad de leche, y no de alimento sólido. Y todo aquel que participa de la leche es inexperto en la palabra de justicia, porque es niño; pero el alimento sólido es para los que han alcanzado madurez, para los que por el uso tienen los sentidos ejercitados en el discernimiento del bien y del mal (Hebreos 5: 12-14). Nuestra vida debe ser como la del madroño: una tendencia constante hacia la madurez espiritual y el máximo desarrollo posible.

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