El tiempo de la siembra (está brotando una idea)

Casi me olvido de las realidades que me rodean durante las semanas que dura esta etapa de la creación, mi corazón no late más que para esta tarea.

26 DE FEBRERO DE 2016 · 10:50

Imagen: Alain Auderset,
Imagen: Alain Auderset

Primera parte de la serie "El Señor de las estaciones".

 

El idioma universal

- Oye Alain, ¿te has dado cuenta de que formas parte de una minoría de personas que dominan un idioma que se puede entender en cualquier jerga del planeta, incluso por aquellos que no saben leer?

- ¿Qué? ¿Quién, yo? ¿Pero cómo...?

- ¡Pues con imágenes, gordito con imágenes!

- ¡¡¡Yo no soy gordito!!!

Mi conciencia me saca de quicio

(Vosotros sois testigos : ¡¡¡No hace más que hablar de mi gordura!!!)

Entonces me puse a imaginar una historia exclusivamente dibujada

que resumiera el centro del mensaje de la Biblia.

(¡¡¡E incluso, comparándome con una vaca no estoy tan gordo!!!)

 

El tiempo del crecimiento

El brillo en los ojos de Doc

Casi me olvido de las realidades que me rodean durante las semanas que dura esta etapa de la creación, mi corazón no late más que para esta tarea. No duermo más que unas 4 horas cada noche y me siento como si estuviera bebiendo a tragos adrenalina, extraída directamente de la fuente de esa pasión que me devora,

Sólo una vez finalizado levanto la nariz de mi mesa de dibujo (¡vaya, pero si hay gente a mi alrededor!).

Igual que el doctor Emmett Brown ("Regreso al futuro") en sus momentos de éxtasis creativo, atrapo a alguien que pasa a mi lado para mostrarle mi dibujo sin más explicaciones.

Observo atentamente los rasgos de su cara durante la lectura, y si veo el menor gesto de incomprensión, le arranco el boceto de las manos, le dejo solo con sus preguntas y vuelvo enseguida a mi mesa para imaginar algo que sea más comprensible.

 

El tiempo del invierno

"¡Terminéééé!"

Así gritaba cuando era niño y había acabado de hacer mis necesidades…

Pero aquí, una vez finalizada mi obra, ( oye… la comparación termina aquí, ¿vale?)

Silencio, nadie viene...

Me encuentro solo con mi cómic. Es como si el responsable de las siguientes operaciones hubiera omitido venir.

(¿No ha oído el llamado? ¿ no se siente a la altura de las circunstancias?¿eres tú? ¿ y ahora qué hago para hacer llegar a la gente este librito sin palabras?

 

El ejemplo español

No es la primera vez que me sucede…

He recibido un enorme sentimiento de amor por los pueblos hispanos, hasta el punto de emocionarme hasta las lágrimas por ellos. (¿ es grave doctor?) ¡ un amor así sólo podía venir de lo Alto! ( por lo menos yo no tengo nada parecido en stock). Empleé pues toda mi energía en hacer traducir mi cómic “Idées reçues¨ “¡Ay, Dios mío!” en español con el sistema casero de pura cepa (amigos, familiares, etc…), y una vez terminado: nada.

No sabía qué hacer con el libro. Lo metí en un cajón del taller al mismo tiempo que las esperanzas que había puesto en él, y me dediqué a otra cosa.

 

Hacer todo por mí mismo

¿Qué tengo que hacer ahora para que llegue a la gente este pequeño libro sin palabras?

Disfruto de una pequeña red francófona, pero no española. Y mucho menos mundial…

Como no aguanto más, decido ponerme por un tiempo el traje de otro: el del buscador de soluciones

Continuará la próxima semana…

 

Pincha aquí para ver este librito.

Publicado en: PROTESTANTE DIGITAL - Cita con Dios - El tiempo de la siembra (está brotando una idea)