La casa del perdón

Unos versos que condensan  el sentimiento cristiano ante las  múltiples laceraciones cotidianas derivadas de conductas que empobrecen al ser humano: “He aquí el testimonio que abre la puerta a vidas deshabitadas,/ a hijos pródigos volviendo a la llamada del amor”

28 DE MAYO DE 2015 · 20:25

Pintura de Miguel Elías.,Miguel Elías
Pintura de Miguel Elías.

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Oye cómo los odios vociferan contra ti su idioma

de muerte y destrucción.

Oye sus bravíos saltos para hacerse con el cetro de la jauría.

Oye sus pasos salvajes trayendo desolación al inocente

que apenas se mantiene en pie.

Oye sus murmuraciones que les lleva a hirvientes desvaríos.

Oye el triste resonar de sus respuestas adulteradas.

Oye la enumeración de tan malolientes costumbres.

Oye las blasfemias que duelen como mordeduras.

Oye sus amargas maledicencias entretejiéndose pálidamente.

Oye la falta de remordimientos que expresan.

Oye sus palabras impregnadas de fósforo y estiércol.

Oye cómo pregonan su inmisericordioso menester...

 

Óyeles con tu corazón asediado por ese prontuario

de conspiraciones y patrañas.

Óyeles sin retroceder, pues tu poder es el amor

que les resulta inalcanzable.

 

Después de oírles,

enseñarás que la casa del perdón está hecha de amor

y que el amor no es un reino ajeno ni una fría lápida sin epitafio.

 

Darás la paz y el perdón a tus angustiadores

y que ellos escarben en su memoria

el inventario de infamias

o revisen el aceite caliente que irriga sus corazones.

Porque Su amor está contigo

nada entenebrece la convivencia de tu casa.

 

He aquí el testimonio que abre la puerta a vidas deshabitadas,

a hijos pródigos volviendo a la llamada del amor.

Publicado en: PROTESTANTE DIGITAL - Barro del Paraíso - La casa del perdón