El ánsar, oca o ganso común

El hecho de que podamos descargar nuestras inquietudes en Dios, no significa acomodarse en la vida y no hacer nada.

26 DE NOVIEMBRE DE 2015 · 22:10

Foto: Antonio Cruz,ganso común, ánsar
Foto: Antonio Cruz

“Sed sobrios, y velad; porque vuestro adversario el diablo, como león rugiente, anda alrededor buscando a quien devorar“ (1 Pe 5:8). El ánsar, oca o ganso común, como la mayoría de las aves, se pasa la vida vigilando intermitentemente el horizonte para descubrir posibles enemigos o depredadores. Tal es la actitud que capté en estos tres ejemplares salvajes de la imagen que se alimentaban en un prado. Al oír el primer disparo de mi cámara, levantaron rápidamente la cabeza.

Esta escena me hizo pensar en las palabras del apóstol Pedro acerca de la vigilancia cristiana. El hecho de que podamos descargar nuestras inquietudes en Dios, no significa acomodarse en la vida y no hacer nada. Debemos confiar en el Señor pero, al mismo tiempo, mantenernos vigilantes ante todo aquello que pueda amenazar nuestra fe.

Pedro era muy consciente de lo difícil que resulta vivir velando. Él se había quedado dormido junto al resto de los discípulos precisamente cuando debían haber estado velando junto al Maestro. Se había dejado arrastrar por el temor diabólico que le llevó a negar hasta tres veces seguidas a Jesús. Por eso, al escribir estas palabras, Pedro sabe que las agresiones de Satanás se desvanecen cuando se le resiste con valor, mediante el poder de Jesucristo. 

Publicado en: PROTESTANTE DIGITAL - Zoé - El ánsar, oca o ganso común