Fresas silvestres

La naturaleza es como una inmensa enciclopedia de diseños minúsculos que a veces pasan desapercibidos.

19 DE MAYO DE 2016 · 18:40

Foto: Antonio Cruz.,
Foto: Antonio Cruz.

¿Qué observan tan atentamente abuela y nietos? Una pequeña maravilla natural. Una planta herbácea con flores blancas hermafroditas. Cada una de ellas presenta caracteres masculinos y femeninos, cuyas células sexuales los insectos se encargan de diseminar, fecundando a otras flores.

El resultado son las fresas silvestres (Fragaria vesca) mucho más dulces y aromáticas que las fresas cultivadas. Retoña todos los años al llegar la primavera. En realidad, la pequeña fruta encarnada que comemos no es el auténtico fruto de esta planta.

Los verdaderos frutos son aquellos granitos que tragamos sin querer con la carne de la propia fresa. El zumo de la fresa, de sabor agridulce y delicioso aroma, es uno de los productos naturales más complejos del reino vegetal.

 

Foto: Antonio Cruz.

Está constituido, entre otros, por los siguientes ácidos: acético, caprónico, fórmico, benzoico, alcohol etílico y amílico, salicilato de etilo, borneol, terpina, etc. Es rico en vitamina C y posee virtudes diuréticas.

El propio Carl von Linné, padre de la taxonomía y quién le puso el nombre científico a las fresas, cuenta que sanó de la enfermedad de la gota gracias a comer medio kilo de fresas cada día. Ya en el siglo XVI se usaban las hojas y la raíz de esta planta para curar llagas, úlceras, disenterías, etc.

En fin, la naturaleza es como una inmensa enciclopedia de diseños minúsculos que a veces pasan desapercibidos pero que están siempre ahí gritándonos: ¡INTELIGENCIA!

Publicado en: PROTESTANTE DIGITAL - Zoé - Fresas silvestres