La última cena

Juan—¿Ahora nos revelas al traidor, después de compartir con él tantas cosas durante tres años? Maestro—Hasta el final no lo he dado por perdido.

14 DE JULIO DE 2016 · 21:20

La última cena (Leonado Da Vinci),
La última cena (Leonado Da Vinci)

—De cierto os digo que uno de vosotros, que come conmigo, me va a entregar —dijo Jesús a sus discípulos mientras comían sentados a la mesa en la última cena.

Entonces ellos comenzaron a entristecerse.

—¿Seré yo? —decía uno.

—¿Seré yo? —decía otro.

Maestro—Es uno de los doce, el que moja conmigo en el plato. A la verdad el Hijo del Hombre va, según está escrito de él, mas ¡ay de aquel hombre por quien el Hijo del Hombre es entregado! Bueno le fuera a ese hombre no haber nacido —respondió Jesús.

Juan—¿Ahora nos revelas al traidor, después de compartir con él tantas cosas durante tres años?

M—Hasta el final no lo he dado por perdido.

J—¡Todo el juicio del cielo debe recaer sobre él!

M—Juan, ¿te satisface que al Padre le haya placido daros el Reino?

J—Es lo mejor que nos ha podido ocurrir.

M—¿Te parece bien que recaiga el peso del castigo sobre quien rechaza la generosidad del Padre?

J—Me parece lo justo.

M—¿Das por buenos los dos destinos?

J—Si, viniendo de ti.

M—¿Si no te consuelas con uno te consuelas con el otro?

J—Así es, cada cual que acarree con el destino que escoja. El Padre no pierde.

M—Pues mira que a mí… solo me consuela uno…

J— …

M— …

J—Empiezo a entender.

Juan experimentó un vuelco en su corazón. Invadido de la compasión del Maestro, sintió lo que Él sentía.

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