“Si alguien dice ser ateo, quiero saber por qué lo es”

Michael Ots habla de ateísmo, preguntas difíciles y conversaciones que ha tenido con universitarios de toda Europa.

BARCELONA · 18 DE SEPTIEMBRE DE 2014 · 21:05

Michael Ots. / MOET,Michael Ots
Michael Ots. / MOET

Michael Ots es unas de las personas que más oportunidades tiene de observar 'qué se cuece' en las universidades europeas. Tras estudiar Teología en Edimburgo y servir varios años como evangelista para una iglesia en el centro de Inglaterrra, su principal pasión ahora es ir a todo tipo de facultades, con el objetivo de dialogar con estudiantes sobre quién es Dios.

Le suelen invitar las Christian Unions (asociaciones estudiantiles cristianas) para que participe en sus eventos públicos. De Michael esperan que responda de la forma más concisa posible a las objeciones que una y otra vez se repiten en las aulas: “¿Por qué Dios permite el sufrimiento?”, “¿Qué tipo de Dios envía a las personas al infierno?”,  “¿Odia Dios a los homosexuales?”, “¿Es posible creer en Dios sin contradecir a la Ciencia?”…

 

Michael Ots durante una charla en la Universidad. / MOET

En las llamadas ‘lunchbars’, se usa una aula durante apenas 1 hora. Se anuncia el evento en redes sociales y mientras los asistentes se comen los bocadillos que han preparado los miembros de la Christian Union, Ots habla durante 20 minutos sobre el tema propuesto. A continuación se abre la veda a media hora de preguntas y debate abierto. El formato es sencillo, directo, informal y sobre todo, muy transparente.

En base a su experiencia hablando de tú a tú con escépticos, agnósticos, creyentes de otras religiones y (muchos) ateos en campuses de Inglaterra y otros países de Europa, Ots ha escrito dos libros uno de ellos recién traducido al castellano: “¿Qué tipo de Dios…? Respuestas a 10 de las acusaciones más comunes” (Publicaciones Andamio, 2014).

Empezamos tocando el tema del ateísmo.

Pregunta. Tras pisar muchas universidades has tenido oportunidad de hablar a menudo con ‘nuevos ateos’ o secularistas muy activos. Explicas a menudo que las asociaciones ateas acuden en bloque a escuchar tus charlas. ¿Qué tipo de conversaciones tienes con ellos?

Respuesta. La primera forma en la que me relaciono con los ateos es… ¡de ser humano a ser humano! Muy a menudo el debate entre cristianos y ateos se carga de animosidad y antagonismo. Esto sucede más por las experiencias previas que la gente ha tenido que por razones puramente intelectuales. Cuando alguien se presenta como ateo, quiero saber por qué lo es y qué le ha llevado a esa posición. Obviamente quiero entrar en las cuestiones intelectuales, pero soy consciente de que no somos sólo “cerebros andantes”, somos personas completas.

P. Viajando por diferentes países de Europa, ¿ves un interés real por el concepto de ‘verdad’?

R. Hay un interés renovado por ello por todas partes en el continente. Hace 10 años el posmodernismo estaba en auge y la gente rechazaba el cristianismo considerándolo irrelevante. Pero ahora más y más personas se dan cuenta de que la verdad no puede ser siempre relativa y que lo que uno cree tiene implicaciones reales. Con esto no digo que haya más simpatía hacia el cristianimo (ya que muchos tienden ahora al ateísmo), pero por lo menos el cambio lleva a abrir de nuevo el debate. El cristianismo no tiene nada que temer a un debate razonado. Es mucho más difícil entrar a hablar con aquellas personas apáticas.

Algunas culturas como el Reino Unido o los países escandinavos se consideran ‘postcristianas’, mientras que en Europa del Este aún queda una identificación nominal con el cristianismo (aunque para muchos no sea nada más que tradición y no se hayan planteado nunca las afirmaciones que Jesús hizo). Albania, por ejemplo es un tipo de anomalía ya que no es una cultura postcristiana, sino directamente atea. La gente recuerda el fruto amargo que experimentaron por ser el país más cerrado y ateo de los países comunistas, así que allí el ateísmo es muy impopular, allí las iglesias crecen y hay un interés real en Jesús.

P. En la década actual muchos se preguntan si es posible presentar un evangelio que sea claramente bíblico y a la vez relevante…

R. Sí es posible. El modernismo de las décadas anteriores fue un obstáculo a la fe cristiana. En cada cultura hay obstáculos que superar, pero cada cultura tiene también puntos de conexión con el evangelio. Es fácil quejarse de que todo es muy difícil pero es más productivo intentar comprender la cultura para encontrar sus puntos de conexión con el evangelio. Pensando en el Reino Unido, ¡somos un extraña mezcla de posmodernos y modernos!

P. Eres aún joven si te comparas con otros evangelistas. ¿Qué has aprendido de gente con una trayectoria larga en esto de responder a preguntas difíciles sobre Dios?

R. ¡Soy mayor de lo que piensas! Pero he aprendido muchísimo escuchando a cristianos con más edad. La mejor forma es poner el oído cuando hablan con escépticos o personas buscadoras. Lo hice por primera vez cuando invité a un líder de mi iglesia local para que viniera a responder preguntas a mi escuela, cuando tenía 14 años. Lo más importante que he aprendido es lo importante que es nuestra actitud. En estas conversaciones es clave aprender a ser cálido, agradable, buscar áreas de mutuo entendimiento y tener la habilidad de reírte de ti mismo.

P. ¿Crees que los cristianos somos conscientes de las preguntas reales que tienen nuestros amigos?

R. Sí… ¡siempre que hablemos con ellos! A veces anticipamos qué preguntas podrían tener, así que ni siquiera les preguntamos. A menudo nos sorprendería saber cuáles son realmente las preocupaciones reales de la gente. No tenemos que temer nada, al cristianismo se le puede lanzar las preguntas más duras. La verdad no teme recibir preguntas.

P. ¿Cuál es la pregunta que te han hecho más veces?

R. A lo largo del tiempo, probablemente la más común es la antigua pregunta sobre el sufrimiento. No es una sorpresa, ya que es un problema universal. Cualquier persona experimentará el sufrimiento en algún momento de su vida.

Más recientemente, en las culturas de Europa occidental cobran mucho protagonismo las preguntas sobre sexualidad, especialmente a raíz del debate sobre el matrimonio (aunque esta es una pregunta que a duras penas sale en Europa del este).

 

Portada del libro en castellano.

 P. De las 10 objeciones que destacas en tu libro “¿Qué tipo de Dios…?”, ¿cuál crees que tiene una respuesta más directa? ¿Y cuál te parece más difícil de contestar?

R. Ninguna es fácil de contestar… Si lo fueran, la gente no las consideraría un problema. Así que soy reticente a decir que haya objeciones que tienen una respuesta fácil. Sin embargo, como dice el apologeta Francis Schaeffer: aunque no tengamos respuestas exhaustivas a todas las respuestas, sí tenemos respuestas suficientes para llegar a la conclusión de que tener fe es algo razonable.

El tema más complicado probablemente sea el de la sexualidad. No porque no tengamos nada que decir, sino porque para muchas personas este es un tema profundamente personal. Y el debate en la arena pública denigra directamente a cualquier persona que ponga en duda las ideas de la ética sexual actual.

P. Para quién escribiste “¿Qué tipo de Dios...?”

R. Lo escribí no sólo para aquellos que no creen que Dios pueda existir, sino también para las personas que nunca se imaginaría que el Dios de la Biblia sea bueno. Las razones por las que la gente rechaza a Dios no son solo intelectuales, sino morales. Con el libro quiero ayudar a que estas personas vean cuán bueno es Dios realmente, y cómo sí se posible confiar en Él. También espero que los lectores cristianos aprendan a responder positivamente y con confianza a preguntas que les plantean sus amigos.

P. Finalmente, en nuestras conversaciones con estos amigos, ¿qué papel deberíamos darle a los argumentos racionales, por un lado, y al Espíritu Santo, por otro?

R. Creo que no es lo uno o lo otro, sino ambas cosas. El Espíritu Santo trabaja a menudo a través de nosotros cuando exponemos nuestros argumentos con cuidado. No son realidades  mutuamente excluyentes. No es simplemente que hablamos y Dios de golpe hace “¡zas!”. Dios ha escogido actuar a través de nosotros… ¡qué privilegio! Lo que nos puede mostrar cuánto estamos confiando en el Espíritu es preguntarnos cuánto estamos orando.

Publicado en: PROTESTANTE DIGITAL - Entrevista - “Si alguien dice ser ateo, quiero saber por qué lo es”