El evangelio: cómo la Iglesia refleja la hermosura de Cristo, de Ray Ortlund

El evangelio no es ley, que requiere que nos ganemos algo. El evangelio es un anuncio de bienvenida, que declara que Jesús lo pagó todo.

23 DE JUNIO DE 2016 · 19:40

El evangelio: cómo la Iglesia refleja la hermosura de Cristo, de Ray Ortlund,
El evangelio: cómo la Iglesia refleja la hermosura de Cristo, de Ray Ortlund

Este es un fragmento de “El evangelio: cómo la iglesia refleja la iglesia de Cristo”, de Ray Ortlund (2016, Editorial Peregrino) Puede saber más sobre le libro aquí.

 

"Evangelion —lo que llamamos “el evangelio”— es una palabra griega, que significa noticias buenas, felices, alegres y gozosas, que alegran el corazón del hombre y lo hacen cantar, danzar y saltar de gozo".1 William Tyndale

William Tyndale, el traductor pionero de la Biblia al inglés, escribió estas hermosas palabras en 1525, y las selló con una muerte de mártir. ¡Qué mundo en el que vivimos, en el que algo tan alegre puede ser tan odiado! Pero así es.

Tal y como Tyndale indicó, la misma forma de la palabra griega traducida como «evangelio» significa buenas noticias.2 El evangelio no es ley, que requiere que nos ganemos algo. El evangelio es un anuncio de bienvenida, que declara que Jesús lo pagó todo. Es como una llamada telefónica esperada por mucho tiempo. Cuando finalmente suena el teléfono, lo agarramos y con entusiasmo recibimos la llamada. El evangelio es un mensaje que debe ser proclamado y creído (Mr. 1:14-15). Es el tema de toda la Biblia (Gá. 3:8). Viene de arriba, de Dios (Gá. 1:11-12). Es digno de nuestros mayores esfuerzos (Fil. 1:27-30).

Estas buenas noticias son mucho más que buenas vibraciones. Este mensaje tiene un contenido específico. Puede y debe ser definido solamente por la Biblia. Cada generación debe tomar su Biblia y redescubrir el evangelio de nuevo, y articular nuevamente el mensaje antiguo en sus propias palabras, para sus propios tiempos. Vivimos en un tiempo de redescubrimiento activo del evangelio, y es emocionante poder involucrarnos en ello.

Aquí tenemos el mensaje esencial que apoyan las personas que creen en la Biblia:

Dios, mediante la vida perfecta, la muerte expiatoria, y la resurrección corporal de Jesucristo, rescata a todo su pueblo de la ira de Dios, para tener paz con él, con la promesa de una restauración completa de su orden creado para siempre; todo para la alabanza de la gloria de su gracia.

La salvación del juicio de Dios para tener comunión con Dios es una obra enteramente de Dios. No es nuestra. ¡Estas son verdaderamente buenas noticias! Y este evangelio es ampliamente conocido y sinceramente predicado en nuestras iglesias hoy.

 

ALGO PREOCUPANTE

Pero aquí hay algo preocupante. Si un mensaje tan bueno está en el centro que define nuestras iglesias, ¿Por qué vemos cosas tan malas en estas mismas iglesias; desde constantes conflictos hasta un total agotamiento? ¿Dónde está el poder salvador del evangelio? ¿Por qué no vemos más del canto, de la danza y de los saltos de gozo de los que hablaba Tyndale en nuestras iglesias, si el evangelio está marcando la pauta?

 

Portada del libro

En su libro profético Witness, Whittaker Chambers habla de una joven mujer alemana cuyo padre pasó de ser un ferviente procomunista, a un vigoroso anticomunista. ¿Por qué? Ella dijo: «Te reirás de mí, pero no debes reírte de mi padre. Una noche, en Moscú, oyó gritos. Eso es todo. Simplemente una noche oyó gritos».3

Esto también sucede en nuestras iglesias. La gente viene para escuchar las buenas noticias. Pero luego escuchan gritos. Escuchan gritos de angustia y desesperación en iglesias que predican el evangelio en teoría, pero que infligen dolor en la realidad. Esto es chocante, pero no es nuevo. El profeta Isaías escribió:


Ciertamente la viña de Jehová de los ejércitos es la casa de Israel, y los hombres de Judá planta deliciosa suya. Esperaba juicio, y he aquí vileza; justicia, y he aquí clamor (Is. 5:7).

¿Cuánta gente en nuestras ciudades son excristianos, y quizá hasta profundamente anticristianos, porque fueron a una iglesia para escuchar «las buenas nuevas de gran gozo» (Lc. 2:10) pero estas fueron ahogadas por luchas y problemas?

No supongamos que nuestras iglesias son fieles al evangelio. Examinemos si lo son. Al fin y al cabo, «toda institución tiende a producir aquello a lo cual se opone».4 Una iglesia con la verdad del evangelio en su teología puede producir lo opuesto del evangelio en su práctica. El Señor resucitado le dijo a una de sus iglesias: «Tú dices: Yo soy rico, y me he enriquecido, y de ninguna cosa tengo necesidad; y no sabes que tú eres un desventurado, miserable, pobre, ciego y desnudo» (Ap. 3:17).

El problema no era lo que creían doctrinalmente, sino en lo que personalmente se habían convertido, y ni siquiera se dieron cuenta. Pero para el Señor era obvio: «Conozco tus obras» (Ap. 3:15). Por tanto, necesitaban ir a Cristo con una nueva humildad, franqueza, y honestidad.

 

LA PRUEBA DE UNA IGLESIA CENTRADA EN EL EVANGELIO

No mucho después de la crisis de fe que alteró su vida, y que vino a raíz de la fealdad interior que vio en personas de su denominación, Francis Schaeffer escribió un artículo titulado «How Heresy Should Be Met». Aquí tenemos el argumento principal:

El problema final no es demostrar el error de los hombres, sino ganarlos de vuelta para Cristo. Por tanto, la apologética que al final resulta exitosa es primeramente una clara declaración intelectual de lo que está mal en la falsa doctrina, más un retorno claro e intelectual al enfoque escritutario apropiado, en toda su vitalidad y relación con la fe cristiana en su conjunto, más una demostración en la vida de que este énfasis escritural correcto y vital satisface las necesidades genuinas y las aspiraciones de los hombres de una forma en que la falsificación de Satanás no lo hace.5

Así que la prueba de una iglesia centrada en el evangelio es su doctrina sobre el papel más su cultura en la práctica; «una demostración en la vida de que este enfoque escritutario correcto y vital satisface las necesidades genuinas y las aspiraciones de los hombres».

Si la cultura del evangelio de una iglesia se ha perdido —o nunca fue construida— el único remedio se encuentra a los pies de Cristo. Esa iglesia necesita un redescubrimiento fresco de su evangelio en toda su hermosura. No se gana nada con meramente reempaquetar la iglesia en formas más atractivas para los de fuera.

 

Ray Ortlund

Primeramente y ante todo, el evangelio de Cristo debe ser enteramente creído y abrazado por nuestras iglesias. Esto es más profundo que un aumento momentáneo de entusiasmo. La necesidad de nuestros tiempos es nada menos que la recristianización de nuestras iglesias, solo según el evangelio, tanto en doctrina como en cultura, por Cristo mismo. Nada menos que la hermosura de Cristo será suficiente hoy en día, aunque saber cómo será una iglesia renovada, en el presente, está más allá de nuestra imaginación.

 

EL PROPÓSITO DE ESTE LIBRO

Entonces, el propósito de este libro es simple. Quiero mostrar cómo Cristo coloca su hermosura en nuestras iglesias mediante su evangelio. Esto explica el título de este libro: El evangelio: Cómo la iglesia refleja la hermosura de Cristo. La hermosura es poderosa. Nuestras iglesias la anhelan. Tú y yo la anhelamos. Y podemos ayudar a nuestras iglesias a verla.

Poseemos, solo en el evangelio, los recursos de Dios que obran maravillas para la manifestación de Cristo entre nosotros. Y a medida que leas, espero que te emociones con la hermosura de Cristo. Este es mi objetivo final.

Así que este libro trata del evangelio, sí. Pero de forma más específica, trata acerca de cómo el evangelio puede moldear la vida y la cultura de nuestras iglesias para que puedan reflejar a Cristo tal y como es verdaderamente, según su evangelio.

Creo que la ocurrencia irónica de A. W. Tozer, hace una generación, todavía es válida: «Un avivamiento extendido del tipo de cristianismo que conocemos hoy en América, puede ser una tragedia moral de la cual no nos recuperaríamos ni en cien años».6 ¿Qué hay en nuestras iglesias que merezca sobrevivir? ¿Que hay en nuestras iglesias que pueda sobrevivir?

Cualquier iglesia de cualquier denominación que se quede corta con respecto al evangelio de Cristo, ya sea en doctrina o cultura, colapsará inevitablemente bajo las extremas presiones de nuestros tiempos.

Hace años, mi querido padre dijo en un sermón: «Solo una iglesia despierta… solo personas en una condición avivada van a impactar en esta sociedad».7 Solo el evangelio obra con el poder de Dios (Ro. 1:16). Todo lo demás, todo lo que esté por debajo, será barrido, tal y como debe ser.

Pongamos todas las cosas de menor importancia a un lado y, con oración, ante el Señor, redescubramos su poderoso evangelio, mientras aún podamos.

Publicado en: PROTESTANTE DIGITAL - Fragmentos - El evangelio: cómo la Iglesia refleja la hermosura de Cristo, de Ray Ortlund