Una playa del Algarve

Dios es capaz de sacarnos de ese otro mar amargo de las tribulaciones humanas, en el que a veces nos metemos nosotros solos, para hacernos descansar en lugares tranquilos y espaciosos.

03 DE DICIEMBRE DE 2015 · 22:30

Foto: Antonio Cruz,algarve, playa, mar, antonio Cruz
Foto: Antonio Cruz

¿Por qué es salada el agua del mar? Nadie lo sabe. La teoría comúnmente aceptada es que la salinidad ha sido estable durante la existencia de la vida en la Tierra, y que los iones de sal mantienen un ciclo continuo que los hace penetrar y ser expulsados en el interior el planeta.

De esta forma las sales reaccionarían con los basaltos del fondo oceánico, que una vez tragados mediante el proceso de subducción volverían a salir expulsados por las corrientes hidrotermales y los volcanes.

“Me sacó de las muchas aguas. Me libró de mi poderoso enemigo… Me sacó a lugar espacioso” (Sal. 18:16,17 y 19). Dios es capaz de sacarnos de ese otro mar amargo de las tribulaciones humanas, en el que a veces nos metemos nosotros solos, para hacernos descansar en lugares tranquilos y espaciosos.

Únicamente él es capaz de librarnos del poderoso enemigo que somos nosotros mismos. Esta perspectiva, que tomé en la playa del Algarve en Portugal, me evoca tal espacio y serenidad.

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