El Amor es un nacimiento (con el albañil de Nazaret)

El poeta aparca, por esta semana, la exposición de su propia obra, y dedica su blog a difundir la última obra de un hermano en la fe cristiana y en la fe poética, el pastor chileno Luiz Cruz-Villalobos.

27 DE AGOSTO DE 2015 · 15:20

Luis Cruz-Villalobos.,Luis Cruz-Villalobos.
Luis Cruz-Villalobos.

El poeta y pastor presbiteriano Luis Cruz-Villalobos (Santiago de Chile, 1976), sigue, qué duda cabe, la senda trazada por Pablo de Tarso en 1 Corintios 13, cuando trata de la potencia indeleble del Amor. Pero Luis pergeña sus versos bajo una impronta que ya es suya y resuena tan necesariamente mestiza, de aquende y allende. A sus numerosos libros y plaquetas poéticas (tiene, también, un buen manojo de rigurosos libros de ensayo teológico), suma ahora un pequeño poemario, “El Amor es un nacimiento” (Hebel, Chile, 2015), del que espigo tres brotes que merecen, entiendo, la atención de todos, sean creyentes o no. En ellos hay muestras más que evidentes de fe cristiana y de fe poética, dos de sus motores o combustibles prioritarios, junto con su familia.

Leamos a Luis Cruz-Villalobos, un poeta-pastor o pastor-poeta, que así dice en otro de sus poemas del libro, no incluido en la selección para los lectores de P+D: Creo/ Así como respiro/ Así como parto raudo al amor/ Creo/ Como simiente/ Que parece muerta/ Pero resucita de pronto/ Creo/ Como abrazo/ Como beso en la frente/ Creo/ Y no dudo/ Del tiempo y espacio/ Que me sostiene/ Y sigilosamente/ Me ama/ Creo/ Como pidiendo perdón/ Como entregándolo…”

 

TRES POEMAS

 

EL AMOR ES UN NACIMIENTO

 

A Moisés y Bárbara

 

El amor siempre es un nacimiento

Desde la muerte

Desde el pleonasmo del síntoma nefasto

Y a qué definirlo

A qué apologetizar su simiente

 

El amor es una ruptura exacta

En la cotidianidad amarga y gris

De las desventuras

Es un paso en falso

En el camino demarcado

Del sistema que se pudre

 

El amor es un espasmo

Una dislocación del aparato rudo

Que nos marca

La piel y el esqueleto

Es un abrazo hondo

Muy hondo

Allí donde duele

Y donde se pide sanar

 

El amor es una vilipendiada sombra

Que todo lo cura

Que todo lo alza

Pero en silencio

Sin bombos ni platillos

Solo así

Someramente

Paciente

Tenaz

Obstinada sombra

 

Porque el amor es persistente

Se resiste a morir

Aunque la indiferencia

Le arranque la piel

Aunque la hoguera

De la certera intransigencia

Quiera quemar sus almas

El amor sigue

Lucha

Mata a la muerte de inanición

 

Así es el amor

Así

Ni más ni menos

Ni menos ni más

Tal como lo vi

Ayer y hoy

En el albañil de Nazaret

Que me sigue cantando al oído

Que triunfó por siempre

Desde las cruces y las tumbas

Con su amor.

 

El Amor es un nacimiento (con el albañil de Nazaret)

QUIÉN PUEDE LLAMAR A MI PUERTA

 

Hay quienes saben llamar a mi puerta

Hay quienes nunca lo harían

Hay quienes ya no lo hicieron jamás

 

Van y vienen los visitantes

Vienen y van

Me llaman por mi nombre

O por remotos apodos de amor o indiferencia

 

Me vienen a buscar

Para que juegue al juego del milagro

 

Me vienen a buscar

Para que sueñe el sueño de la dicha

Pero no se partir

A sus tierras

Pues la soledad me acompaña

Ha hecho su casa justo sobre mi azotea

Y allí vivo

A solas con ella

Vacío de fiestas y parafernalias

Pobre de danzas y de quiebres

Solo

Lleno de palabras que salen como si nada

Que abundan y emergen

De lugares que puedo haber visto

O simplemente soñado

 

Así es esta vida

Que me ha tocado

A solas con esta marcha

Esta calma

Que me mantiene lejos

Perdido en parajes que saben

A lumbre

Y también a sombras

Aquí

Casi esperando

Que alguien llame a mi puerta.

 

 

 

RESTOS DE PASIÓN

 

Que haré contigo

Qué haré

Pues te presentas ante mí

Como una flor abierta de amor

Que quiere que yo sea su sol

Que entibie su néctar

Pero yo ya estoy viejo

Y solo quiero partir a tierras ignotas

Para comer raíces y besar atardeceres

 

Qué esperas de mí

Si ya no muerdo las sábanas de las horas

Ni el fruto silente del remolque

Solo canto escondido

En escritorios y bibliotecas

Que nadie podrá ver realmente

 

Me pides un pan

Un poco de agua

Y yo sólo tengo este sobresalto

Estas manos suaves y amplias

Vacías de calma y risa

 

Qué buscas en mí

De qué quieres librarme

Por qué me sigues

Y me hablas al oído lentamente

 

Qué pretendes

Si ya estoy viejo

Y me has buscado tantos años

Me has llamado por mi nombre

Y otro nombre me has incluso donado

 

Qué buscas en mi cielo

Si soy otoño

 

Qué anhelas encontrar

En estas aguas profundas que me habitan

De las cuales has sacado

Un poco de tu vida

 

Dime qué esperas de mí

Si la pasión es frágil

Pobre y distraída

 

Qué buscas

En este sirviente de tu reino

Oh Poesía.

Publicado en: PROTESTANTE DIGITAL - Barro del Paraíso - El Amor es un nacimiento (con el albañil de Nazaret)