La historia de España contada con sencillez

¿Por qué ignorar a autores de obras importantes por el hecho de haber tenido ideas políticas distintas a las que ahora parece profesar la mayoría?

05 DE MAYO DE 2016 · 16:50

José María Pemán (1897-1981).,José María Pemán
José María Pemán (1897-1981).

Doy por sabido que declararse apolítico es otra forma de hacer política. Pues bien, yo lo soy. Jamás he pertenecido a partido político alguno. Más aún: nunca he votado en unas elecciones. ¿Incivil? Puede, pero lo explico. Nací y crecí en Marruecos, norte de África, hasta los 36 años. Entonces en ese país nunca se votaba. Me instalé en España cuando Franco estaba al mando. Tampoco se convocaba al voto. Al llegar la democracia consideré que ya era tarde para mí, no tenía cultura  del voto.

No soy de izquierda ni de derecha, ni del centro ni de la circunferencia. Desde que practico el periodismo juzgo a los escritores por la calidad de su obra, no por sus ideas políticas. En los anaqueles de mi biblioteca están juntos “Mi lucha”, de Hitler, y “El capital”, de Carlos Marx; “El libro rojo”, de Mao TseTung, y “Madrid de Corte a Checa”, escrito por Agustín de Foxá, militante de la antigua Falange Española tradicionalista y de las Jons.

Aquellos buenos escritores que desarrollaron su obra durante el franquismo fueron años después arrinconados, discriminados por sus ideas políticas. Se publica poco de ellos. No se escribe de su aportación a la literatura. ¿Por qué condicionar la literatura a la política? ¿Por qué ignorar a autores de obras importantes por el hecho de haber tenido ideas políticas distintas a las que ahora parece profesar la mayoría? La grandeza literaria de Antonio Machado está fuera de toda duda. Leo sus obras completas. Es uno de mis autores predilectos. Pero ¿por qué ha caído en el olvido su hermano Manuel, dramaturgo y poeta, aunque sin llegar a la altura de Antonio? ¿Por qué Manuel era de derecha y Antonio de izquierda?

Manuel Machado no es el único ignorado sólo por haber profesado ideas políticas que hoy no se aceptan o se aceptan poco. ¿Qué se lee actualmente de excelentes escritores como fueron Rafael Sánchez Mazas, Dionisio Ridruejo, Álvaro Cunqueiro, Agustín de Foxá, Ernesto Giménez Caballero, Eugenio D´Ors, Leopoldo Panero, Luis Rosales, Luis Felipe Vivanco, Eugenio Montes y otros muchos que estuvieron vinculados a políticas de derecha? Es lo que ocurre con José María Pemán.

Pemán nació en Cádiz en 1897 y murió en la misma ciudad en 1981. Estudió el bachillerato en Cádiz y cursó la carrera de Derecho en Sevilla, doctorándose en Madrid con la tesis “Ensayo sobre las ideas filosófico-juristas de la República de Platón”. En 1923 publicó su primer libro, “De la vida sencilla” y dos años después el segundo, “Nuevas Poesías”, seguido del cancionero “A la rueda, rueda”. Durante dos años ejerció como penalista, pero enseguida abandonó su profesión para dedicarse a la literatura.

Pemán cultivó los géneros más destacados en literatura. Fue historiador, ensayista, poeta, dramaturgo, periodista. El tomo “Quién es quién en las letras españolas”, del Instituto Nacional del Libro Español, dice de Pemán que fue “el único escritor español que ha logrado en los países de lengua castellana una popularidad que le acerca lo mismo a las más cerradas tertulias literarias que a los últimos rincones de España e Hispanoamérica”.

Su producción periodística es abundantísima, ocupando constantemente la primera página del diario “A.B.C.” y de otros periódicos y revistas. También son muchos los ensayos, las novelas y los libros de poesía que dejó escritos.

Entre su obra teatral destaca “El Divino Impaciente”, basada en la vida de San Francisco Javier, obra de enorme éxito que le dio una gran popularidad en España y que después de mil representaciones obtuvo el Premio Cortina de la Real Academia Española. “El Divino Impaciente” fue traducida a varios idiomas. Hay que añadir sus Discursos y Conferencias que en número de varios cientos pronunció Pemán en España, Hispanoamérica y varios países de Europa. Sus obras completas incluyen ocho gruesos tomos. Algunas de estas obras han sido traducidas al inglés, francés, italiano, portugués, árabe, bengalí, chino, japonés, etc. El diario “Pueblo” le proclamó en 1963 el poeta más popular de España. Ramiro de Maeztu dijo de él que era “el orador más grande del mundo hispánico”. El Instituto de la opinión pública (el Gallup español), lo proclamó durante varios años consecutivos como “el escritor más leído de España”. En 1965 inició guiones para una serie de Televisión que título “El Séneca”. Estuvo en antena todo aquél año y luego de 1967 a 1970, interrumpida por la muerte en accidente del principal protagonista, Antonio Martelo.

Los libros de Pemán proporcionaron a su autor numerosos premios: Premio Mariano de Cavia; Premio Juan March; Premio Blasco Ibáñez; Premio Espinosa Cortina. Además de estos premios fue condecorado con la Gran Cruz Alfonso X el Sabio y de la Gran Cruz de la Orden del Mérito. Estuvo al frente de la Real Academia Española en 1939 y entre 1944 y 1947.

Es cierto lo que se dice de su vinculación con el régimen surgido de la guerra civil. Pero esta vinculación duró poco tiempo. Llevado de sus profundas convicciones religiosas se convirtió en defensor del alzamiento conducido por el general Franco y figuró en la Junta Nacional de Defensa constituida en Salamanca. Pero no tardó en abandonar la actividad política para consagrarse de lleno a la literatura.

Más que franquista Pemán fue siempre monárquico. Monárquico y católico, creyente a ultranza. Durante muchos años fue presidente del Consejo Privado Político de don Juan de Borbón, abuelo de Felipe VI. En 1981 el entonces rey Juan Carlos le otorgó el Toisón de Oro, la más alta condecoración que concede la monarquía española.

Dice el historiador Luis Suárez que en “La historia de España contada con sencillez” Pemán “intentaba explicar a los jóvenes de aquella generación que pertenece ya a un pasado inmediato qué es España. Partiendo de sus raíces: ibéricas, celtas, tartéricas, prímicas, griegas, hasta llegar a Roma y a la que desde luego todo se lo debemos: la lengua, el derecho y especialmente la fe cristiana”. Suárez añade que “el libro es una pieza esencial en el camino de la restauración hispánica a la que él estaba contribuyendo desde el servicio a su Rey”.

El brillante periodista Arcadi Espada estuvo el año pasado en Jerez y en Cádiz, donde fue tras las huellas de Pemán. En un largo artículo publicado en el diario “El Mundo” el 22 de noviembre de 2015, reconoce que Pemán “fue un escritor tocado por la gracia, de una gran categoría, al que el franquismo perjudicó más que ayudó”. La concejala de Izquierda Unida en el ayuntamiento de Jerez, Ana Fernández, llamó a Pemán fascista, misógino y asesino, lo que le costó una querella judicial de la familia, de la que no salió bien por sus insultos gratuitos e indemostrables. El periodista concluye su artículo advirtiendo a la concejala “que en España los escritores se mueren solos y no es recomendable tomarse el trabajo de matarlos”.

Publicado en: PROTESTANTE DIGITAL - El punto en la palabra - La historia de España contada con sencillez